Hablar de pobreza resulta incómodo para las mayorías, sobre todo en estos tiempos donde el sistema capitalista a través de sus diferentes mecanismos, entre ellos las formas de gobierno, promueven y garantizan políticas que conlleven a pensar a las grandes mayorías en este caso de México, que todo está bien, que la economía avanza y que no solo avanza, que lo hace en favor de todos, hasta declaran que con ello la pobreza disminuye, como lo han hecho en los últimos años los gobiernos de Morena.
No obstante, aquellos que hablan y en el mejor de los casos definen a la pobreza, lo hacen solo de manera escolástica, sin ir más al fondo, se limitan solo a reconocer el significado de la palabra pobreza como la falta de ingresos o la situación en la que no se tienen los recursos para satisfacer las necesidades básicas, aquella condición humana que se caracteriza por la falta de recursos, capacidad, opciones, seguridad, para poder vivir con dignidad, así definen a la pobreza, pero este significado, cada día se ve más polarizado desviado por algunos analistas y economistas que sirven a intereses de las clases que mantienen el poder ideológico de las masas, utilizando eufemismos para referirse a la pobreza como humildes o grupos vulnerables, para hacerle pensar al pueblo que no pertenecen a la clase pobre, sino a una clase media, o a otra, utilizando palabras y frases que suenan menos ofensivas para que los que la padecen no se disgusten, llevándolos a una concepción errónea de su realidad.
Soy una ciudadana de los muchos millones de mexicanos que está convencida de que las condiciones de los trabajadores no solo no han cambiado se han agudizado y no se ve que vayan a mejorar, han pasado más de 6 años donde el pueblo creyó, precisamente por esas concepciones falsas “que su condición cambiaría para bien con los nuevos gobiernos del pueblo” pero seguimos viendo enormes masas de hombres y mujeres viviendo en casas mal construidas, sin terminar, en colonias muy alejadas de sus centros de trabajo y con carencia de servicios básicos, se levantan muy temprano a conquistar un transporte ya saturado a viajar de pie una o dos horas y, luego, bien vigilados y casi sin pausas, hacen su rutina laboral diaria para regresar a sus viviendas por la noche, rendidos, a nada más que a comer algo y descansar para repetir la misma hazaña al otro día, muchos no garantizan el sustento diario de sus hijos.
Seguimos viendo cómo las mayorías están sufriendo por hambre, por falta de educación, de salud; donde están regresando enfermedades que estaban erradicadas como la tosferina, como la rubiola y enfermedades curables no se están curando por falta de medicinas y personal médico, causa escozor, ver en las noticias cómo hay gente humilde conectada con aspiradores improvisados con vasos de plástico; la violencia y la inseguridad desbordada, sin empleo, con salarios de hambre, todo está caro, en México hay más pobreza y a quien más golpea esta dura realidad es a los sectores más pobres.
En México hay 126 millones de personas y de ellos, de acuerdo datos de investigadores de la pobreza serios como Julio Volvinic dice que 98 millones se encuentran en condición de pobreza, es decir, el 78% no tienen lo elemental para vivir, cifra que va de la mano con la realidad de los mexicanos.
Esta realidad obliga a los Mexicanos pobres a no solo reconocer el significado de la pobreza si no identificar sus causas, la pobreza es hija de la mala repartición de la riqueza social, por parte de este sistema capitalista, donde la mayoría produce la riqueza con sus manos, pero es la minoría la que se apropia de ella, mientras que los que la producen se quedan con una migaja de los que construyen, el pueblo pobre debe darse cuenta que es el sistema capitalista quien nos tiene cada día mas sumidos en la pobreza y desigualdad, pero sobre todo el pueblo debe darse cuenta del lugar ocupan en la escala social, donde lo que se requiere es fuerza de trabajo para explotar, y los únicos que la tienen son los trabajadores de este país.
Por lo tanto, si los trabajadores de esta patria, que son la mayoría y también los quienes producen con sus manos la riqueza, pero, son los que menos disfrutan de ella, entonces también son los que tienen en sus manos la solución del problema de la pobreza y la desigualdad que estamos padeciendo en este país y que cada día se hace más aguda.
La solución se encuentra en una organización de la clase obrera indisoluble, que sea capaz de hacerle frente a los males provocados por el sistema, solo que esta organización debe adquirir conciencia, conciencia del papel que juega en el proceso de producción de riqueza, para así, juntos, asidos, puedan conquistar el poder en sus manos y gobernar en favor de las mayorías, de manera que si la pobreza y la desigualdad es grande también se requiere una masa grande que la enfrente, la combata y la erradique.
¡32 Años Luchando contra la pobreza en Morelos!
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