Lo que está pasando en el país no se había visto desde hacía muchos años: un presidente que prometió en campaña una transformación para todos los mexicanos, transformación que se trabajaría al llegar a la silla presidencial; la gente le dio el voto de confianza esperando mejores resultados en la problemática social que ha vivido el país por décadas, como son: la falta de vivienda, desempleo, la falta de una educación de calidad, infraestructura en las comunidades como caminos, electrificación, agua potable carreteras, y un largo etc.Esa esperanza va desapareciendo por los malos resultados que ha tenido el presidente López Obrador en estos dos años que lleva de gobierno; hay una desesperanza día a día, los malos resultados y la poca calidad de análisis de sus funcionarios y de él mismo, no les permiten tomar decisiones certeras ni dar soluciones viables a los problemas que surgen todos los días; ha hecho todo lo contrario.
Los que han protestado y tenido el valor de señalar oportunamente sus malas decisiones y pedir que las corrija, son tachados de enemigos en sus "mañaneras"; los manda a investigar y simplemente les corta el apoyo, en caso de que sean grupos e instituciones de la sociedad, como las guarderías que beneficiaban a las madres trabajadoras y que les daban certeza de que sus hijos estaban en buenas manos mientras que ellas laboran.Asimismo, es evidente la poca importancia que le da a la pandemia que les ha quitado la vida a 75 mil mexicanos; está también la crisis que viven los hospitales por no contar con los materiales necesarios para enfrentar la pandemia.La sociedad mexicana vive y sufre la muerte de niños con cáncer para los que simplemente no hay medicamentos.En México, cada cuatro horas muere un niño por cáncer y se estima que anualmente se registran más de cinco mil nuevos casos.El cáncer es la segunda causa de mortalidad infantil en el país, según cifras de la Secretaría de Salud; en los hospitales no se cuenta con los medicamentos necesarios para el tratamiento de este mal.
El hecho inobjetable es que este gobernante y su gobierno no tienen la objetividad y la sensibilidad para atender la problemática que se presenta, sea cual sea.Toma medidas absurdas, destruye las instituciones, socava el bienestar de la población a cada paso que da, y está empeñado en destruir la democracia en el país, para imponer su santa voluntad.
Nadie se puede manifestar con la seguridad de que no se van a tomar represalias desde el poder; nadie puede criticar al mesías.Aprovecha el inmenso poder que ha adquirido para llevar agua al molino suyo y al de su grupo político, y si tiene que violar la ley, la viola sin ningún empacho, y en su mente estrecha y las de sus asesores, a los personajes inconformes los declara como enemigos de la 4T, son "conservadores"; aprovecha su poder como mandatario para querer intimidar a un sector de la sociedad que se atreve a levantar la voz respaldado en los derechos constitucionales, el derecho de manifestación, la libertad de expresión como la establece el artículo 19 constitucional.
Otro ejemplo reciente es el de los agricultores de Chihuahua, con su movimiento en defensa del agua de las presas, que es el sustento de toda una región; la protesta de los agricultores tiene una explicación objetiva y lógica, y que con un poco de sentido común ya se hubiera llegado a una solución, pero sucede todo lo contrario, porque la cerrazón que muestra el presidente hacia todo lo que no le gusta, se manifiesta igual en su actitud hacia la causa de los productores del Centro-Sur de Chihuahua.La respuesta hacia el movimiento social en este caso consistió en que envió a la Guardia Nacional y el Ejército para enfrentar a los campesinos; pero además, hizo uso de su nuevo garrote favorito, que es la Unidad de Investigación Financiera (la UIF de Santiago Nieto), que inmediatamente después de la toma de La Boquilla, mandó intervenir y congelar de manera arbitraria 44 cuentas bancarias, precisamente de los personajes más prominentes del movimiento, y entre ellas incluidas cuentas oficiales del Municipio de Delicias, al que condenaron a la inmovilidad financiera.
Para nosotros en Antorcha Campesina, esto no es nuevo, porque a todas las arbitrariedades que ha cometido la Cuarta Transformación en contra nuestra, se sumó recientemente la congelación de varias cuentas que están a nombre de antorchistas de los estados de Puebla, México y Guanajuato, con la premisa falsa de una calumnia, en este caso "lavado de dinero" y "recursos de procedencia ilícita", que no son otra cosa que represalias abiertas y descaradas hacia nuestras posturas críticas a la administración de estos nuevos gobernantes.Estas cuentas corresponden a negocios que se han puesto cumpliendo cabalmente con los requisitos en tiempo y forma para que puedan funcionar; hasta el día de hoy no se dan pruebas de que sea lo contrario.Estos mecanismos de intimidación que hace la 4T y de pisotear los derechos constitucionales de todo mexicano que se atreve a criticarlos, solo demuestran el despotismo de estos personajes, quienes actúan como si estuviéramos en el siglo XVIII con la consigna de "Todo para el pueblo, pero sin el pueblo", propia de un gobierno absolutista; recurren a todo tipo de tropelías con tal de intimidar, pero se olvidan de que Antorcha aglutina a hombres y mujeres que se organizan porque quieren una mejor patria.
Las amenazas y la intimidación no nos quitarán el derecho de manifestación, porque anhelamos y luchamos por mejores condiciones de vida para nuestras familias, porque tenemos hogar en este México, en esta gran patria que nos dejaron los verdaderos héroes.
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