Las recientes lluvias han puesto de manifiesto las pésimas condiciones de la infraestructura carretera y el drenaje pluvial en todo Hidalgo, esto, aunado a que miles de hidalguenses viven en casas de material endeble debido a la pobreza, han ocasionado afectaciones para gran parte de la población. De acuerdo con los propios datos del Gobierno de Hidalgo, se registran más de 700 viviendas afectadas y 307 familias damnificadas en colonias como Los Tuzos, Carboneras o La Noria, convertidas en lagunas de lodo y escombros. Este escenario, se repite constantemente como un ritual malsano cada temporada de lluvias, mientras el Gobierno de Hidalgo continúa priorizando el gasto de los recursos públicos en megaobras como los 3 mil millones que se invertirán en sus nuevas oficinas.
El pasado 2 de junio de 2025, una tormenta expuso el mal estado de la infraestructura urbana, en Los Tuzos, en Mineral de la Reforma, cientos de hogares fueron sepultados bajo 80 centímetros de agua y residuos, las calles convertidas se convirtieron en ríos que arrastraron automóviles, postes y hasta bardas. Además, de acuerdo con el Gabinete de Seguridad de Hidalgo, las recientes lluvias registradas en la entidad dejaron 22 inundaciones y 15 derrumbes en diversas carreteras, afectando principalmente a seis municipios. Por ejemplo, en la carretera estatal Zimapán-Pacula, los derrumbes se registraron a la altura de la comunidad de Llanitos y en la carretera Pachuca-Tulancingo, a la altura del fraccionamiento Paseo de las Reynas, se presentó un hundimiento en el pavimento que provocó que un camión de carga quedara atascado en el lugar. Asimismo, en la colonia Periodistas de Pachuca, otro hundimiento similar afectó la vialidad, dejando atrapado un camión recolector de basura, cuyo paso se vio interrumpido debido al hundimiento del pavimento en el punto donde se encontraba.
Todo esto, no fue casualidad o algo inusitado, tan solo en la zona metropolitana de la capital hidalguense, entre 2014 y 2025, seis inundaciones mayores han anegado el sur de Pachuca, con daños recurrentes en las mismas zonas: Pachuquilla, avenida Universidad y Ceuni, y por supuesto, Los Tuzos, Carboneras, La Noria, Azoyatla, Dos Carlos, Tulipanes, entre muchas otras.
Entre las razones se combinan factores como: infraestructura hidráulica obsoleta, drenajes saturados de basura, un crecimiento urbano sin planificación, y sobre todo, la poca inversión de recursos públicos en las zonas y colonias vulnerables, donde si acaso se pavimentan unos metros de calle y el drenaje pluvial pocas veces es eficiente, así la poca inversión pública que se hace en barrios vulnerables se destina a obras pequeñas, inconexas y de bajo impacto.
También, por estos motivos, transitar por las calles cuando llueve es una difícil travesía en que a cada metro se deben evitar los múltiples baches y verdaderos socavones de las vías, esto que genera condiciones de riesgo para los conductores y afecta la circulación vehicular, lo que repercute en el servicio del transporte colectivo: aquellos que no tienen vehículo esperan bajo la lluvia largos periodos de tiempo. Muestra del pésimo estado de las calles, está el acceso a las colonias ubicadas atrás de la “Peni”.
Así, las inundaciones y derrumbes afectan con saña a quienes habitan en zonas marginadas, históricamente desatendidas, eso no ha cambiado con el actual gobierno morenista de Hidalgo. Mientras colonias populares naufragan y cientos de familias pierden sus pertenencias, la administración estatal invierte miles de millones en nuevas oficinas gubernamentales y remodelaciones suntuosas y para los damnificados solo reparte litros de cloro, artículos de limpieza, costaleras y despensas, que no resuelven ni previenen las pérdidas de las familias.
Hidalgo necesita más que discursos y “operativos de emergencia”, simulaciones en que funcionarios se toman fotos junto a los damnificados, se deben atacar las causas estructurales. Urge un plan integral de contención y planificación urbana, así como reasignar radicalmente el presupuesto hacia las zonas más vulnerables, esto ha demandado desde hace tres años el Movimiento Antorchista, que ha insistido ante el Gobierno de Hidalgo, se atiendan las demandas de bacheo, rehabilitación y construcción de caminos y carreteras en Pachuca, la zona Otomí Tepehua, la Huasteca, Tulancingo, Apan, Zacualtipán, entre muchos otros municipios. Nuevamente, hacemos un llamado al gobernador Julio Menchaca, se atiendan las demandas de obras y servicios que por más de tres años ha planteado el antorchismo en Hidalgo.
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