Las intensas lluvias que se han registrado recientemente en México se han encargado de reflejar el rostro de la tragedia y la incompetencia gubernamental, con inundaciones en pueblos enteros, colonias diversas, pérdida de cosechas, de vidas humanas y una deficiencia enorme para auxiliar a la población, que parece encontrarse abandonada y sin los apoyos necesarios por parte del gobierno emanado del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), que continúa promoviendo su Cuarta Transformación en un país hundido en la desesperanza y sumergido en el agua.
Mientras el gobierno federal se encuentra más preocupado en ver qué nuevas agresiones lanza el mandatario de Estados Unidos, el agua de las lluvias se sigue filtrando por todos los rincones de la patria.
Los sistemas de drenaje, colectores y demás han sido rebasados; la población se enfrenta a un verdadero caos, perdiendo sus patrimonios, nadando en aguas contaminadas que ya están causando enfermedades diversas y que tampoco son atendidas debidamente en hospitales y clínicas, también con sobradas deficiencias, sin medicamentos ni personal médico, después de que a los sesudos morenistas les diera por eliminar lo poco bueno que se tenía para beneficio de los mexicanos: el Seguro Popular.
Escuelas inundadas por las sobradas goteras en sus techos, campesinos viendo cómo se han perdido sus cosechas, carreteras destrozadas, pavimentos repletos de baches, mientras que en los reductos de pobreza las familias luchan solas contra las corrientes de agua que arrastran todo a su paso: sus pocas pertenencias y casas improvisadas de madera y cartón, en un desastre tal que revela que, en cuestión de protección civil, el gobierno federal se encuentra en harapos.
Es cierto lo que plasma el vocero nacional de Antorcha, Homero Aguirre Enríquez, cuando refiere que las inundaciones destruyen el patrimonio de México y amenazan con cobrar vidas humanas, mientras los gobiernos no enfrentan la situación y reducen el presupuesto para atender la infraestructura de drenaje.
“Ante las intensas lluvias registradas en las últimas semanas que han provocado graves inundaciones en la Ciudad de México, su zona metropolitana y diversas ciudades de al menos la mitad de los estados del país, afectando el patrimonio de miles de familias y elevando el riesgo de pérdidas humanas, Homero Aguirre Enríquez, vocero del Movimiento Antorchista Nacional, responsabilizó de la crisis a tres factores principales: la falta de mantenimiento en sistemas de drenaje, especialmente en el desazolve de los conductos que llevan el agua al drenaje profundo; a las coladeras y canales obstruidos por acumulación de basura, lo que impide el flujo adecuado del agua, y a los recortes presupuestales en infraestructura, con una disminución constante año con año. La combinación de abandono en el mantenimiento y la reducción de recursos para obras públicas nos tienen en esta situación de emergencia.
Las anegaciones en nuestro país por la temporada de lluvias o en época de huracanes son un fenómeno recurrente y frecuente, y se han llegado a registrar en promedio 400 eventos cada año; pero también cada año los más afectados son los mexicanos más pobres, que viven en zonas donde no existe drenaje o donde el sistema de desagüe está completamente tapado por falta de mantenimiento, porque la autoridad en sus tres niveles de gobierno (federal, estatal o municipal) hace muy poco respecto al mantenimiento y así evitar los estragos, afectaciones o incluso tragedias con la pérdida de vidas humanas”, dijo Aguirre Enríquez.
De acuerdo con datos oficiales, el gobierno actual de la Ciudad de México destinó 15 mil millones de pesos al Sistema de Aguas, pero sigue siendo inferior al que se invirtió a finales de 2019, que fue de 17 mil 764 mil millones; además, durante cuatro años, del 2021 al 2024, el recurso destinado nunca superó los 13 mil 300 mil millones. “Sin embargo, de esos 15 mil mil millones, el gobierno de la CDMX invertirá sólo 1 mil 570 en materia de drenaje y equipamiento. La situación en los estados y municipios es similar o más grave”, aseguró.
A pesar de que especialistas en la materia han advertido que la tendencia es que en los próximos años las inundaciones serán más intensas, severas y frecuentes, debido al incremento atípico de lluvias por el cambio climático, lo cierto es que los gobernantes no están tomando las medidas necesarias para evitar afectaciones y tragedias.
“Los gobiernos deben enfrentar la situación y destinar presupuesto que atienda y resuelva la magnitud del problema; y al mismo tiempo alertar a la población de su participación para generar menos basura y evitar tirarla en las calles”.
Homero Aguirre remarcó que, a pesar de que el drenaje profundo tiene la capacidad para que se evitaran las inundaciones, no está operando al 100 % por la falta de mantenimiento y por el deterioro de la red de drenaje, problema que le toca resolver y atender al gobierno. Pero lo que hemos visto en el país es que la Cuarta Transformación, que tanto alardea Morena desde Palacio Nacional y en los estados que gobierna, olvida e ignora a miles de familias mexicanas que se inundan, ven afectado su patrimonio, e incluso pierden a sus familiares, y los gobernantes no hacen nada para remediar la situación.
“Es urgente que los mexicanos abramos los ojos, veamos la realidad y estemos dispuestos a organizarnos para que cambiemos a los políticos que no saben gobernar, que no se preocupan por el pueblo, que lo engañan y manipulan, y no atienden de fondo los problemas de falta de infraestructura urbana, de salud y educación.
Ya es hora de que México sea gobernado por políticos emanados de las entrañas del pueblo, que sí sepan qué es lo que hay que hacer y que cuenten con el respaldo popular. Jamás debemos permanecer pasivos ante nuestros propios problemas y carencias, sean los de todos los días o sean súbitos como el que nos golpea hoy. Jamás debemos conformarnos solo con quejarnos ante las cámaras de la televisión, aunque eso sea siempre de gran ayuda. Tenemos que aprender a confiar más en nuestras propias fuerzas, en nuestra propia capacidad para enfrentar y resolver cualquier problema, cualquier dificultad que se nos presente, siempre y cuando luchemos unidos y organizados”, finalizó Aguirre Enríquez.
Sobrada razón tiene el dirigente antorchista, pues mientras el gobierno federal se encuentra más preocupado en ver qué nuevas agresiones lanza el mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, el agua de las lluvias se sigue filtrando por todos los rincones de la patria, inundada a tope no tan solo por el agua sino también por la torpeza gubernamental.
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