El Movimiento Antorchista advierte riesgos sanitarios y competencia desleal ante la falta de rastros suficientes y vigilancia sanitaria en municipios rurales
Aguascalientes, Ags. La matanza clandestina de ganado continúa siendo una práctica extendida en varios municipios del estado, lo que representa un riesgo sanitario para la población y una competencia desleal para los productores cárnicos formales.
“Aguascalientes presume de ser un estado moderno, pero en las comunidades rurales la realidad es distinta: la gente sigue consumiendo carne sin control sanitario porque no hay rastros cercanos”.
En comunidades rurales se siguen sacrificando animales sin las mínimas condiciones de higiene ni refrigeración, alertaron integrantes del Movimiento Antorchista en Aguascalientes, quienes exigieron a las autoridades reforzar la supervisión y garantizar condiciones de inocuidad.
De acuerdo con productores locales, el sacrificio irregular se concentra en zonas con menor presencia de inspección sanitaria, particularmente en especies menores como cerdos y borregos. “El ganado se mata y se va directamente a la carnicería; no hay refrigeración, no hay control sanitario ni revisión de enfermedades como brucelosis o tuberculosis”, señalaron.
Las denuncias sobre esta práctica suelen hacerse de manera discreta por temor a represalias, ya que los puntos de matanza ilegal operan al margen de toda regulación, sin pagar licencias, inspecciones ni permisos. A pesar de que el volumen de comercialización podría ser menor que el de los rastros certificados, su impacto en la salud pública es significativo.
El consumo de carne proveniente de estos lugares puede provocar enfermedades gastrointestinales e infecciones transmitidas por alimentos contaminados.
El Movimiento Antorchista de Aguascalientes advirtió que la persistencia de esta situación refleja el abandono institucional hacia el campo y los pequeños productores, quienes enfrentan altos costos para acceder a rastros certificados y nula infraestructura sanitaria en los municipios.
“No se trata sólo de castigar, sino de ofrecer alternativas. En el estado hay una falta evidente de rastros y centros de sacrificio con control sanitario; eso permite que proliferen prácticas ilegales”, señalaron dirigentes del movimiento.
Actualmente, el estado cuenta con pocos espacios certificados para el sacrificio y manejo adecuado de carne, lo que resulta insuficiente para cubrir la demanda del sector agropecuario. Esto ha obligado a muchos pequeños productores a recurrir a mataderos improvisados, donde se sacrifican animales sin control sanitario y en condiciones insalubres.
Antorcha llamó a las autoridades estatales y municipales a ampliar la infraestructura de rastros y fortalecer los programas de inspección. “Aguascalientes presume de ser un estado moderno, pero en las comunidades rurales la realidad es distinta: la gente sigue consumiendo carne sin control sanitario porque no hay rastros cercanos ni apoyo para los pequeños ganaderos”, subrayó el movimiento.
El problema, añadieron, no se reduce a una cuestión de salud pública, sino también de justicia económica. Mientras los productores formales enfrentan elevados costos para cumplir con la normatividad, los mataderos clandestinos operan sin pagar impuestos ni licencias, generando una competencia desleal que debilita al sector local.
El Movimiento Antorchista reiteró su disposición a colaborar con las autoridades para promover campañas de concientización, inspección y mejora en las condiciones de los productores rurales, pero advirtió que no permanecerá en silencio ante la falta de soluciones reales.
“No basta con decir que hay vigilancia: el pueblo necesita rastros dignos, precios justos y un gobierno que garantice salud y empleo para quienes producen el alimento del país”.
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