Habitantes denuncian que mientras se facilitan permisos a grandes desarrolladores, miles de familias viven sin agua, drenaje ni transporte
Aguascalientes, Ags. En la periferia de la capital, colonias de reciente formación como Pocitos, Cañada Honda y Norias de Ojocaliente enfrentan un crecimiento desordenado y carente de servicios básicos. A pesar de que cientos de familias ya habitan estas zonas, carecen de agua potable, drenaje, alumbrado público y transporte eficiente, condiciones mínimas para una vida digna.
De acuerdo con autoridades de Desarrollo Urbano, el problema radica en que muchos fraccionamientos fueron autorizados sin la infraestructura suficiente, lo que dejó a los habitantes en una situación de rezago. Mientras tanto, a los grandes desarrolladores inmobiliarios se les siguen otorgando permisos exprés y facilidades para construir fraccionamientos de lujo con costos entre 1.5 y 2.5 millones de pesos por vivienda, inaccesibles para la mayoría de los trabajadores.
El contraste es evidente: las familias que buscan opciones de vivienda económica —en rangos de 600 a 800 mil pesos— enfrentan trabas constantes para acceder a terrenos regularizados o a apoyos gubernamentales, mientras las constructoras privadas siguen expandiendo sus negocios con respaldo institucional.
Vecinos organizados han señalado que esta omisión no es casual, sino parte de un modelo que privilegia a los grandes capitales por encima del derecho constitucional a la vivienda. “A nosotros nos dejan esperando servicios básicos durante años, pero para los fraccionamientos caros todo se resuelve rápido”, denunció una habitante de Cañada Honda.
El déficit habitacional en Aguascalientes supera las 60 mil personas, muchas de ellas viviendo en hacinamiento, en casas improvisadas o pagando rentas que consumen gran parte de sus ingresos. A pesar de esta realidad, los apoyos gubernamentales a la vivienda social se han reducido drásticamente en los últimos años.
Los vecinos de estas colonias hicieron un llamado a las autoridades estatales y municipales para que prioricen la regularización y dotación de servicios en las comunidades populares, antes de seguir entregando facilidades a los grandes desarrolladores. Reiteraron que su exigencia es pacífica, legítima y basada en el derecho humano a una vivienda adecuada.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario