MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

¿Y quién ve por los migrantes?

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El tema de los migrantes ha sido motivo de debates locales, nacionales e internacionales; sin embargo, pocos han logrado solucionar el problema o plantearlo desde la raíz. A pesar de que el anterior presidente de la república haya enaltecido y aplaudido que existan miles de mexicanos en Estados Unidos, sólo dejó de manifiesto que nuestro gobierno no ha podido responder a las necesidades del pueblo mexicano.

Alcemos la voz por nuestros hermanos de clase, por los migrantes que son el resultado de la gran desigualdad que se vive en nuestro país y que hoy necesitan nuestro respaldo.

No se trata de que regresen a casa, como planteaba el famoso programa que lanzaron, sino de crear condiciones reales para que ellos tengan posibilidades de volver con acceso a un trabajo, una vivienda, un salario digno, condiciones de vida adecuadas, entre muchas otras necesidades que ellos —y en general los mexicanos— padecen.

Datos oficiales señalan que a México entran alrededor de 62 mil millones de dólares en remesas al año, y un impuesto del 3.5 %, como el que se discute en la Cámara baja estadounidense, abriría un enorme agujero en la economía mexicana. En 2024, las remesas representaron el 3.5 % del PIB de México y alcanzaron los 64 mil 745 millones de dólares. Esta dependencia es aún mayor en algunas regiones del país, donde las remesas pueden representar más del 20 % del ingreso familiar.

Aunque no se tiene un dato exacto de cuántos mexicanos se encuentran de manera ilegal en Estados Unidos, es importante señalar que los miles que están del “otro lado del charco” tienen la necesidad de trabajar y mantener a una familia. Hoy, estas posibilidades no existen en México: el desempleo y los bajos salarios siguen en aumento, y no hay políticas que señalen o prioricen este problema como algo fundamental. Con ello, queda claro que el deseo de seguir dependiendo del dinero extranjero —por lo menos de las remesas— es una prioridad para este gobierno.

Pero no es el gobierno quien se interesa en resolver los problemas, ni son las asociaciones no gubernamentales quienes tienen la solución. Aunque estas ayudan a mitigar el fenómeno migratorio, quien debe responder es la presidenta, no con discursos que sólo calmen los ánimos temporalmente, sino con una postura firme y con la creación de condiciones necesarias para los migrantes y para todos los mexicanos.

No nos dejemos engañar por discursos que buscan silenciarnos. No nos dejemos engañar por programas que no resuelven el problema de fondo. Alcemos la voz por nuestros hermanos de clase, por los migrantes que son el resultado de la gran desigualdad que se vive en nuestro país y que hoy necesitan nuestro respaldo. 

Ellos, todos ellos, luchan por mejorar sus condiciones de vida, luchan por una vida más justa y equitativa desde su trinchera. Nosotros, sus hermanos de clase, los alentamos a seguir adelante, a seguir luchando por ese sueño que millones de mexicanos compartimos: un México mejor.

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