El Inegi acaba de dar a conocer los resultados de la medición de la pobreza en México con datos de 2024. Es la primera vez que el Inegi se encarga de tal evaluación, ante la desaparición del Coneval por decisión de la 4T.
El dato más sorprendente es que de 2022 a 2024 salieron de la pobreza ocho punto tres millones de mexicanos, justo en el periodo en que se consolidó la entrega de tarjetas de transferencia monetaria a los adultos mayores, a estudiantes y a otros grupos sociales.
Si el salario mínimo en Puebla para 2025 es de 278.80 pesos diarios, esto es, 8 mil 364 pesos mensuales, y resulta insuficiente para satisfacer las necesidades básicas de una familia, está claro que la mayoría de los poblanos se encuentra en pobreza.
Esa reducción de la pobreza multidimensional la explica el Inegi: se debió a que se redujo de 36.3 % en 2022 a 29.6 % en 2024. Cifras que especialistas consideran falsas, pero que Morena las difunde por la necesidad política de “comprobar” que los programas sociales de AMLO están siendo eficaces para reducir la pobreza, porque, en la realidad, la pobreza ha crecido durante el gobierno de la Cuarta Transformación.
La misma fuente señala que seis de cada diez mexicanos (61.7 %) presentan cuando menos alguna de las seis carencias sociales que se evalúan en la medición de la pobreza multidimensional.0
La medición del Inegi se realizó sobre el parámetro de los ingresos, indicador que es muy sensible ante cualquier crisis o inflación y que puede volver a dejarlos por debajo de la línea de pobreza a esos ocho punto tres millones.
Aun analizando los datos publicados, vemos que a nivel regional existe mucha desigualdad. Los estados con mayor pobreza son Chiapas con 66 %, Guerrero 58.1 %, Oaxaca 51.6 %, Veracruz 44.5 % y Puebla 43.4 %.
Los factores que influyen en el alto porcentaje de pobreza en los estados del sur se deben a los altos niveles de rezago educativo, a la falta de acceso a la seguridad social y a la falta de servicios en la vivienda.
Entre 2022 y 2024 Puebla redujo de 3 millones 626 mil 905 personas a 2 millones 865 mil la población en situación de pobreza, de los cuales 481 mil 200 se encuentran en pobreza extrema.
Sin embargo, cabe destacar que aún existen 3 millones 119 mil 700 personas sin acceso a la salud en Puebla, que representan el 47.3 % de la población total. Al mismo tiempo, en Puebla el 67.7 % de la población, es decir, 4 millones 461 mil 900 personas, carecen de seguridad social, y el ingreso mensual per cápita es el más bajo del país, con 5 mil 732.22 pesos; desglosando el ingreso, el 49.2 %, es decir, 3 millones 246 mil 400 personas, presentaron ingresos mensuales menores a 2 mil 379.47 pesos en áreas urbanas y de 1 mil 797.48 pesos en áreas rurales.
Si consideramos que el salario mínimo en Puebla para 2025 es de 278.80 pesos diarios, esto es, 8 mil 364 pesos mensuales, y que resulta insuficiente para satisfacer las necesidades básicas de una familia, está claro que la mayoría de los poblanos se encuentra en pobreza.
Por lo anterior, podemos concluir que los programas sociales del gobierno federal constituyen un paliativo, es decir, un amortiguador de la pobreza, pero insuficiente para sacar a la gente de la pobreza, porque dichos apoyos solo cubren una fracción del gasto en la adquisición de la canasta básica y el alza sostenida de los precios aleja más a la población de alcanzar una vida digna.
Sólo un aumento en el empleo formal y mejor pagado, junto con otras políticas públicas, como una reforma fiscal progresiva y una reorientación del gasto público para generar mejores condiciones de vida, aplicadas a educación, salud, vivienda e infraestructura, puede revertir la pobreza, ya que las condiciones políticas y económicas actuales, dentro y fuera del país, hacen poco probable que eso ocurra si el pueblo no se organiza y lucha por el poder político.
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