MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La vivienda es un derecho por el que hay que luchar

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En Tláhuac, cientos de familias de escasos recursos viven hacinadas, sin servicios básicos y, en muchos casos, en zonas que año con año sufren inundaciones, un ejemplo de esto es el predio Buena Suerte.

Para estas familias, la esperanza de acceder a una vivienda digna estaba puesta en el proyecto que viene gestionando desde hace varios años el Movimiento Antorchista ante el gobierno central de la capital, y el Instituto de Vivienda de la Ciudad de México (INVI), por lo que el subsecretario de la administración de Claudia Sheinbaum se había comprometido a otorgarles una vivienda, por ello el INVI también se había comprometido a adquirir un terreno en esa demarcación, para solucionar esta necesidad más que evidente.

La alcaldesa de Tláhuac se niega a garantizar vivienda popular aun cuando el proyecto no implica gasto alguno para la alcaldía y está plenamente financiado por el INVI.

Sin embargo, esta posibilidad fue cancelada de tajo por la actual alcaldesa, Berenice Hernández, quien se negó a otorgar la autorización correspondiente para la construcción de vivienda popular. Al negar el derecho a la vivienda, la alcaldesa está traicionando a los que la llevaron al poder.

Es importante señalar que esta negativa se da a pesar de que ni el terreno ni la construcción de las viviendas le costará un solo centavo del presupuesto de la alcaldía, puesto que todo el proyecto (terreno y construcción) sería cubierto íntegramente por el propio INVI, como préstamo a pagar por los beneficiarios, es decir, la alcaldía no tendría que destinar recursos públicos para esta operación. 

¿Cuál es entonces la razón de fondo para impedir que las familias pobres accedan a una vivienda digna y decorosa, como lo marca el artículo 4º de nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos? ¿No se está violando la Constitución?

El argumento utilizado por la alcaldía es que Tláhuac carece de servicios básicos, principalmente de agua potable. El director de Obras Públicas dijo en una reunión que “en administraciones pasadas el estiaje era temporal y para algunas colonias, y ahora el problema del estiaje se da en toda la alcaldía”, pero, por un lado, ese argumento se invalida cuando vemos que, al mismo tiempo, en Tláhuac se permite la construcción de “desarrollos residenciales” exclusivos en la avenida Guillermo Prieto, de la colonia Miguel Hidalgo, con viviendas que superan los cinco millones de pesos cada una, que contarán con todos los servicios y con agua suficiente, y por otro, es hasta una vergüenza que la 4T diga que ahora nuestros servicios están peor.

¿Qué no dijeron que ellos habían llegado para resolver lo que antes no se resolvía? ¡Que antes solo era pura corrupción! Y ahora, ¿a dónde va a parar todo el recurso de nuestros impuestos? ¿Qué se hace con el presupuesto de nuestra alcaldía? ¿Cómo es posible que nuestros servicios estén peor?

Para los pudientes, todo, pero a los necesitados se les niega la posibilidad de contar con una vivienda digna; a los desprotegidos, ni agua; a los adinerados, con sus proyectos de lujo, agua garantizada. Al negarse, la alcaldesa está condenando a las familias más pobres de Tláhuac a seguir viviendo en la marginación.

Ante esta situación, el Movimiento Antorchista, que desde hace años viene gestionando la construcción de vivienda para los sectores más pobres, ha decidido intensificar su lucha, como protesta por la insensibilidad y falta de empatía de la alcaldesa de Tláhuac, Berenice Hernández, hacia los pobres.

Para eso se han instrumentado, basados en nuestro derecho constitucional acerca de la manifestación, una serie de actividades como: distribución masiva de volantes que informen a la ciudadanía sobre la problemática; perifoneos en colonias populares, cadenas humanas, una marcha multitudinaria, y si no hubiera una propuesta de solución, reinstalaremos en las próximas semanas un plantón.

Estas acciones tienen como finalidad evidenciar que el gobierno de Tláhuac actúa con cerrazón e insensibilidad, privilegiando a los ricos y marginando a los pobres. Aunque he de decir que nuestra lucha también persigue otro objetivo: despertar la conciencia ciudadana y recordarle a la gente que la vivienda es un derecho por el que hay que luchar.

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