El joven comparte cómo su paso por el albergue le abrió camino a la educación, la cultura y nuevas oportunidades de crecimiento
La casa del estudiante nayarita Amado Nervo forma parte del proyecto educativo que el Movimiento Antorchista y la FNERRR realizan a lo largo y ancho del país. En cada casa hay historias de vida de jóvenes que llegan buscando un espacio no sólo para estudiar y culminar su carrera profesional, sino que, al conocer y comprender el noble objetivo de este proyecto, decenas de jóvenes han decidido colaborar y ponerse al frente de esta importante labor.
“Estoy seguro de que llegaremos a buen puerto y que pronto tendremos a los padres de familia celebrando las graduaciones de sus hijos como profesionales y humanistas”.
Conoceremos el caso de Adán González Conchas, que en este nuevo ciclo escolar tendrá una tarea diferente y es, precisamente, la responsabilidad de estar al frente de la casa del estudiante.
¿Quisiera conocer de primera mano, cuál fue tu primer acercamiento al proyecto de la casa del estudiante?
Conocí y escuché de la casa del estudiante en el 2010 en los recorridos que la activista de Antorcha realizaba por las comunidades de mi municipio. No pocas veces nos invitaba a acercarnos, a conocer, a considerar la opción del albergue, sobre todo cuando se acercaba el tiempo de ingresar a la universidad y que los gastos para mis padres serían muchos, pues en casa somos varios hijos y estábamos estudiando. Viendo la preocupación y mis ganas de estudiar, me incorporé a la casa en el 2015 y permanecí ahí mientras estudiaba.
¿Cómo te ayudó la casa para culminar tu carrera?
Primero, fue un sostén importante económicamente para mis padres porque la aportación semanal no era mucha y daba la oportunidad de que en mi casa mis hermanos no se quedaran sin comer. Luego, las instalaciones ayudaron para que estudiar y hacer tareas fuera sencillo, pues el ambiente entre mis compañeros siempre fue apto para eso.
¿Qué carrera culminaste y cuéntanos si aprendiste algo más aparte de gastronomía, que ese conocimiento lo adquiriste en la universidad?
Estudié gastronomía en la UTN y sí, además de eso en la casa nos brindaron talleres culturales. Ahí me di cuenta de que el teatro me gustaba y comencé a participar en sketch y también en baile; pude acercarme un poco a las bellas artes gracias a los profesores que ahí estaban. Acudimos a conferencias, conocimos a jóvenes de otros estados pero con metas similares a las mías.
¿Qué cambios encuentras ahora en el edificio de la casa?
El edificio es totalmente diferente. Es importante mencionar la labor que realiza el Movimiento Antorchista en cuanto a gestiones de obras para las comunidades, y más importante aún que gracias a este trabajo de gestión se haya logrado levantar un edificio que tiene todo lo necesario para el desarrollo estudiantil.
Este nuevo edificio tiene una inversión de 50 millones de pesos que se obtuvieron con un trabajo en colectivo, mítines, marchas y plantones, y fue en diecisiete años de trabajo constante. Los nuevos moradores tienen auditorio, cancha techada, biblioteca, sala de cómputo, internet, comedor con cocina adecuada, gimnasio; los cuartos tienen camas, sala, aire acondicionado, lavabos, lavaderos, todo está en óptimas condiciones.
¿Qué tarea realizarás ahora en esta nueva etapa de tu desarrollo personal?
Tendré una gran responsabilidad y es ser responsable del albergue. En este sentido comenzamos a trabajar desde semanas atrás con la difusión en redes sociales, en escuelas, con amigos y de todas las maneras posibles a nuestro alcance.
Estamos recibiendo ya a los jóvenes y tendremos 50 nuevos estudiantes que son en su mayoría de comunidades vulnerables de Rosamorada, Santa María del Oro, Del Nayar y La Yesca, principalmente, pero también llegarán de otros estados del país.
¿Consideras que este proyecto estudiantil ha cumplido su función contigo?
Sí. En muchos aspectos, sobre todo en que ahora estaré no como estudiante, sino que significa el escalar un poquito en mi desarrollo personal, poder ayudar a otros como otros me ayudaron a mí. Es una tarea que me empeñaré en realizar adecuadamente para que los nuevos moradores se sientan bien, que sus padres en sus comunidades estén tranquilos y seguros del desarrollo de sus hijos.
¿Deseas agregar algo más para quien nos lee?
Sí. Quiero invitar a la gente a que conozca el edificio y la forma de trabajo de la Casa del Estudiante Nayarita Amado Nervo, que sientan confianza y certeza de que sus hijos aquí estarán protegidos, comprendidos y ayudados en cada una de las dificultades que se les presenten. Estoy seguro de que llegaremos a buen puerto y que pronto tendremos a los padres de familia celebrando las graduaciones de sus hijos como profesionales y humanistas.
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