MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Sinaloa, en grave situación: desplazados, dengue y falta de obras

image

Las necesidades más urgentes de los sinaloenses no se están atendiendo a pesar de que están causando daños al bienestar de las familias a ojos vista. Curioso es que, en la época en que se bautiza con “Bienestar” hasta a la sopa.

El desplazamiento interno por la violencia está a la orden del día; el aumento de pacientes con dengue, también; las calles intransitables en colonias y ranchos de Culiacán y de toda la geografía estatal tampoco dan tregua. La situación es delicada porque a los males antiguos que ya tienen tiempo afectando al pueblo ahora hay que agregarle la carga de los nuevos. Veamos.

Somos el primer lugar nacional en tasa de letalidad del virus del dengue: en esta tierra es donde más se muere la gente a causa de este mal; ningún estado tiene más muertos que Sinaloa.

El desplazamiento forzado interno, como se le llama ahora a la expulsión violenta de la gente de sus hogares, ha seguido avanzando silenciosamente durante el último y convulsionado año.

La prensa local, nacional e internacional ha dado cuenta de ello: el 30 de noviembre de 2024, infobae.com reportó más de mil víctimas de este fenómeno; el 6 de julio de 2025, animalpolitico.com habló de 1 mil 250 expulsados; el 17 de septiembre de 2025, El Sol de Sinaloa reportó 328 familias desplazadas (dado el tamaño promedio de la familia mexicana, serían unas mil 200 personas) tan sólo en la última semana.

Muchas veces estos reportes se basan en los boletines oficiales de la Sebides (Secretaría de Bienestar estatal) que tienden a minimizar el problema, como suele hacer su titular, María Inés Pérez Corral, que siempre reacciona de modo soberbio descalificando todos los reclamos porque, según ella, está a punto de acabar la construcción de Jauja; pero cuando se ve de cerca a qué se refiere, se la encuentra sólo entregando despensas, cobijas y poco más. ¡Vaya paraíso!

Medios como Revista Espejo deciden no validar la versión oficial y reportan con más crudeza la situación. Por ejemplo, ayer, 30 de septiembre: “Solo de septiembre a diciembre de 2024, Sinaloa registró 6,476 personas desplazadas en seis eventos, más de los que el gobierno de Sinaloa ha reportado.” (Revista Espejo).

El día lunes 29 de septiembre acudí al Palacio de Gobierno del Estado con un grupo de personas expulsadas violentamente hace dos meses de Vainilla, Culiacán: era gente sencilla, trabajadora, limpia, como es la gente del campo, cuyos rostros gritaban de sufrimiento a cualquier observador atento; pero ante una escena tan conmovedora, ante el dolor intenso de las familias sólo se opuso un piquete de policías bloqueando la puerta de entrada a las oficinas desde donde se tira pura línea humanista.

Hoy mismo, una publicación de Facebook de Portal Capital informa sobre un desplazamiento de cientos de niños y jóvenes junto con sus familias que fueron expulsados de Eldorado y del bondadoso triángulo que inauguró López Obrador para tratar de maquillar con palabras la horrenda verdad que se vive ahí y hoy nos grita hasta ensordecer.

La propagación del dengue tiene vía libre en Sinaloa. Según reporte del Gobierno de México, en la semana epidemiológica número 38 llevamos 614 casos confirmados, sólo Veracruz, Jalisco, Sonora y Michoacán nos superan en número: somos el quinto lugar nacional en contagios. En el mismo reporte se puede ver que tenemos la tercera más alta tasa de incidencia a nivel nacional: se contagian diecinueve de cada 100 mil habitantes y, ponga el lector mucha atención: primer lugar nacional en tasa de letalidad del virus del dengue (www.gob.mx); en esta tierra es donde más se muere la gente a causa de este mal; ningún estado tiene más muertos que Sinaloa.

Ante este panorama y la falta de medidas preventivas en las comunidades de Culiacán, el día lunes 29 de septiembre un grupo de habitantes de Higueras de Abuya, Portacelis, Las Flores, entre otras, abordaron al secretario de Salud estatal, Cuitláhuac González Galindo, solicitándole que mandara urgentemente brigadas de fumigación para impedir la reproducción del mosco transmisor:

Sin embargo, este miembro del gabinete estatal, a las exigencias de compromiso y ante el azoro de los peticionarios, respondió que no podía dar las fechas en que irían a fumigar pues “hay un calendario” para ir a las comunidades. Increíble la falta de solidaridad y de reacción de quien tiene que cuidar la salud de la población en una de las entidades más azotadas por la enfermedad.

Las obras públicas que beneficien a comunidades rurales y colonias no se ven por ningún lado. En esta temporada de lluvias se vuelven a formar ríos peligrosos aquí y allá, aguas negras escupidas por las sobrecargadas y tapadas cañerías hieden por todo el estado, al tiempo que lodazales gigantescos se forman en las calles de barrial que menudean en colonias y ranchos. Y así pudiéramos seguir, pero el lector encontrará fácilmente cómo alargar la lista.

Mientras en los problemas descritos no se invierte del recurso de los impuestos más que una parte insignificante, se ve que a nivel local y nacional hay grandes obras que absorben decenas de miles de millones de pesos: puentes, ampliaciones de carreteras, nuevos trenes, subsidio del Tren Maya y del AIFA que no se autofinancian, etcétera. La deuda de más de 2 mil millones de pesos que adquirió este año el gobierno estatal tampoco va a las necesidades de los más desamparados.

Sí, por un lado, al gobierno local no le interesan los asuntos arriba planteados o cree que hay prioridades entre las cuales estas no se encuentran y, por otro, el gobierno federal, con todo y lo “humanista” que es, no alcanza a ver que las necesidades de la mayoría de los sinaloenses están olvidadas, entonces, sólo queda que los olvidados se levanten y exijan que les den lo que es suyo, como dijo Mediz Bolio.

¿O acaso el sinaloense no sabe defender sus derechos? ¿Dejará que se pisoteen estos uno tras otro o saldrá a las calles a exigir la atención que merece?

Desplazados, enfermos, gente que camina entre el lodo y el drenaje, todos los que padecemos algún mal de muchos: hay que ser conscientes de que somos, todos a una, víctimas del mismo sistema que consiente a algunos millonarios, pero deja los efectos de la violencia y de todo tipo para la mayoría, los sufrimientos para todos y los privilegios para unos cuantos.

Todas las víctimas de uno u otro problema somos en esencia de la misma clase social y, como tal, hay que unirnos para defendernos y cambiar la situación con acciones conjuntas, cada vez más extensas y profundas, para lograr que el pueblo aleccionado y organizado tome lo más pronto posible el poder de este país. Que el dolor de hoy nos haga reaccionar.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más