Alguna vez escuché decir, que el problema siempre es uno, que lo demás, son sus consecuencias, y yo soy de este parecer. Por eso creo que muy mal andamos cuando, confundiendo las consecuencias con los problemas, hay quienes están enfrentando a la opinión pública en batallas que sólo distraen y confunden, y que por lo mismo, nos alejan de la esencia de los problemas y esconden las verdaderas soluciones.
Me explicaré. A raíz del triunfo electoral de la corriente morenista, en Colima se han estado ventilando en todos los medios, dos maneras de ver los principales problemas que afectan a la vida social de los colimenses; estas dos maneras son, por un lado, la opinión que intentan imponer los dos poderes que se consideran fácticos de Morena en el estado, es decir la Licenciada Indira Vizcaíno y los representantes de la mayoría del Congreso local, y por el otro, la que han sostenido desde antes, las otras corrientes partidistas contrarias, de la cual también es partidario el Gobernador del Estado. Y como dije, sólo confusión, distracción y angustia están generando entre las familias colimenses. Es esto lo que hace necesario ahora hablar sobre este tema.
Dos son los temas que están calentando ahora el ambiente político de Colima: uno, es el que tiene que ver con la caseta de peaje de Cuyutlán, donde el Gobernador y sus partidarios insisten en un proceso jurídico y legal para retirarla definitivamente de la autopista, mientras que la Licenciada Indira Vizcaíno y Morena, parece que ya pactaron con la empresa operadora de la caseta, pues, aunque dicen lo contrario, ya anunciaron que la caseta seguirá operando, a condición de que disminuya el costo de peaje, de 130 a 45 pesos por auto exclusivamente colimense. ¿Qué buscan realmente con estas propuestas?
El otro tema es, como ya se veía venir, la promesa incumplida - hasta ahora -, por parte de los diputados locales de Morena que, de acuerdo a la famosa "Ley de Austeridad republicana" promovida por su bancada en el Congreso de la Unión, prometieron también, como lo hizo AMLO, reducir su dieta, es decir, su salario. Sin embargo, esto fue lo que dijeron al respecto el coordinador de la bancada morenista Miguel ángel Sánchez, así como el diputado Vladimir Parra, en una entrevista radiofónica en el noticiero "Nuestras Noticias", el pasado 15 de octubre, cuando se les preguntó sobre el asunto de sus percepciones salariales, ya que hasta el momento son las mismas que tenían los integrantes de la Legislatura anterior de mayoría priista: ¡"son los medios de comunicación, los llamados chayoteros, que no tienen nota, que no tienen noticia, no tienen nada que hacer y están provocando el cuento mediático"! Caray, qué geniecito se cargan ahora, pero, ¿qué culpa tienen los medios en todo esto? Cada vez se les entiende menos.
Pero hoy no entraré en detalles, ya habrá tiempo para ello. Lo que hoy quiero decir, se relaciona con los últimos datos publicados por la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), en el mes de octubre. Este reporte nos dice que, al mes ya señalado, los colimenses en edad de trabajar eran 579 mil 261, pero se reporta que de ellos, solamente 375 mil 707 estaban ocupados; esto significa que, 203 mil 554 colimenses, o sea el 35 por ciento de los colimenses que podían trabajar, están desempleados. El mismo reporte dice que de los colimenses empleados, son 170 mil 933 los trabajadores que reciben como salario menos de 160 pesos al día, esto es, menos de 4,480 pesos por mes; mientras que otros 140 mil 154 trabajadores ganan de dos a cinco salarios mínimos, esto es, aproximadamente, menos de 12 mil pesos al mes. La suma total de estos trabajadores colimenses, nos da 311 mil 087, es decir, el 54 por ciento de todos los que están en edad de trabajar.
Ahora termino con mi idea. Sostengo que los problemas fundamentales de los colimenses no son, como se ha querido hacer creer, ni la caseta de peaje de Cuyutlán ni el incumplimiento de los diputados morenistas. Digo que el problema del alto costo del peaje de la caseta refleja también, el poco, poquísimo salario que reciben los trabajadores. Al margen de la ilegalidad o no, que comete la empresa operadora de la caseta, la mayoría de los verdaderos inconformes son los trabajadores más pobres, aquellos que con su raquítico ingreso - cuando lo tienen -, no les alcanza ni para los gastos mínimos de la familia, mucho menos para pagar peajes cuando viajan. ¿Cuándo ha visto usted, amable lector que los empresarios ricos o acaudalados colimenses, liberen la caseta de Cuyutlán porque se nieguen a pagar el peaje? Lo dicho, el problema esencial no es lo que cobre la caseta de peaje, el problema es que los trabajadores y sus familias no ganan lo suficiente para pagar.
Por otro lado, está la afrenta de los diputados morenistas, que ahora hasta se indignan con los medios cada vez que se les recuerda su promesa de reducirse el salario. Y otra vez, aquí sostengo que el problema no es lo que ganen o dejen de ganar estos señores de la cuarta transformación. Ellos pueden ganar lo que se les antoje, si para eso ganaron, faltaba más. Lo que ya no está bien, es que por un lado anden vociferando lo que no pueden cumplir, y por el otro, que no digan ni pío, acerca de la falta de empleo y los bajísimos salarios que padecen, como ya vimos, la mayoría de los colimenses. Y si los señores no entienden bien lo que digo, entonces nada más que le pregunten a su compañero, el diputado Guillermo Toscano, cómo hacía para sobrevivir con su salario de maestro de Tele bachillerato Comunitario (TBC); que compare los 11 mil pesos mensuales que ganaba con los cerca de 89 mil 678 pesos que ahora recibirá por mes, y todo, por obra y gracia de un "Tsunami". Este señor sí que debería saber lo que son el desempleo y los bajos salarios, ¿Se cambiaría a Morena seducido por la "Austeridad republicana"? Ya veremos.
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