El Paquete Económico 2026 presentado por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) al Congreso de la Unión es un documento que tiene tres componentes principales: Criterios Generales de Política Económica, Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación y Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF).
La situación actual es preocupante porque cada peso destinado al pago de intereses es un peso menos disponible para hospitales, medicamentos, escuelas o proyectos de infraestructura.
Es el primero elaborado en su totalidad por la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum y resulta una herramienta útil para analizar el rumbo que en materia fiscal y política le imprimirá la presidenta a su gobierno, porque define cómo se obtendrán y utilizarán los recursos públicos del país.
La propuesta de presupuesto para 2026 revela que la tendencia del gobierno será el incremento sostenido de la deuda pública; en el Paquete Económico 2026 se prevé que el endeudamiento alcance 20 billones 300 mil millones de pesos, equivalente al 52.3 % del Producto Interno Bruto (PIB).
Dicho de otra manera, es poco más de la mitad del tamaño de la economía mexicana, además, se trata del máximo histórico en los últimos 35 años al superar los 20 billones de pesos de deuda.
Para tener una idea más exacta de lo que esto representa y dimensionar el tamaño de las obligaciones de pago que tendrá el gobierno el próximo año, nos sirve el ejercicio de dividir el total de la deuda entre la población mexicana y tenemos como resultado que cada ciudadano cargaría con una deuda de 151 mil pesos para 2026.
Lo peor es que, lejos de disminuir, nos encontramos con un endeudamiento en rápido crecimiento; entre el cierre de 2024 y del próximo año 2026, la deuda por persona habrá aumentado 5.1 % en términos reales, que equivale a 7 mil pesos adicionales por habitante en sólo dos años.
Otro comparativo que permite dimensionar el ritmo acelerado de endeudamiento es el hecho de que en 2026 el gobierno contratará deuda por 4 mil 349 millones de pesos por día, lo cual equivale a comprar diariamente unas 2 mil 175 casas con un valor aproximado de 2 millones de pesos. Este ritmo de endeudamiento es incluso superior a los 4 mil 274 millones diarios estimados para 2025 (México Evalúa, 11 de septiembre de 2025).
Esta tendencia a endeudar cada vez más a los mexicanos se agudiza en el sexenio de AMLO, quien recibió una deuda histórica de 10 billones 500 mil millones de pesos generada por todos los gobiernos de 1946 a 2018, es decir, fue la deuda que dejaron doce presidentes en 72 años, incluidos los más corruptos, que los hubo sin lugar a dudas.
Según el diario La Jornada del pasado primero de julio, la deuda en el sexenio de AMLO alcanzó 17 billones 700 mil millones de pesos, lo que significa que el presidente que prometió, juró y perjuró todos los días de su sexenio no endeudar al país terminó su periodo con un incremento de 7 billones 200 mil millones de esa pesada loza; al sumarle la contraída en 2025 y la proyección 2026, la administración de Claudia Sheinbaum la incrementará en 2 billones 600 mil millones.
Con estas cifras, en sólo ocho años los gobiernos morenistas alcanzarán la cifra histórica de 20 billones 300 mil millones de pesos como deuda.
El tema de la deuda del gobierno se está convirtiendo en un grave problema para el crecimiento y el desarrollo económico del país que, en el primer caso, de 2019 a 2026 será en promedio del 1 %, a pesar de haber gastado en los últimos ocho años 67 billones de pesos, es decir, 67 millones de millones de pesos; el crecimiento requerido es de cuando menos del 4 %. Igualmente, la deuda impacta en el desarrollo, en la proyección de 2026 representa el 4.1 % del PIB.
Aunque se trata de un gasto ineludible, pues no se puede suspender, su magnitud actual es superior al gasto que se tendrá en salud (2.6 % del PIB), educación (3.3 %) e inversión física (2.5 %).
Esto refleja el peso cada vez mayor que tiene la deuda sobre el desarrollo de México y es preocupante porque cada peso destinado al pago de intereses es un peso menos disponible para hospitales, medicamentos, escuelas o proyectos de infraestructura.
Como sabemos, el desarrollo social y económico de un país depende, en buena medida, de la situación de sus habitantes en materia de empleo, salud, educación, vivienda y acceso a los servicios públicos básicos como agua potable, electricidad y alcantarillado.
En México, el desempleo alcanza al 56 % de la Población Económicamente Activa; existen 71 millones de mexicanos sin acceso a la seguridad social; hay una deserción escolar de casi un millón de estudiantes y un rezago educativo de 25 millones de mexicanos sin concluir la educación básica; el déficit de vivienda en nuestro país se estima en 8 millones 500 mil viviendas; 35 millones de ciudadanos viven con escasez extrema de agua y 43 millones con disponibilidad baja.
Lo peor está por venir, la tendencia de los gobiernos morenistas es la deuda cada vez mayor que impide un crecimiento y desarrollo sostenidos, es necesaria una reforma fiscal progresiva que no está en los planes de los neoliberales embozados que hoy gobiernan nuestra patria.
La educación política y la conciencia de los mexicanos siguen siendo los elementos necesarios para cambiar el desastre que Morena ha hecho del país. Que conste.
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