En el municipio de Valle de Santiago, en el estado de Guanajuato, el presidente municipal morenista Israel Mosqueda Gasca viola los derechos sociales y niega servicios básicos a los vecinos de la colonia Manuel Serrano Vallejo, en contubernio con el gobierno estatal panista. Aquí sucede como dice el refrán: “Dios los cría y ellos se juntan”, pero contra el pueblo.
El ataque oficial que estos humildes ciudadanos presintieron que se llevaría a cabo contra ellos en su colonia, lo están sufriendo ahora con más ferocidad y violencia en el plantón que mantienen frente al palacio municipal.
La colonia Manuel Serrano Vallejo es un asentamiento popular legalmente creado desde hace diez años, gracias únicamente al esfuerzo organizado de sus humildes pobladores. Esto es así porque, antes de eso, los fundadores de la colonia fueron despojados con trampas legaloides, por personas con mucho poder, de un predio de su legítima propiedad que habitaban desde hacía décadas. La lucha organizada del Movimiento Antorchista Nacional logró que el gobierno federal accediera a reparar el daño sufrido otorgándoles un nuevo predio, el mismo donde hoy se asienta la colonia. Esto demostró, finalmente, que el despojo fue un vil atropello al pueblo humilde.
Pero tal vez esto no gustó nada a quienes se sienten dueños de Valle de Santiago. Como dije, los humildes vecinos han hecho de todo ante las autoridades correspondientes, conforme a los artículos 8° y 9° de la Constitución, para dotar a su colonia de los servicios básicos. Así lograron el tazado de calles, la electrificación, el alumbrado y el agua potable.
Pero cuando solicitaron el drenaje y dos aulas para la escuela primaria de la colonia, a pesar de que Israel Mosqueda se comprometió reiteradamente a resolver tan elementales necesidades, al mismo tiempo emprendió una serie de ataques verbales contra la organización de la colonia, usando disidentes comprados ex profeso, negando luego todo tipo de servicios en tanto los vecinos no abandonaran la organización que los acompañó desde su origen. Y así lo denunciaron.
Ante el peligro inminente que veían caer sobre ellos, las humildes familias respondieron instalando un plantón permanente frente a la presidencia municipal, en demanda de diálogo, respeto y solución a las demandas ya dichas. Y hasta el día de hoy, ahí están sin ser atendidas, donde cumplen ya más de veinticinco días con sus noches.
Pero el ataque oficial que estos humildes ciudadanos presintieron que se llevaría a cabo contra ellos en su colonia, lo están sufriendo ahora con más ferocidad y violencia en el plantón que mantienen frente al palacio municipal. Hay cerrazón al diálogo y negativa total de solución; hay persecución y campaña mediática contra los líderes del movimiento; hay amenaza permanente de desalojo con el uso de la fuerza pública y agresión constante de golpeadores contratados por el presidente municipal. Todo esto dice claramente que la denuncia de los humildes colonos era cierta.
Pero, dado que lo único que buscan estos humildes guanajuatenses es sólo respeto y solución a sus demandas, ante la actitud represiva del presidente municipal buscaron el amparo de su gobierno estatal. Pero esto fue algo así como quejarse con Poncio de lo que hacía Pilatos. Lo que demuestra que, cuando menos por lo que se ve hasta aquí, en el ataque a la organización de los colonos de la Manuel Serrano Vallejo, el gobierno estatal y municipal van juntos.
Fue el jefe de asesores de la Secretaría de Gobierno de Guanajuato, licenciado Baltazar Zamudio Cortés, quien cumplió la insolente tarea de mostrar el cobre. El funcionario atendió el 13 de junio de 2025 a una comisión de las familias de los manifestantes, cuando ya tenían diecinueve días en plantón y los golpeadores del presidente municipal ya los habían agredido, y sólo los recibió para comunicarles que “no había sido posible entablar comunicación con el edil”.
¿De ese tamaño es el poder estatal en Guanajuato? He aquí la muestra de que el gobierno está de acuerdo con la actitud represiva de Israel Mosqueda contra los humildes colonos.
Es por esto, y porque las necesidades de las familias de la colonia Manuel Serrano siguen esperando solución, que a los humildes colonos, y a todos los antorchistas del país que con ellos nos solidarizamos, ya sólo nos queda esperar la urgente intervención de la gobernadora del estado, licenciada Libia Dennise García Muñoz Ledo.
En los próximos días, una comisión numerosa de colonos acudirá a Palacio de Gobierno en búsqueda de una audiencia con la mandataria estatal, para pedir su intervención en tan delicado suceso y solución a sus necesidades. Esperamos que aquí, en la sede del máximo poder estatal, no encontremos la misma cerrazón con la que hasta ahora nos hemos topado. Los antorchistas de todo el país estaremos atentos a los resultados.
Pero no estemos tan tranquilos el resto de los mexicanos. Guanajuato no es la excepción. Cervantes ya dijo en El Quijote, por voz de Sancho Panza, que “dos linajes solos hay en el mundo, el tener y el no tener”; y Lenin, al explicar la teoría de la lucha de clases de Carlos Marx, la complementó con la siguiente sentencia: “…en cualquier sociedad, las aspiraciones de los unos chocan abiertamente con las aspiraciones de los otros”.
En todo el país, y seguramente también en el mundo entero, los intereses de los unos, es decir, los que tienen de sobra para vivir, usarán siempre el poder que ejercen sobre los gobiernos de todo tipo contra el interés de los otros, o sea, los que no tienen ni lo elemental para sobrevivir, buscando en todo momento someterlos por la fuerza. No hay de otra.
Por eso resulta aquí tan relevante el ejemplo de lucha organizada que nos están dando los compañeros de la colonia Manuel Serrano Vallejo de Valle de Santiago, Guanajuato. Para defendernos del maltrato y sometimiento de los poderosos, no hay más remedio que la organización y la educación política de los oprimidos. Sigamos pues trabajando en eso.
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