Las lluvias agravan los derrumbes y las comunidades indígenas reclaman atención oficial ante el peligro y el abandono
Durango, Dgo. En el tramo que conecta el municipio de Mezquital con la localidad de La Guajolota, los conductores se enfrentan a un riesgo constante: grandes piedras desprendidas de los cerros obstruyen el camino, obligándolos a reducir la velocidad o realizar maniobras peligrosas para esquivarlas.
Los derrumbes, frecuentes en la zona, se agravan durante la temporada de lluvias, dejando algunos tramos intransitables para vehículos pequeños y provocando daños como ponchaduras de llantas o averías.
Aunque la sierra de Mezquital ofrece paisajes impresionantes en esta época del año, los habitantes de las comunidades indígenas de la región viven con la preocupación latente de los deslaves y el deterioro acelerado de los caminos.
Pese a ser un problema recurrente desde hace años, la falta de mantenimiento por parte de las autoridades ha dejado a los pobladores resolver por su cuenta: retiran piedras y tierra manualmente, usando palas o incluso arrastrando los escombros con sus propias camionetas. Además, se organizan para alertar a los conductores sobre los tramos más peligrosos y evitar accidentes.
Al respecto, Jesús García, líder antorchista de la zona, hizo un llamado urgente a las autoridades para que atiendan el mantenimiento, mejoramiento y rehabilitación de estas vías, vitales para la conectividad de la zona. Sólo pedimos que nos apoyen para evitar tragedias y garantizar un tránsito seguro, expresó.
Hasta ahora, la solución ha dependido del esfuerzo comunitario, pero los habitantes insisten en que se requieren acciones concretas y permanentes para resolver un problema que, con cada temporada de lluvias, pone en riesgo vidas y limita el acceso a servicios básicos.
Mientras las piedras sigan cayendo y los caminos se sigan erosionando, la paciencia de los pobladores se agota, esperando que, esta vez, su voz sea escuchada.
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