El proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 fue entregado el 8 de septiembre por la Secretaría de Hacienda para su discusión y su aprobación por la Cámara de Diputados a más tardar el próximo 15 de noviembre, por los próximos días serán claves para que la sociedad civil, el pueblo, se manifieste y ejerza presión para que el PEF 2020 sea distribuido de mejor manera, donde los pobres sean los beneficiados y no donde se permita que siga incrementando la pobreza en México, tal y como indica el paquete económico propuesto por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
En esta ocasión, quiero dar algunas opiniones sobre cómo ve Andrés Manuel López Obrador a los pueblos indígenas en el presupuesto para el 2020. Para esto, es necesario citar algunas palabras que el ahora presidente de México dijo el 21 de diciembre de 2018 al presentar el Programa Nacional de los Pueblos Indígenas, en resumen, dijo: "se trata de destinar apoyos, recursos –a los pueblos indígenas-". La presentación del Programa se realizó en el municipio oaxaqueño de Santa Lucía, ahí el presidente dijo: "vamos a escuchar a todos, vamos a respetar a todos, pero le vamos a dar preferencia a la gente humilde. Pero de todos los pobres, la preferencia la van a tener los pueblos indígenas".
Veamos. Al menos en Chiapas, Veracruz, Guerrero y Oaxaca, la población indígena es tres veces más pobre que la no indígena, así lo demuestran cifras oficiales del INEGI, pero esto, en el gobierno de la autodenominada "Cuarta Transformación" no es suficiente para cumplir la palabra del presidente; AMLO les mintió a los indígenas de Santa Lucía del Camino, es falso que haya preferencia a los pueblos indígenas, es mentira que les vayan a destinar más recursos. Lo anterior lo digo porque en el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2020 proponen un recorte del 41% a los recursos del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI). Ninguna explicación hasta ahora ha suficiente, veremos si López Obrador explica mejor este golpe a los indígenas, que para dar explicaciones a las equivocaciones de su gobierno ha demostrado ser bueno, al menos.
Una de las explicaciones, por ejemplo, es que además del presupuesto para el INPI existe también un presupuesto alterno en 16 dependencias federales donde se contempla el desarrollo de los pueblos indígenas y que en ese presupuesto sí hay un incremento de 88 mil a 100 mil millones de pesos: humo para los pobres. Lo cierto es que esa estrategia de destinar recursos para un determinado sector a través de las dependencias federales ha mostrado a todos que no funciona, los indígenas de hace diez años, hoy están en pobreza extrema y si no, basta con ir a ver la situación en la que viven los indígenas de la sierra de Guerrero.
Esta forma de aplicar el recurso no favorece a las comunidades indígenas, porque las Secretarías utilizan el dinero para hacer grandes obras carreteras, autopistas, obras mediáticas que de ninguna manera resuelven el problema de los pobres en materia de caminos en sus pueblos, de centros médicos, agua potable, drenaje y alimentación, por mencionar algunos; hace falta, entonces, una mejor distribución del gasto público. La marginación histórica ha oprimido a los más de 80 millones de pobres en todos sus ámbitos: salud, educación, alimentación, vestido, etc. Las malas políticas gubernamentales han impedido que los pueblos originarios se liberen de la explotación de los que ahora conforman el 1% más rico de todo el mundo.
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