Este 18 de agosto vamos a conmemorar 19 años de progreso y bienestar no solo para los habitantes de Chimalhuacán, sino para todos los mexiquenses, que a lo largo de casi dos décadas han obtenido agua potable, drenaje, energía eléctrica, pavimentaciones, escuelas, unidades deportivas, hospitales, apoyos a la vivienda y una mejor vida y educación para sus hijos. Son 19 años de crecimiento y consolidación del Movimiento Antorchista en el Estado de México, que avalan que es la única organización social que da su tiempo, sus fuerzas e incluso su vida, para resolver los problemas que afectan a la gente más humilde, además de generar conciencia de que otra mejor sociedad es necesaria y posible, al unir a todos los que menos tienen y con esa fuerza, instaurarla.
A lo largo de la historia de Antorcha, la gente que ha estado en el poder, durante 45 años, ha implementado diversos ataques para acabarla o en su defecto reducirla, sin embargo, de cada agresión o embate, Antorcha, por ser del pueblo y para el pueblo, ha salido avante, su trabajo y dedicación por politizar a los mexicanos está avanzando a pasos colosales, por eso no es de extrañar que dentro de sus filas a nivel nacional se encuentren tres millones de mexicanos que quieren una patria más justa.
¿Por qué crece? ¿Por qué se agiganta cada día más? La respuesta nos la da la historia en la que han vivido y viven millones de pobres, las injusticias por las que han pasado y por las que actualmente pasan, hacen que la gente se una con el propósito de que su familia viva mejor, sin embargo, siempre hay personas que desean que la gente no se una y obedezca sin la menor chispa de oposición a su mandato, la lucha de clases siempre ha existido y lo que pasa hoy, así como pasó hace 19 años en Chimalhuacán, es prueba de ello.
Qué pasaba antes del 2000 en Chimalhuacán, reflejo palpable de lo que acontecía en los municipios mexiquenses y en el país. Entonces como ahora, no había obra pública, la gente ya agobiada por la pobreza de por sí, tenía que vivir sin los servicios más elementales y, peor aún, vivía a disposición de lo que dictaba el gobierno en turno de Guadalupe Buendía Torres, mejor conocida como "La Loba", la gente cansada de sus fechorías volteó la mirada hacia el dirigente del Movimiento Antorchista, Tolentino Román Bojórquez, votó por él y con el apoyo del pueblo ganó la presidencia municipal.
Hace 19 años, el 18 de agosto del año 2000, Crescencio Sánchez Damián, vecino de Azotlán, junto con 49 de sus compañeros del noreste mexiquense se dirigieron a la toma de protesta del nuevo presidente municipal, el dirigente antorchista Tolentino Román Bojórquez, con gusto y con una bandera de Antorcha en la mano para festejar que era el primer municipio en la entidad que iba a gobernar la organización de los pobres de México. Mujeres con sus niños y trabajadores llegaron al jardín municipal, esperaban ansiosos el evento político y cultural, sin embargo, no empezaba, de repente; de la azotea de la presidencia municipal de Chimalhuacán, dispararon un cohetón, lanzaron inmediatamente bombas molotov caseras y una lluvia de rocas, fue la señal para que decenas de gatilleros, encabezados por la Loba, dispararan sobre la gente inerme.
Cientos de personas corrieron, buscaron la salida para no caer abatidos, los esbirros de la Loba se apoderaron del jardín municipal para destrozarlo, quemar varios autos, hacer desmanes y rematar a los heridos. Durante todo ese tiempo, a dos cuadras del jardín se encontraban dos contingentes de granaderos que Antorcha había solicitado para salvaguardar la seguridad de los asistentes ante las amenazas de La Loba de impedir la toma de protesta, nada hicieron, se quedaron firmes, esperaron que los gatilleros matarán a la gente.
Crescencio se encontraba en las escaleras del quiosco de jardín, cayó herido envuelto en una bandera de Antorcha. 10 muertos y 100 heridos el resultado de la masacre. El gobierno corrió la versión de que fue un enfrentamiento, todos los medios daban esa versión, el propósito era desacreditar a Antorcha y acabarla, sin embargo, las pruebas –análisis criminalísticos, testigos, heridos y muertos- más los videos, probaron que fue una emboscada, que el gobierno del estado la permitió con el propósito de desaparecer a Antorcha, que ya no tuviera ese arrastre social que la estaba haciendo crecer, o en su defecto, minimizarla.
Nada de eso sucedió, Antorcha se levantó, su labor y trabajo diario han generado que miles y miles de personas la sigan, saben que organizados no solo pueden cambiar su entorno social, sino que pueden cambiar el sistema económico en beneficio de la gente humilde, por ello, la historia de Chimalhuacán cambió y pasó de ser el municipio más atrasado y con el mayor número de pobres en el Estado de México, a ser una demarcación en donde la gente goza de todos los servicios públicos, ocho universidades y unidades deportivas con destacados atletas que inclusive participaron en los Juegos Panamericanos de Lima 2019.
Pero el trabajo de Antorcha abarcó mucho más, creció en Ixtapaluca (segunda alcaldía gobernada por Antorcha), Los Reyes La Paz, Texcoco, Ecatepec, Nicolás Romero, Toluca y en 100 municipios más, su labor ha llevado mejores niveles de vida a cientos de miles de mexiquenses, sin embargo, falta ir más allá, el gobierno lo sabe y hoy, como hace 19 años, ha organizado un ataque mediático (orquestado desde el ejecutivo federal) que pretende desacreditar al Movimiento Antorchista y con ello preparar un ataque aún más brutal que el del 18 de agosto del año del 2000; sabe que la gente unida, organizada y politizada puede cambiar el destino del país y ello afectaría los intereses económicos de la gente en el poder, por eso el Presidente de la nación una y otra vez, con su eterna perorata contra la corrupción, trata de meter con calzador a Antorcha dentro de ella.
Vanas ilusiones, acusaciones, más que falsarias, todas sin sustento. Antorcha, con mucho ahínco y con el trabajo de sus activistas, ha creado negocios, todos lícitos y dentro del marco de la ley, su pecado no son los negocios ni las gestiones que hace a favor de la gente, su pecado es organizarla y querer instaurar una sociedad más justa y equitativa, el gobierno lo sabe, pero el pueblo también.
Hoy, como hace 19 años, la desigualdad social crece a pasos agigantados y las políticas de Obrador, más que ayudar a la gente pobre, hacen que se consolide la clase en el poder, es así como más de 54.2 millones de mexicanos no tienen ni para comer y resolver la educación de sus hijos y la salud de sus familias, en contraste, unas pocas manos se apropian de la riqueza social que se genera en el país. Hoy, como ayer, el gobierno prepara una andanada de golpes con la intención de acabar con Antorcha, pero igualmente el pueblo se unirá más contra las injusticias sociales, tiene plena confianza en Antorcha y la defenderá. Habrá, si así lo quiere el gobierno, nuevos mártires y con ellos el crecimiento de Antorcha y la consolidación de un sistema económico en el que todo mundo, tenga pan y vestido, estudio y hogar.
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