El pasado jueves 29 de junio a las 23:30 horas fue acordado por el Consejo Ciudadano del Transporte Público Sustentable (CCT), el aumentó del 64% de la tarifa del transporte público para las ciudades de Hermosillo, Ciudad Obregón, Navojoa y Guaymas, al pasar de 7 pesos a 11:50. Pero los concesionarios no están conformes con el incremento autorizado, dicen que lo que se requiere para poder funcionar como lo marca la norma es de 13 pesos. Fue curioso que unas horas antes de aprobar el incremento, la Gobernadora Lic. Claudia Artemisa Pavlovich Arrellano subiera a un camión de la ruta 16 y constatara el pésimo servicio, que van desde vidrios rotos, luces interiores; hasta exteriores en mal estado y sin refrigeración, y con la "novedad" que en estos días el termómetro ha llegado a marcar los 48° centígrados.
En estos días el tema de opinión en la capital es sobre si los usuarios están de acuerdo en el aumento del precio del pasaje; la inmensa mayoría rechaza el incremento con diversos argumentos, de los cuales los más recurrentes son: no se justifica por ser un mal servicio, malas condiciones de las unidades, falta de aire acondicionado, el gobierno debe invertir más para subsidiar el servicio, el bajo salario. Lo cierto es que todas las opiniones vertidas por la población son ciertas, ya que son sacadas de la vida diaria de la realidad misma.
Se ve que la autoridad no va echar marcha atrás a la medida tomada, hay muchas voces que se adelantan a señalar que nuevamente se montó una obra de teatro para confundir a la población una vez más, ¿por qué se menciona esto? Dice la Voz Populli que todo fue planeado; el día que la Gobernadora decide subirse al transporte público, se da la alza del pasaje, a los días siguientes salen los empresarios a decir que no están de acuerdo en la medida, ya que se quedó corta, estando así las cosas ¿que se espera?, que salga una autoridad mediadora, justiciera, para resolver el conflicto, mediar significaría, no aceptar que no se suba el pasaje, tampoco lo que piden los concesionarios, es decir una medida Salomónica, la mitad, y al final del día aumento y más aumento, que este es el objetivo de la autoridad, además de quedar como la defensora de los intereses del pueblo la autoridad quedaría bien vista; como se titula una obra de teatro: marido engañado, apaleado y contento, así quedarían los usuarios del transporte. No pasó mucho tiempo para comprobar que la obra de teatro fue una realidad, este 4 de julio en el trascurso del día, salió la Gobernadora a decir que se escuchó a todas las partes y que desde luego no está de acuerdo con ninguna de ellas y propone que si haya aumento pero que sea de nueve pesos. Es decir queda como lo que decíamos: la defensora de los usuarios del transporte público. Lo cierto es que como se le quiera ver, es una raya más al bolsillo de los más pobres.
La población debe tener conciencia que el gobierno debe destinar más recursos para subsidiar el pasaje, para modernizar las unidades, abrir rutas nuevas, renovar el parque vehicular, incrementar con unidades nuevas, etc. Pero esto no se hace porque lo que menos les importa es beneficiar a los más necesitados, lejos de apoyar a los parias, nos echan humo a los ojos haciéndonos creer que no es su responsabilidad en esta prestación del servicio y además se nos presentan como nuestros defensores, cuando ellos, son los responsables de esto y nadie más que ellos, si verdaderamente nada tuvieran que ver, entonces que no publique la Gobernadora dicho acuerdo y no entraría en vigor, es decir no habría alza, aquí se demuestra que la autoridad estatal sí es responsable de este incremento.
Pero que estamos haciendo como sociedad, casi nada para ser franco, lo más significativo son los comentarios en las redes y un grupo de ciudadanos que se han manifestado en el cruce de la avenida Rosales y Luis Encinas, ¿pero esto verdaderamente va hacer que la autoridad cambie su política, de joder al pobre y ayudar al rico? Claro que no. Lo que debemos entender la clase pobre, es que si no nos organizamos y nos defendemos nosotros nadie lo hará en nuestro lugar.
Por ello el Movimiento Antorchista Nacional lleva 43 años luchando contra la pobreza en México, a eso llamamos a los sonorenses a organizarnos, educarnos y luchar contra esta y otras injusticias y a crear una fuerza social que más temprano que tarde le diga a los políticos de hoy: hágase un lado, que aquí está el pueblo presto para demostrar cómo se gobierna.
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