El pasado 17 de julio se celebró con danza y poesía la culminación del ciclo escolar 2022-2025 del Centro de Bachillerato Tecnológico Agropecuario (CBTA) Huitzililla, que se ubica en el municipio de Ayala, Morelos, y cuya generación recibió el nombre de: “Divulgar la cultura es defender a la patria”.
Para muchos puede ser una clausura común, como las que cada año se realizan al culminar un ciclo escolar; sin embargo, me atrevo a escribir de este tema por sucesos que han estado ocurriendo a escala mundial y porque es importante explicar al público algunos aspectos relacionados con el nombre de esta generación.
La educación mexicana enfrenta varios desafíos porque el gobierno sólo invierte el 3.2 % del total del Producto Interno Bruto (PIB), lo que está por debajo de la media que, según expertos en la materia, recomiendan que sea mínimo del 4 %.
El CBTA Huitzililla está ubicado en una zona rural, donde para poder seguir estudiando el nivel medio superior, los jóvenes deben viajar horas para poder acceder a un centro con las características que este tiene y que ha sido producto del esfuerzo de los mismos alumnos, sus padres y la guía del Movimiento Antorchista en el estado.
El proyecto nació hace seis años y aún se sigue luchando para poder culminarlo. La institución no cuenta todavía con terreno ni con instalaciones propias en las que los alumnos y maestros puedan desarrollar sus actividades académicas, artísticas y deportivas.
A pesar de la lucha y las gestiones que se han llevado a cabo, las autoridades no hacen nada al respecto para apoyar a los jóvenes de esta región; no se tiene una respuesta concreta respecto al terreno y, menos aún, para la construcción de la infraestructura física.
Esta situación perjudica de manera significativa el desarrollo académico de los jóvenes y no les permite acceder a una educación de calidad. Los jóvenes reciben clases en las instalaciones prestadas de una escuela telesecundaria, lo que complica un poco más las cosas.
Sabemos que estos problemas los podemos encontrar a lo largo y ancho del país. La educación mexicana enfrenta varios desafíos porque el gobierno sólo invierte el 3.2 % del total del Producto Interno Bruto (PIB), lo que está por debajo de la media que, según expertos en la materia, recomiendan que sea mínimo del 4 % (https://ciep.mx/B6hs).
En el mundo se juegan las piezas de ajedrez: por un lado, el imperialismo norteamericano que busca un mundo unipolar, y por el otro lado, los Brics que buscan un mundo multipolar. El imperio estadounidense, como históricamente se ha visto, su única forma que conoce para reactivar su mercado es a través de guerras, y lo vemos: cómo apoya militar y económicamente a Ucrania para tratar de vulnerar a Rusia; con Israel que ha provocado genocidio en Palestina, en la Franja de Gaza; el bombardeo a Irán, Siria; un verdadero terror.
Es importante reconocer que, a pesar de esas medidas económicas y militares, el imperialismo ha ido perdiendo terreno tanto político, diplomático como económico; por eso anda como loco invadiendo países y autoproclamándose héroe y libertador.
Aquí el problema es que, al perder terreno a nivel global, no le queda de otra que atrincherarse en donde tiene más influencia: en Latinoamérica, principalmente en México, que somos su patio trasero, convirtiéndose en un peligro para nuestro país.
¿Y eso qué tiene que ver con la lucha de los jóvenes por educación?
Para el Movimiento Antorchista es importante divulgar la cultura, porque es una forma de identificación de todos los mexicanos. Sabemos que, al difundirla, nos identificamos como miembros de un mismo país; la cultura no sólo son los bailes, canciones, poemas, etcétera: es algo más allá. Es lo que nos permite seguir siendo lo que somos.
Un país que permite que muera su cultura está muerto, porque ha perdido su identidad como patria. También sabemos que la cultura es un arma para sensibilizar al hombre, para unirlo, para luchar, para tomar conciencia, identificación y, sobre todo, para defender a nuestro país.
Ante los problemas que se nos avecinan, tenemos que estar unidos y organizados para defender a nuestro México; no nos queda otro camino: o defendemos a nuestro país, o nos lo arrebatan y dejaremos de ser mexicanos.
Por eso el Movimiento Antorchista llama al pueblo, a través de sus clausuras, a defender la patria, hacer arte, cultura y a divulgarla, porque divulgar la cultura es defender la patria.
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