La respuesta es no. Al menos no un plan estructurado, armado, con metas y compromisos; un plan de trabajo a la altura de esta reunión de “alto nivel”, que oriente y guíe las reuniones, en las que, según la presidenta Claudia Sheinbaum, tendría acercamiento con su homólogo de Estados Unidos, el presidente Donald Trump (reunión que fue cancelada), y con otros mandatarios.
En el G7 participan las siete economías más importantes, encabezadas por Estados Unidos. También están Canadá, Japón, Alemania, Francia, Italia y Reino Unido. La Unión Europea asiste como invitada permanente. Desde ahí se diseñan algunas de las principales políticas económicas y políticas que tienen implicaciones en todo el mundo, dado el peso de su economía y poder político.
En esta ocasión, según se ha publicado, los temas que se abordarán destacan: protección a las comunidades y al mundo, economía mundial, tráfico de drogas y migrantes, transición digital, entre otros.
La edición de este año se celebra en Kananaskis, Alberta, Canadá, del 15 al 17 de junio. La presidencia la tiene el primer ministro de Canadá, Mark Carney, cargo que es rotatorio.
En esta ocasión, entre los invitados especiales están los mandatarios de India, Brasil, Sudáfrica, Ucrania, Australia y Corea del Sur, el secretario general de la OTAN y, por parte de México, Claudia Sheinbaum.
Pero como anticipé en el título, la morenista no lleva un plan de trabajo. Lo demuestra la nota publicada en varios medios, surgida desde la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), en la que se informa que el canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente, y el secretario de Estado de Estados Unidos, Marco Rubio, “sostuvieron una llamada de trabajo para revisar puntos clave de la agenda bilateral y coordinar posturas ante los desafíos regionales y globales”.
Ambos funcionarios —agrega la publicación— coincidieron en que la cumbre representa una oportunidad estratégica para reforzar la cooperación entre México y Estados Unidos. Uno de los ejes de la conversación fue el fortalecimiento de la colaboración en materia de seguridad, así como la búsqueda de mecanismos para fomentar la prosperidad económica en América del Norte.
La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez, quien encabezó la conferencia de prensa de este lunes en Palacio Nacional, dijo que México estará “bien representado”. Además, sumó que los mexicanos, según señaló, “tienen todo el apoyo de la presidenta de su país”.
Los que acompañan a la mandataria son, desde luego, el canciller Juan Ramón de la Fuente; el secretario de Economía, Marcelo Ebrard; el secretario de Hacienda, Édgar Amador; el embajador de México en Estados Unidos, Esteban Moctezuma, y el secretario de Seguridad, Omar García Harfuch.
La propia presidenta se delata al evidenciar que no lleva ningún plan estratégico de trabajo. Una publicación en X así lo comprueba: “Salimos de la Ciudad de México a la Cumbre de Líderes del G7 en Canadá (sic)”, acompañada de fotografías de ella subiendo a un avión y siendo recibida por las sobrecargos (más sic). Eso es lo único del tema. Luego, en la cuenta oficial de la Presidencia de México, también en X, están peor. La única publicación al respecto dice:
“La presidenta @Claudiashein viaja a Canadá para participar en la Cumbre de Líderes del G7. La secretaria de Gobernación, Rosa Icela Rodríguez Velázquez, encabezará la #MañaneraDelPueblo el lunes 16 y martes 17 de junio”.
Queda claro entonces que la Cuarta Transformación, es decir, Morena, empezando por la presidenta Claudia Sheinbaum, no saben o no quieren gobernar. Sus acciones se han reflejado en el detrimento de los más pobres de México en materia de salud, educación, vivienda, servicios públicos, etcétera.
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