MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

REPORTAJE | Persiste discriminación laboral contra mujeres en Guanajuato

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  • En vísperas de las conmemoraciones oficiales, las cifras revelan un entorno cada vez más adverso para quienes enfrentan jornadas largas, bajos salarios y violencia estructural en el estado.

Estamos a unos días de que en México y otras partes del continente se festeje el “Día de la Madre” y, como cada año, de nueva cuenta volveremos a escuchar y leer en los discursos oficiales y en las redes sociales, millones de mensajes para enaltecer el papel de las madres en la sociedad, así como su actitud bondadosa y generosa para sus hijos. Se pretende con este único festejo al año reconocer y agradecer su misión de crear nuevas vidas. 

Pero, lamentablemente, pasada la fecha, se vuelve a olvidar que son millones de ellas quienes viven en condiciones paupérrimas y que, al verse obligadas a buscar un empleo para mantener a sus familias, sufren infinidad de vejaciones en sus lugares de trabajo.

 

Ha quedado demostrado que ni los gobiernos de derecha ni los de la falsa izquierda mexicana han logrado construir una sociedad más justa y equitativa para todos.

Algo parecido sucede también con la celebración del “Día de la Mujer”, que se celebra los 8 de marzo de cada año. Es importante no olvidar que fue precisamente la desigualdad social y laboral la que las lanzó a las calles, a principios del siglo XX, para exigir mejores condiciones de vida y que, en la Conferencia Internacional de Mujeres que se realizó en 1910, se propuso escoger un día de lucha para exigir la igualdad de género y respeto de los derechos laborales, tanto a nivel individual como colectivo.

Tenemos que reconocer que, al día de hoy, nos encontramos aun muy lejos de poder decir que las mujeres gozan plenamente de todos sus derechos. Por el contrario, son millones las que se enfrentan a graves dificultades para acceder a la educación, a la atención médica y a los servicios básicos en sus hogares.

En el ámbito laboral sufren una mayor carga de trabajo y el pago de un salario menor. Cifras presentadas por el Banco Mundial señalan que son más de 2 mil 400 millones de mujeres en edad de trabajar que no tienen los mismos derechos económicos que los hombres y que, en cuando menos 178 países, se enfrentan a barreras legales que limitan su participación económica.

La propia ONU reconoce que las mujeres constituyen el 70 % de las personas que viven en situación de pobreza y más del 60 % de las personas que viven con hambre en el mundo. Y todos somos testigos de cómo se ha multiplicado la violencia física, sexual y psicológica en contra de las mujeres en todo el mundo.

En México, las mujeres perciben hasta un 36 % menos de salario, en promedio, que los hombres. Siete de cada diez han sufrido algún tipo de violencia o discriminación, que va desde abuso de poder, agresión física o verbal, acoso sexual y hostigamiento laboral, sin perder de vista incluso la trata de personas con fines de trabajo forzoso y la explotación sexual, que se acentúa contra nuestra niñez y juventud.

En Guanajuato, durante el anterior sexenio, se registró un incremento preocupante del porcentaje de mujeres que trabajan en condiciones críticas. Mientras que en el año 2019 se encontraba en un 18 %, para el año 2024 ya había alcanzado el 33 % de la población económicamente activa, quienes ganan menos de un salario mínimo o hasta un 20 % menos que sus compañeros varones por hacer el mismo trabajo.

Un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad, en las 32 entidades del país, advierte que el estado, desde 2023, tiene la mayor proporción de mujeres que trabajan jornadas de más de 48 horas semanales.

De acuerdo con dicho estudio, el estado ocupa el séptimo lugar del ranking como el estado con peores condiciones laborales para las mujeres. En cuanto a pobreza laboral, la entidad es la peor evaluada, ya que el 41 % de las trabajadoras obtienen un ingreso inferior al costo de la canasta básica.

En el sector formal, los hombres ganan en promedio 11 mil pesos, mientras que las mujeres, poco más de 9 mil pesos. En el sector informal, los hombres tienen un ingreso promedio de 7 mil 500 pesos, mientras que las mujeres alcanzan los 6 mil pesos. 

Aunado a esto, en el tema de violencia de género, es la entidad donde más sufren, debido a que se registra un 11 % de homicidios femeninos por cada 100 mil mujeres.

El propio Programa de Gobierno 2024-2030 del Gobierno del Estado reconoce que la precarización laboral femenina no sólo es un problema económico, sino también una barrera estructural para alcanzar la igualdad entre hombres y mujeres, y aunque ha incrementado el número de programas económicos para las mujeres, estos son insuficientes y no sacarán de la marginación y la pobreza a sus familias.

De tal manera que estamos aún muy lejos de que exista verdaderamente una igualdad de género que termine de una vez y para siempre la discriminación social y laboral, donde exista igualdad de oportunidades para todos. 

Ha quedado demostrado que ni los gobiernos de derecha ni los de la falsa izquierda mexicana han logrado construir una sociedad más justa y equitativa para todos. 

Esto sólo se logrará cuando el pueblo educado y organizado tome las riendas políticas de este país y asalte el cielo en favor de los millones de mexicanos que viven en la pobreza.

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