La canasta básica de acuerdo con el portal oficial del Gobierno Federal, se define como "el conjunto de alimentos suficientes para satisfacer las necesidades de un hogar", esto con la Encuesta Nacional de Hogares (2016) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), un hogar en México está constituido promedio por 3.7 integrantes. Los productos para incluir dentro de la canasta básica consideran diversos factores como lo son: número de integrantes por familia, el salario mínimo o promedio, los hábitos alimenticios que predominen en la población, así como los nutrientes y calorías que se deben de consumir para una alimentación sana, etc. Y aunque muy simples parecieran estos requisitos, la realidad demuestra que la mayoría solo adquiere los productos que le alcanza a cubrir con sus ingresos o con productos que ellos mismos cosechan.
Lo señalo así, porque a eso también se añade que en los últimos días se ha venido generando el alza de precios en los productos alimenticios que entran dentro de la canasta básica, que no permiten que el ingreso mínimo de los hogares pueda consumirlos. Creo pues que, con la pandemia, estos dos problemas se fueron agudizando poco a poco, por que intervienen los siguientes factores como despidos, recortes de empleados, fallecimientos de quienes llevaban ingresos al hogar, mas endeudamientos por prestamos o empeños, etc., muchos jefes(as) de hogares se quedaron sin empleo y sin ningún un ingreso para poder comprar siquiera lo de la canasta básica, que resulta más difícil.
Por ejemplo, los precios promedio de la canasta básica en tres ciudades del país como: (Ciudad de México, Guadalajara y Monterrey) registraron un incremento anual de 6.1 por ciento durante enero de 2021, según un reporte elaborado por el Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA). Y según el Inegi los productos que subieron fueron: las tortillas de maíz, huevo, tomate y limón, en tanto los productos que bajaron los costos son la papa, frijol, chayote, cebolla, plátano, nopales y chile poblano.
En el escenario que considera la inflación general se observa que la pobreza extrema estaba en 16.8 por ciento en 2018 y en el mismo nivel previo a los confinamientos en México, llegó hasta 22.6 por ciento en mayo y luego descendió a 21.5 por ciento en el último trimestre de 2020.
A su vez la pobreza general midiendo el ingreso con la inflación pasó de 48.8 por ciento en que se encontraba hace más de dos años a 55.7 por ciento al cierre de 2020; pero al tomar como parámetro únicamente el encarecimiento de alimentos básicos, brincó de 48.8 por ciento a 64.7 por ciento, es decir que seis de cada 10 mexicanos (incluso un poco más) no pueden cubrir alguna de sus necesidades básicas, como salud, educación, alimento, vivienda.
Aunado a eso la pobreza aumentó 9 millones y 6.5 millones se sumaron a quienes no pueden adquirir una canasta básica de alimentos con sus ingresos. El alza se dio sobre todo en los primeros meses de confinamiento por la pandemia, durante abril, mayo y, aunque a finales de 2020 se había revertido parcialmente esta tendencia, “la crisis no sólo aumentó la pobreza, sino que la profundizó”.
Razones por las que creo necesario, que nos demos cuenta que es de suma importancia organizarnos y formar un frente para lograr cambiar las desigualdades que no nos permite tener un vida mas digna y menos sufridora.
Amigos y compañeros, los invito a formar parte del frente nacional que antorcha viene haciendo con la gente más desprotegida ya que todos merecemos un cambio que en realidad salvaguarde la vida y existencia de cada uno, en materia de seguridad, salud, educación y, sobre todo de alimentos, porque es necesario y oportuno hacer de nuestro país "Un México mejor, con calidad y vida segura".
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