Mientras que la inseguridad en Izúcar de Matamoros está al día: robos, asaltos, homicidios, el gobierno morenista, presidido por el alcalde Benjamín Hernández Lima, quien llegó a la presidencia luego de que Melitón Lozano Sánchez se mudara a la Secretaría de Educación Pública del Estado, manda a la policía municipal y a la vialidad a desalojar a los comerciantes ambulantes con lujo de violencia e incluso, con armas en mano, por segunda ocasión, este viernes 30 de agosto.
Los operativos de desalojo y amedrentamiento por parte de las autoridades municipales, iniciaron desde el día jueves, pero fracasaron tras la resistencia de los comerciantes. A pesar de eso, los vendedores no laboraron y por tanto fue un día perdido, lo que también se puede interpretar es que ese día no llevaron ni un peso para el sustento de sus familias, una situación que debe indignar a todo mexicano, pues el trabajo que desarrollan es limpio y honrado.
Un segundo día se vino la represión contra los comerciantes: ahora sí, "más astuta" la policía municipal, se aposentó más temprano que el día anterior sobre la calle que se encuentra entre la "Madero" e "Hidalgo", frente al zócalo, para impedir a toda fuerza que se establecieran los comerciantes; en esta ocasión, llegaron al grado de arrebatarle su puesto a un vendedor, una injusticia y autoritarismo total, pues fue el mismo Director de Comercio e Industria, Santiago Cabrera Mota, quien encabezó tal arbitrariedad.
Esta situación se da luego de que el sábado pasado, las autoridades municipales convocaron a una reunión con los comerciantes, integrantes del Consejo de Puebla, para discutir sobre los temas: la prepotencia de los funcionarios del ayuntamiento, transparencia y rendición de cuentas, respeto a las organizaciones, reubicación de comerciantes semifijos y ambulantes y damnificados del sismo. Pero ninguno de los acuerdos a que se llegó en esa reunión han sido respetados, por lo contrario han intensificado su plan de "reordenamiento en las calles", pero ahora con toda violencia y con el uso de fuerza pública, descaradamente.
En cuanto a las alternativas que se da por parte de las autoridades para la reubicación de los comerciantes son: el crucero de San Juan Epatlán, Mercado "Revolución" y la Plaza del Arte, dichas propuestas fueron rechazadas inmediatamente por los mismos comerciantes, pues son lugares alejadas a lugar céntrico y no tienen ninguna concurrencia por parte de la sociedad, y los vendedores viven de lo que venden al día, de modo que irse a estos lugares es arriesgarse a no tener con qué sobrevivir en sus casas.
Mientras los servidores públicos se empecinan con toda rabia contra los vendedores, que a toda costa quieren quitarlos del lugar donde venden desde hace más de ocho años, pertenecientes a distintas organizaciones como Antorcha Campesina, Consejo Ciudadano, Independientes, Consejo del Pueblo, se han agrupado en un frente para defender su modesto fuente de empleo ante una país enfermo, donde no hay empleo y o si los hay, son salarios mal pagados.
En este sentido, Antorcha exige un alto total a los abusos de autoridad y al uso de fuerza pública en contra de los comerciantes en general. Hasta el término de la edición de este escrito, las cosas se ven que no tienen punto y final. Los comerciantes muestran una actividad aguerrida para exigir que se les respete el lugar o se les dé una verdadera alternativa de reubicación.
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