Han transcurrido más de dos años de Gobierno morenista de la llamada "Cuarta Transformación” (4T) que encabeza el licenciado Andrés Manuel López Obrador mismo que, durante más de 18 años en campaña, realizó un sinfín de promesas para lograr que más de 30 millones de mexicanos votaran por él. Considero que el tiempo transcurrido es suficiente para que los mexicanos podamos empezar a hacer una evaluación al régimen actual, para saber si realmente la nueva administración está poniendo en práctica lo prometido en campaña… veamos que ha sucedido en el terreno educativo: De entrada sabemos que la propuesta pedagógica/curricular del actual gobierno se llama "Nueva Escuela Mexicana” (NEM), presentada por el ex secretario de Educación Esteban Moctezuma Barragán como un modelo que ofrecerá: "una educación humanista, integral y para la vida que no solo enseñe asignaturas tradicionales, sino que considere el aprendizaje de una cultura de paz, activación física, deporte escolar, arte, música y, fundamentalmente, civismo e inclusión”.
Hasta el momento no se conocen detalles puntuales y de fondo acerca del planteamiento curricular y/o pedagógico que sustenta la NEM y con el que se acompañará a los maestros para promover el cambio en el aula. Tal parece que el planteamiento de la "Cuarta Transformación” es una lista de buenas intenciones que una política educativa clara y que cuente con estrategias puntuales a llevar a cabo para su ejecución.
Pero la realidad es terca. ¿Cómo está la situación con la educación con este gobierno? El presidente se ha dedicado a culpar a los gobiernos neoliberales del desastre en el país, dice que le dejaron un "cochinero”. Pero ¿qué ha hecho esta administración para revertir todos los males detectados y poner en un funcionamiento un plan educativo que logré realmente formar un individuo diferente. La realidad es que prácticamente no ha hecho nada o más bien nada, aunque constantemente nos digan que son diferentes hasta el momento no se ha hecho notoria esa diferencia.
Hablar de educación no es algo sencillo, según datos de la SEP, México tiene una matrícula de 36.6 millones de alumnos inscritos en todos los niveles educativos, se cuenta con 265,000 escuelas y 2.1 millones de trabajadores de la educación.
Para el mes de septiembre del año pasado, se tenía que a nivel primaria sólo 45% de las escuelas contaban con los servicios de luz y drenaje, mientras que aproximadamente 3,061 escuelas, 7.7% de las primarias, no cuentan con energía eléctrica y 13.7% no cuenta con salones suficientes. Solo cuatro de cada 10 primarias tienen un espacio exclusivo para biblioteca y seis de cada diez no cuentan computadora alguna. La mitad de las escuelas se considera insegura por motivos de infraestructura en algún grado.
En educación media superior los planteles solo reciben agua uno o dos días a la semana, 8% de las escuelas presenta insuficiencias en el servicio eléctrico y 417 ni siquiera tienen instalación eléctrica. Tres de cada 10 preparatorias presentan déficit de aulas, 45% de los planteles presentan condiciones de alumbrado insuficientes. Siete de cada diez preparatorias tienen al menos un salón donde les faltan bancas y cuatro de cada diez no cuenta con pizarrones suficientes. En la mitad de las escuelas no existe laboratorio de ciencias. Tres de cada diez planteles no tienen aula de cómputo y 15% no tienen computadoras. Al menos 8 mil 340 escuelas no tienen material hemerográfico.
Todas esas limitaciones materiales en el terreno educativo impiden poder llevar a cabo una verdadera transformación en la educación, lo que nos indica que no ha habido cambios sustantivos en este rubro, y lo peor es que las autoridades educativas poco o nada están haciendo. A este negro panorama se viene a sumar la pandemia ocasionada por la covid-19.
Los más de 30 millones de mexicanos que votaron por Morena, cansados de la situación en la que se encontraba el país, votaron por ese partido creyendo que era la solución a su grave situación, ahora nos damos cuenta de que les pasó lo que a la trucha, que para escapar de lo caliente saltó del comal a la lumbre.
Dice el dicho que no hay mal que dure 100 años y en este 2021 los mexicanos tenemos la oportunidad de seleccionar cuidadosamente a quienes nos van a representar en la próxima Cámara de Diputados y en otros cargos de elección popular.
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