Ateniéndonos al criterio expuesto por Julio Boltvinik, serio investigador economista del Colegio de México, dado a conocer mediante entrevista a la cadena Milenio Televisión, las mediciones sobre la pobreza en el país, dadas a conocer recientemente por el gobierno y realizadas por el Inegi, el cual vino a sustituir en esta tarea al desaparecido por la 4T Consejo Nacional de Evaluación de las Políticas Públicas (Coneval), los datos son falsos, cocinados, hechos a modo y conveniencia.
Boltvinik asegura que la encuesta es realizada de forma tal que se garantice el registro de avance en los indicadores, aun cuando se tenga que entrevistar dos o más veces a una misma familia hasta que manifieste un dato conveniente.
Boltvinik asegura que la encuesta es realizada de forma tal que se garantice el registro de avance en los indicadores, aun cuando se tenga que entrevistar dos o más veces a una misma familia hasta que manifieste un dato conveniente, faltando con esto a la verdad y objetividad de los mismos. De tal suerte que tales cifras manejadas por el Inegi no resultan ciertas.
Además, aceptando, sin conceder, que fueran ciertas las cifras manejadas por el organismo, estas arrojan como resultado una paradoja que tiene que ver no sólo con la multidimensionalidad de la pobreza, es decir, con los muchos factores que en conjunto reflejan las carencias que hacen que una persona sea considerada dentro del estado de pobreza o vulnerabilidad, sino además con contradicciones propias del procedimiento de la medición o modelo utilizado.
Así, por ejemplo, resulta que, como afirman algunos analistas, la pobreza ha bajado, pero han aumentado las carencias sociales de la gente. Lo que revela claramente el carácter más bien propagandístico de los datos difundidos, es decir, el afán de querer pintar una realidad que no existe pero que, con argumentos, se quiere afirmar en la mente de los ciudadanos para que apruebe y aplauda las políticas económicas, que sea científico.
De cualquier modo, salen a relucir cosas importantes dignas de tomarse en cuenta, como el hecho de que, suponiendo que fuera cierto lo que asegura el Inegi, que han salido de la pobreza extrema millones de mexicanos, es lícito preguntarse: ¿y ahora dónde se encuentran?, pues en la pobreza a secas; o sea, siguen siendo pobres, aunque se asegure que ya no lo son tanto porque, con las ayudas en dinero o en especie, ya pueden consumir galletas o cosas por el estilo.
Al respecto, en el caso de la entidad potosina, trabajos de investigación periodísticos basados en los mismos datos emitidos por el Inegi dan a conocer que, no obstante, la pobreza sigue campeando por sus fueros.
El staff de Plano Informativo señala en su nota aparecida el 14 de agosto: “La entidad potosina se encuentra entre los catorce estados cuya población enfrenta pobreza multidimensional superior a la media nacional, que es del 29.6 %. En San Luis Potosí el 30.4 % de la población, es decir, más 874 mil 800 personas, viven en pobreza multidimensional según los resultados de la medición de la pobreza multidimensional 2024, realizada por el Inegi. En el caso de San Luis Potosí, el 5.1 % de la población se encuentran en pobreza extrema. Este porcentaje equivale a 145 mil 700 personas, aproximadamente, y ubica a la entidad potosina entre las diez con mayor porcentaje de su población en dicha condición de pobreza”. (Plano Informativo, jueves 14 de agosto de 2025).
Por su parte, Pulso, en nota del periodista Jaime Hernández, señala: “Baja pobreza en SL, pero aún hay carencias. Si bien los indicadores de pobreza bajaron en 2024… en comparación con las que había en 2016… En 2016 eran 1 millón 218 mil personas… En los ocho años transcurridos… 343 mil 900 potosinos dejaron de ser contabilizados como afectados por la pobreza.
Sin embargo, el estado presenta indicadores negativos en materia de carencias sociales, como lo son 1 millón 74 mil 600 personas que no tienen seguridad social… Casi 1 millón de potosinos, 961 mil, enfrentan problemas en el acceso a la salud y más de medio millón presenta rezago educativo y carencias en servicios de vivienda”. (Pulso, diario de San Luis, 14 de agosto de 2025).
En la edición del primero de agosto, Plano Informativo, retomando una nota de la agencia Reforma, dejó sentada una afirmación que viene a confirmarse, de manera general, con otros trabajos de investigación además de los ya citados en este espacio: “Aumentan ingresos, dádivas e informalidad… El 60 % de los trabajadores mexicanos están en la informalidad, lo que evidencia la fragilidad del sustento laboral. Las transferencias públicas, que este año alcanzarán los 707 mil millones de pesos —7.6 % del gasto público—, representaron en 2024 hasta 3.2 % del ingreso total de los hogares”. (Plano Informativo, 1 de agosto de 2025).
Para cerrar: en su nota del sábado 23 de agosto, Pulso señala: “Inflación pega a pobres de San Luis Potosí… Los ingresos de estas personas son insuficientes para cubrir el costo de una canasta alimentaria y además padecen una carencia social, ya sea en educación, salud, seguridad social, calidad, servicios básicos, de vivienda o alimentación, según la medición del Inegi… Durango enfrentó una inflación de 4.5 % y fue la más alta del país… Le siguió San Luis Potosí, donde los precios se elevaron 4.3 % para 875 mil personas en situación de pobreza…”. (Pulso de San Luis, 23 de agosto de 2025).
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