De acuerdo con datos del INEGI, durante diciembre de 2022 se registró la mayor pérdida de empleos de los últimos tres años con una caída de 345 mil 705 plazas. Según registros de organismos oficiales, en el 2022 se registró una creación de 752,748 empleos formales, cifra que representa una caída de 11% comparado con los empleos generados en 2021.
Entre los sectores dónde se perdió la mayor cantidad de empleos destaca el relacionado con los servicios, con la eliminación de 689 mil 705 plazas, seguido del agropecuario, con 168 mil 591 puestos menos, y en la industria que redujo su plantilla en 59 mil 630. Mientras que en otros segmentos no definidos lograron crearse solamente 5 mil 912 plazas.
Los sectores con el mayor crecimiento porcentual anual en puestos de trabajo son el de transportes y comunicaciones con 6.4%, en construcción con 5.5% y servicios para empresas con 4.1%. Las industrias eléctrica y extractiva fueron las que menos crecieron con 1.9% y 1.2% respectivamente. En tanto que el empleo en el sector agropecuario retrocedió -1% en 2022.
En Durango, se trata del año que más pérdida de empleos registra la entidad en la última década. El último mes del año fue malo para los duranguenses en materia de empleos, la entidad se quedó muy lejos del promedio anual de empleos necesarios, que es de 12 mil empleos.
En esta ocasión, en diciembre se perdieron cinco mil 456 empleos formales, el año que más pérdidas registra en la última década, con un promedio de 176 empleos perdidos por día, es decir, 7.3 empleos que se perdieron por hora durante diciembre.
Al respecto el presidente menciona que le preocupa la perdida de empleos en México de alrededor 300 mil empleos formales, minimizando el fenómeno. Por lo que, los datos contrastan con la despreocupación de López Obrador, los mexicanos estamos viendo que la pérdida de empleos, sí es un escenario social doloroso para los trabajadores.
Además, el gobierno presume de un “enorme” incremento a los salarios, ya que de 172.87 pesos pasó a 207.44 pesos a partir de enero, o sea, un incremento del 20 por ciento. Ciertamente suena bien, pero sólo beneficiará a los trabajadores que se encuentren en la condición de formales, es decir a 6.4 millones. Pero los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) dicen que en México existen 32.4 millones de trabajadores informales, que carecen de todo tipo de derechos.
Si el gobierno fuera, en verdad, defensor de los pobres, actuaría de inmediato, pero, por el contrario, a quienes más afectan los altos costos de la vida, es a los más pobres.
Es necesario que los mexicanos afectados, que sufren desempleo y falta de atención gubernamental, se den cuenta de que al presidente Andrés Manuel López Obrador no le preocupa la pérdida de empleos y mucho menos va a dar soluciones. El solo habla y habla en sus mañaneras para ocultar que no tiene ningún plan para recuperar los miles y miles de empleos perdidos durante los 4 años que lleva su administración.
Es necesario reiterar que la salida está en que los mexicanos que sufren desempleo o desempleo abierto, los trabajadores formales e informales, los vendedores ambulantes, sumen fuerzas y se organicen para crear una fuerza social que pueda conducir al país, que evite un estallido social, por la falta de empleos dignos y bien remunerados.
Es necesario que nos decidamos de una vez por todas; o dejamos que la realidad se hunda o estamos de lado de los que queremos cambiar el mundo, cambiar la realidad que se impone porque el mundo no cambia solo con buenas intenciones.
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