En la colonia Buenos Aires, persiste un conflicto de tierras desde hace décadas, que está a punto de resolverse gracias a la intervención del Movimiento Antorchista Potosino. Durante todo ese tiempo no hubo autoridad, partido u organización que, de manera seria y efectiva se diera a la tarea de encabezar la regularización de este predio, gestándose así un verdadero caos, que más bien sirvió para resolver necesidades personales de algunas gentes que, durante mucho tiempo, se aprovecharon de la necesidad y buena fe de los habitantes de la colonia.
Me explico: Se trata de un predio de aproximadamente 90 Hectáreas, ubicado originariamente en los linderos del ejido Plan de Ayala, propiedad del señor Juan de Dios Mateo Félix, que según documentación presentada a los compradores de aquel entonces, fue autorizado fraccionarse en 1978 por el entonces presidente municipal Miguel Romero. El propietario procedió a llevar a cabo tal acción en uso de su derecho, pero fue expropiado poco tiempo después, mediante decreto, por el Gobierno estatal de la época encabezado por Leopoldino Ortiz, siendo asignado como ampliación del ejido Plan de Ayala, estatus que fue ratificado por el Supremo Tribunal Agrario en su sentencia de 1999. Así las cosas, se desató un litigio entre posesionarios que habían adquirido la tierra mediante cartas de compraventa y otros instrumentos legales con anterioridad, y los ejidatarios que reclaman su propiedad o el pago de la misma; situación que generó un lío tremendo, que hasta la fecha sigue dificultando la regularización del asentamiento. Ante la insistencia de muchas familias que solicitaron nuestra presencia e intervención para defender los intereses de los habitantes pobres del lugar, que consideraban ya prácticamente perdido su patrimonio y hasta la esperanza de encontrar un honesto defensor de sus intereses, nos dimos a la tarea de resolver el problema, alcanzando acuerdos entre las partes involucradas y avanzando en los trámites jurídicos inherentes al caso, hasta poner, prácticamente en estado de resolución la situación, sin lesionar los intereses de las partes, pero sobre todo salvaguardando los derechos de quienes de buena fe adquirieron los predios.
Con la decidida lucha del antorchismo estatal, logramos hacernos eco en la sensibilidad del primer mandatario estatal, Dr. Juan Manuel Carreras López, para que a través de la Promotora del Estado se diera inicio a la regularización de dicho predio, acción que se pondrá en marcha este 4 de septiembre con el levantamiento del censo de beneficiarios, que verificará la posesión legal de los terrenos.
Sin embargo, intereses seguramente afectados con el éxito de la lucha del pueblo pobre organizado y el crecimiento sostenido del mismo, han empezado a operar acciones nefastas, creando y atizando conflictos entre la población, buscando el divisionismo y la desconfianza entre los habitantes de la colonia, para evitar su completa regularización. Ante logros importantes de nuestra lucha como la dotación gratuita de agua potable mediante pipas, el arreglo de calles, la creación de la escuela nivel preescolar que da servicio a los niños de la colonia, etc., han aparecido amenazas en contra de los antorchistas y agresiones a su patrimonio que, afortunadamente, no ha cobrado vidas humanas todavía. Tal es el caso sucedido la madrugada de este miércoles 30 de agosto, en el que fue incendiada, según testigos, de manera intencional, la casa de una compañera antorchista por dos sujetos desconocidos que se dieron a la fuga.
Por lo visto, se pretende con esto escamotear la regularización de los más de 500 primeros lotes que se tienen programados. Lo que se busca, seguramente, es que la gente se espante, se desmovilice, se desorganice y termine renunciando a su derecho constitucional de contar con la vivienda digna, que corresponde a todos los mexicanos por ley; quiere aplicársele a los pobres de valles el viejo y conocido refrán de divide y vencerás; pero los antorchistas del estado, atentos como siempre a lo que acontece a nuestros hermanos, por este medio hacemos un urgente llamado a tiempo, para que el Gobierno Estatal tome el asunto en sus manos y con acciones concretas materialice la solución definitiva del problema, que a nuestro juicio, requiere de la satisfacción de necesidades elementales como la red de agua potable, drenaje, pavimentaciones, escuelas, clínicas de salud etc., para la colonia, pues en cuanto a la regularización propiamente dicha, está en marcha y confiamos en que no se detendrá. Sobre lo concerniente al pago de los predios, somos partidarios de que, en derecho, se cumpla el mismo a quienes les corresponda, como es el caso de los ejidatarios que han demostrado ser propietarios; pues no olvidemos que la justicia, como dejaron sentado los romanos, pasa necesariamente por darle a cada uno lo que es suyo. Conste.
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