Un pueblo que no ayuda y no fomenta su teatro, si no está muerto, está moribundo
Federico García Lorca
El arte en sus diferentes disciplinas históricamente ha sido una poderosa herramienta política para la crítica social, la resistencia y la movilización que al final provoca un cambio cuantitativo y cualitativo.
La práctica de las bellas artes genera un aumento paulatino de la conciencia política y fomenta la acción colectiva en una determinada época. Logra en sus diferentes formas reflejar las luchas de clases sociales, denunciar las injusticias, juzgar los excesos, unir a las personas en torno a causas comunes, logrando generar cambios en las sociedades establecidas y revolucionando el modo de producción con sus relaciones sociales establecidas.
Este gran evento de teatro es una manifestación irrefutable del impulso al arte; con muchos esfuerzos económicos y de recursos humanos logra hacer teatro de alta calidad para todos los mexicanos que quieran ir a apreciarlo de manera gratuita.
Permite que las voces explotadas se expresen, critiquen sistemas opresivos y las altas esferas de poder, utilizando metáforas y símbolos para evadir la censura. Eterniza eventos y mantiene viva la memoria de las luchas pasadas, inspirando a generaciones actuales a defender el legado y luchar por un mejor futuro.
El arte desafía estereotipos, influye en la ciudadanía y ofrece nuevas perspectivas de solución sobre problemas sociales.
La creatividad artística y su expresión social son tan vitales para una transformación social, ya que inspiran, educan y moldean al espíritu humano. Por ello, es deber de los artistas proletarios e intelectuales populares apoyar, impulsar y difundir las creaciones genuinas de los pueblos, cuidando siempre que la obra no se convierta en una manipulación de conciencias o una tergiversación de la realidad, sino en una herramienta poderosa para educar, transformar y enseñarle al pueblo la vía para liberarse mediante un proceso lento y paciente donde se cultiven los hombres y mujeres que los lleve a cambiar su realidad.
Ese es el gran reto y compromiso de los artistas antorchistas, que con sus creaciones vayan liberando poco a poco al ser humano de su ignorancia.
Los más de mil actores y 34 puestas en escena que se están presentando en Tecomatlán, Puebla, entre el 28, 29 y 30 de noviembre, en el XXIV Encuentro Nacional de Teatro 2025, una gran jornada teatral que organiza Antorcha, poco a poco van forjando una fuerza que será capaz de ir cambiando en un futuro no muy lejano la terrible situación política, económica, social que estamos padeciendo y poder construir un México justo para todos sus hijos.
Esto obliga a conocer profundamente la realidad, es decir, ser un hombre culto es tener plena consciencia del mundo en el que vivimos, saber si es justo o injusto, si va para adelante o va para atrás; si el gobierno está trabajando bien o no, si está avanzando o es un desastre; comprender eso es ser culto.

Para ser culto hay que escuchar música, poesía, ir a la literatura, leer; y hay que ir al teatro y apreciar las artes visuales. Este gran evento de teatro es una manifestación irrefutable del impulso al arte; con muchos esfuerzos económicos y de recursos humanos logra hacer teatro de alta calidad para todos los mexicanos que quieran ir a apreciarlo de manera gratuita a los teatros ubicados en la sede del encuentro.
Todo lo contrario, está sucediendo con la oficialidad. La promoción y difusión sistemática del arte en todas sus manifestaciones no es prioridad para la 4T, en los últimos siete años se ha aplicado una reducción del 40 % del presupuesto público a la cultura, esto ha repercutido directamente en varios aspectos: menor construcción de espacios culturales, deterioro de la infraestructura artística, disminución de eventos gratuitos, carencia de maestros para enseñar arte, todas las disciplinas artísticas están abandonadas a su suerte y lo poco que se practica y difunde en su mayoría tiene un alto costo, al final el arte es una mercancía que sólo está al alcance de los que pueden pagarla.

Los discursos gubernamentales, donde se dice que la masificación y difusión de las artes es una prioridad para el gobierno en turno, es una farsa. Ahí están los hechos como prueba objetiva irrefutable.
Por eso, vaya un homenaje a todos los organizadores, actores, directores y aquellos que aportaron su granito de arena para que el XXIV Encuentro Nacional de Teatro fuera posible, demostrando en cada escena calidad en la actuación y un claro mensaje de enseñanza que transmite a cada espectador.
Detrás de cada obra hay un gran trabajo, un esfuerzo y un compromiso que se manifestó en cada actuación. Sólo cultivando nuestro espíritu a través de las bellas artes, lograremos algún día formar al ser humano que aspire a vivir en armonía y colectividad, al final el arte es lo que nos hace humanos.
Muchas felicidades a todos los participantes de teatro, ustedes son nuestros soldados de la revolución que ondean en cada escenario la bandera del arte libertador.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario