Uno de los grandes problemas de las metrópolis en el mundo que generan congestionamiento vehicular, contaminación, pérdidas económicas y deterioro de la calidad de vida de sus habitantes, es la falta de movilidad de personas hacia sus destinos: a sus centros de trabajo, escuelas, comercio, centros recreativos, etcétera.
Nuestra área metropolitana –que comprende la ciudad de San Luis Potosí y sus municipios conurbados- sus problemas de congestionamiento vial cuestan a la economía de los potosinos, mil 100 mdp al año, y se ubica en el lugar número 11 a nivel nacional entre las ciudades con mayor costo en congestión vehicular. Datos recabados por el estudio denominado "El costo de la congestión, vida y recursos perdidos" realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO) y SinTráfico.
Precisa este estudio, que los usuarios del transporte público pierden 118 horas al año, mientras que quienes usan automóvil pierden 71 horas al año; esto se traduce en que los usuarios de transporte público pierden 69 mil millones de pesos anuales en oportunidad de ingreso, casi tres veces más en comparación de quienes usan automóvil, que pierden 25 mil millones de pesos.
Debido a la gran cantidad de automóviles que circulan diariamente en la capital y su zona conurbada, (aproximadamente 407 mil 985 en la capital y 58 mil 906 en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez), nuestra área metropolitana, en cuanto a emisiones de óxidos de Nitrógeno (NOx) y Monóxido de Carbono (CO) ocupa los primeros lugares a nivel nacional, así mismo, por las emisiones de COV, de acuerdo al Inventario Nacional de Emisiones (INEM 1999). Y es que el número de vehículos aumenta y aumenta cada año, debido al incremento de la población y por un mal servicio del transporte público, siendo que actualmente en San Luis Potosí hay 4.5 vehículos por cada 10 habitantes, y se espera que en esa misma proporción crezca el parque vehicular en la urbe, es decir que por cada 10 personas que lleguen a vivir a San Luis Potosí, 4.5 traerán vehículo consigo y con ello más contaminación a la ciudad.
Esta vida ya no es vida...
Para llegar agarrar el camión de la fábrica, tengo que salir a las seis y media de la tarde de mi casa, para llegar más o menos a las ocho u ocho y media a Palmarito, comenta Francisca Miranda Hernández, obrera de la zona fabril de la capital potosina y vecina de la comunidad de Peregrina de Arriba –en la zona serrana de Santa María del Río- "y ya arriba del camión el chofer comienza el recorrido, para recoger a mis demás compañeras de trabajo, porque nuestra hora de entrada es a las once de la noche, termino mi jornada de trabajo saliendo a las siete de la mañana de otro día, llego a Palmarito a las nueve, y de allí a caminar de nueva cuenta hasta Peregrina de Arriba, y llego a las diez y media de la mañana a mi casa. Duermo hasta las hasta las dos o tres de la tarde, le hago de comer a mis niños y me alisto de nueva cuenta para irme a la fábrica".
Los obreros de la zona industrial menos afectados por el pronunciado tiempo para llegar a su centros de trabajo, son los que viven en la zona metropolitana, "pero de todos modos, nuestro camión hace como una hora para llegar a la fábrica, o sea dos horas de ida y vuelta ocupamos para trasladarnos a trabajar porque hay mucho tráfico en la ciudad", nos informa Francisco López Juárez, obrero metropolitano. Los largos recorridos de los obreros fabriles para llegar a sus centros de trabajo les restan horas de descanso, de recreación o de una actividad productiva. Una vida que no es vida. Sobre todo para aquellos que no tienen otra fuente de sostenimiento, más que su fuerza de trabajo que los poderosos explotan, para acumular más y más riqueza; mientras el trabajador sobrevive con un miserable salario y viviendo muchas penurias en esta gran metrópoli, como son la falta de vivienda, de servicios básicos en sus comunidades marginadas, de salud, de descanso o recreación.
En este sentido el estado y la iniciativa privada, debieran impulsar un plan de movilidad para la clase laborante en la ciudad de San Luis Potosí, que incluya transporte eficiente, de calidad y barato –como en existe en varias ciudades de Europa, construir vías alternas de transporte transversales que comuniquen el sur con el norte y el oriente con el poniente de la capital (se pudiera empezar con la utilización de las vías del tren que cruzan la ciudad en sus cuatro puntos cardinales para poner a circular un tren ligero), echar a funcionar el proyecto del Red Metro y desarrollar nuevos derroteros de la ruta de transporte público que eviten tantas vueltas en la zona metropolitana, y lleguen más pronto a su destino; y crear nuevas modalidades de transporte que permitan a los habitantes de grandes asentamientos urbanos (como el caso de Ciudad Satélite) ir de un lugar a otro, sin que se utilice el vehículo; pero pueden utilizar algún tipo de transporte público que no les resulte caro y que no sea contaminante, como: mototaxis o bicitaxis.
Todo esto y más se requiere para mejorar la transporte y movilidad de los potosinos, pero a los empresarios no le interesa en lo más mínimo analizar y ponerse la mejorar a forma en que se trasladan a sus empleados. A diario nos enteramos de todo tipo de accidentes que sufren los obreros –incluso mortales- al trasladarse en las unidades de transporte de personal que les imponen los patrones, y que la mayoría no está en condiciones para circular, sin embargo, en el interés de gastar menos en el transporte y tener mejores ganancias, no hacen nada al respecto. ¿Y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes del Gobierno del Estado, SCT? ¿Qué hace, para mejorar la movilidad en San Luis Potosí? Nada que no sea de andar de inquisidor, de andar cazando UBERS o a transportistas que no tienen permisos o concesión de transporte público, imponiendo exorbitantes multas a choferes, a trabajadores que aportan para mejorar la movilidad en el área metropolitana, su trabajo y su patrimonio; es el caso de mis compañeros de taxistas de Escalerillas que cumplen 30 años de brindar el servicio de transporte colectivo rural a sus vecinos, dado que en este localidad no existe el transporte público, y pese a la loable labor que desempeñan los modestos choferes, no hay interés de las autoridades por otorgarles los correspondientes permisos, pese a que han cumplido con todos los requisitos que indica la Ley de Comunicaciones.
El problema de movilidad en San Luis Potosí, es y se mantendrá mientras exista la inmovilidad del gobierno que sólo se preocupa mantener el obsoleto sistema de transporte, protegiendo al monopolio y con una ceguera e inutilidad que le impide buscar nuevas formas o modalidades de transporte aligeren la movilidad en la zona metropolitana. Mientras la SCT considere que su único papel es de polizonte de la Hacienda Inquisidora y buscando congraciarse con los monopolios del transporte, los potosinos seguiremos padeciendo muchas penurias y calidad de vida, por la falta de un proyecto de movilidad eficiente.
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