MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La injusticia de un gobierno de la 4T que no quedará silenciada

image

Hablar de las casas del estudiante o albergues estudiantiles fundados por la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR) sugiere reconocer el esfuerzo y la lucha de miles de campesinos, amas de casa, colonos y profesionistas adheridos al Movimiento Antorchista Nacional, porque ambas organizaciones han caminado de la mano con un mismo propósito: cambiar las condiciones de vida de los mexicanos, desde niños y jóvenes hasta adultos.

Quienes gobiernan no atienden las carencias sociales si el pueblo no se manifiesta para exigir sus derechos.

Eso, a la fecha, no es un delito ni mucho menos motivo de vergüenza; por el contrario, es una labor digna de reconocerse, porque no cualquiera sacrifica tiempo y esfuerzo para aportar progreso y desarrollo a comunidades, colonias, escuelas, etcétera.

Quise iniciar diciendo esto porque mis líneas se centrarán en defender los ataques, calumnias e injurias brotadas y aceleradas aún más en los últimos días, debido a que el antorchismo genuinamente se ha sumado a la lucha de los jovencitos fenerianos de Miahuatlán de Porfirio Díaz, a quienes el presidente municipal Isidro César Figueroa, mejor conocido como “El Chivo”, mandó a despojar el pasado 26 de abril, dejándolos en el total abandono.

Y es que, aunque pareciera una cuestión fuera de lugar porque ¿quién en su sano juicio, en estos tiempos en que la educación está por los suelos, se atrevería a atentar contra ello? Pues nada más y nada menos que el alcalde morenista de Miahuatlán, quien no conforme con despojar a los jovencitos, les robó sus pertenencias ese 26 de abril. Y digo les robó porque desde ese día hasta la fecha les ha negado el acceso para siquiera sacar sus cosas personales.

La violación a los derechos de los jóvenes estudiantes no paró ahí, sino que, pasadas 48 horas del despojo, César Figueroa montó escenas en el albergue para, posteriormente, el 28 de abril, “mostrar” al público —utilizando a la prensa local y sus páginas oficiales— la situación “deplorable” en la que se encontraban las instalaciones.

Lo curioso para los fenerianos fue que, en esa transmisión, el presidente municipal omitió mostrar los cuartos donde habitaban realmente, con lo que se demostró que, además de sus dotes de represor, tiene dotes mágicos porque desapareció la ropa, computadoras, libros y otras cosas personales de los estudiantes.

Pero los fenerianos, haciendo honor a la consigna de “ser joven y no ser revolucionario es una contradicción hasta biológica”, no se quedaron callados y emprendieron una serie de protestas y difusiones, no solo en Miahuatlán, sino en diversas ciudades de Oaxaca, incluida la capital.

Lo que molestó más al “Chivo” —porque claramente no le gustó que se diera a conocer la verdad sobre el despojo— fue que, el 5 de mayo, tras salir de un evento con el gobernador, al ser interceptado por medios de comunicación —a los que, por cierto, demeritó y maltrató por el solo hecho de cumplir con su labor de imparcialidad, luego de que le preguntaran sobre la situación del albergue, la inseguridad y qué tan reales eran los videos de su ebriedad en fiestas—, se vio envuelto en contradicciones al afirmar que no vivía nadie ahí, pero después dijo que “los jóvenes hacían mal uso del inmueble” y, finalmente, la cereza del pastel fue su confesión de que dio el paso al despojo por “aprobación del Gobierno del Estado con el afán de recuperar espacios”.

Quienes conocemos y hemos sido partícipes de la lucha social sabemos que la lucha por lograr una obra, por muy pequeña que sea, implica gestiones, marchas, mítines —muchos de ellos bajo la lluvia, el sol y demás sacrificios—, pues es el derecho a la libre manifestación la única herramienta con que contamos todos los mexicanos para hacernos escuchar y, sobre todo, para que se nos atienda, porque, de otra manera, quienes gobiernan no atienden las carencias sociales de las comunidades o colonias.

Y por eso da coraje que, de la noche a la mañana, “El Chivo”, sólo por ostentar el poder político en Miahuatlán y utilizando el refrito del morenismo de “nada de trato con organizaciones”, haya utilizado a su Policía municipal, primero para despojar a los jovencitos miahuatecos y, después, cuando estos emprendieron su denuncia, mandara a intimidarlos con armas de fuego.

Es en este contexto donde entra la voz de campesinos y colonos adheridos al Movimiento Antorchista, porque, a pesar de lo cruel que es el hecho de que un gobernante despoje a los estudiantes, nadie se ha pronunciado a favor de ellos, únicamente los antorchistas, quienes no sólo ante esta injusticia se han solidarizado.

Basta recordar que, pasada la pandemia, se despidió a cientos de médicos y enfermeras, y ahí también el antorchismo, reconociendo la labor invaluable de los médicos, no reparó en decir que había que respaldarlos.

Pero ahora, de nueva cuenta, por el solo hecho de respaldar una injusticia, han brotado de las redes páginas y perfiles que se refieren a una “Antorcha manipuladora”, pero no abundan; nada dicen del porqué; sólo basta su mismo refrito.

Sin embargo, los antorchistas no cesaremos en dar nuestro respaldo y solidaridad a los jóvenes, porque nuestra bandera es clara: luchar contra las injusticias y trabajar por cambiar la situación de nuestro país. Por eso, pese a las calumnias y amenazas, llamamos a todos los mexicanos que se ven afectados por las injusticias de la 4T a unirnos, pues será esa fuerza la única que nos lleve al sendero del triunfo.

0 Comentarios:

Dejar un Comentario

Su dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados *

TRABAJOS ESPECIALES

Ver más