El pasado fin de semana, en La Paz se llevó a cabo un evento que nadie supo si se trató de una celebración del 10 de mayo de 2018 o un desesperado día de las madres atrasado del 2017; pero en fin, llegaron poco más de 8 mil personas, reunidas por unas 10 organizaciones de viejos líderes priistas, quienes así recibieron a la presidenta del Comité Estatal del Revolucionario Institucional, Alejandra del Moral, quien en su discurso dijo una cosa muy cierta que esperamos que los priistas del municipio acaten y entiendan.
"El PRI, aseguró Alejandra del Moral, es el único partido capaz de cambiar y transformarse porque entiende y reconoce que hay una sociedad en constante movimiento que exige mejores gobiernos".
Precisamente eso es lo que Antorcha ha dicho que tiene que suceder en este municipio: una transformación de ese instituto político porque la clase gobernante de La Paz, que nunca ha dado resultados, solo es una mezcolanza entre PRI, PRD y ahora Morena y, en 15 años de gobierno, han dejado en un horrible rezago social al municipio.
Si el PRI, de cara al 2018, aspira a seguir manteniendo este municipio, debe abrir el camino para una fuerza social de verdad trasformadora, limpia y con autoridad moral para demostrar que sí puede y sabe cómo hacer un verdadero cambio. Los viejos líderes priistas tienen que entender, como dijo Alejandra del Moral, que la sociedad está en constante movimiento, que ellos ya no son capaces de ponerse a la altura de las necesidades pues ya la gente no confía en sus promesas porque nunca las cumplen; sus malos resultados en la administración no les dan autoridad con la gente, no saben buscar soluciones a los terribles problemas de rezago y mucho menos se ve que tengan la intención de cambiar su forma de gobernar.
Además, la presidenta estatal priista dijo que sus militantes se "partían la madre" por su instituto político, pero eso solo es verdad si hablamos de los viejos líderes priistas de La Paz, quienes utilizan la violencia como método para defender sus intereses personales en los cargos públicos, porque si de trabajo se trata esa frase no aplica.
Si los priistas de La Paz, se hubieran "partido la madre" para trabajar en beneficio de la gente, el municipio no sería el más rezagado de la zona oriente: ya no habría inundaciones, la educación no arrastraría un rezago de más de 10 años, las condiciones de seguridad serian otras, los espacios públicos no estarían abandonados, ya hubieran atendido necesidades de salud y otros problemas que se acumulan, todo por culpa de los mismos viejos líderes políticos que han gobernado y no han entregado resultados a los pacenses.
Del Moral también habló de las pasadas elecciones: dijo que en La Paz se ganó por un amplio margen, pero eso, con todo respeto, no es verdad. En La Paz se perdieron varios seccionales que son baluarte de los viejos líderes priistas y en otros casos la votación fue muy cerrada como en la cabecera municipal, solo por poner un ejemplo.
¿Entonces cuál es la solución? Lo que Antorcha siempre ha dicho y lo que Alejandra del Moral reafirmó: el PRI tienen que cambiar y transformarse, el municipio de La Paz necesita una fuerza social nueva capaz de hacer frente a los retos que conlleva acabar con el rezago social.
Antorcha siempre ha llamado a la unidad en torno a un proyecto verdaderamente de progreso y transformador, no como el de los viejos líderes oportunistas. Si las siglas del PRI, como dijo, la presidenta del Comité Estatal, significan justicia social, pues el pueblo de La Paz exige que se haga efectiva esa justicia pero con un nuevo proyecto de nación que realmente lo beneficie.
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