El testimonio de un habitante de Jeruco revela cómo la transformación del paisaje ha deteriorado la salud y la vida cotidiana en las comunidades ribereñas
Jeruco es una localidad ubicada en la ribera norte de la laguna de Cuitzeo, al oeste de Cuitzeo y que pertenece a dicho municipio. Es una de las localidades más afectadas por las tolvaneras que se generan en el territorio que antes era un vaso lacustre y que ahora solo queda una arena y polvo.
El lago de Cuitzeo era considerado como el segundo lago natural más grande de México; está ubicado en los límites de los estados de Michoacán de Ocampo y Guanajuato; su cuenca tiene una extensión superficial de 3 mil 675 km² y forma parte de la cuenca Lerma-Chapala.
Sin embargo, desde hace más de dos décadas el lago y la cuenca endorreica de la que forma parte enfrentan una situación de crisis ambiental, que se manifiesta con erosión, reducción de la cobertura forestal, sobreexplotación de los recursos, eutrofización del cuerpo de agua y pérdida de especies (Vargas et al., 2012).
Esta reducción se puede atribuir a un incremento en el uso de agua urbano y rural de la cuenca (López et al., 2002) y la grave deforestación que han sufrido las zonas boscosas; la contaminación por aguas residuales que al menos unas quince poblaciones vierten al lago y la falta de lluvias.
Habitantes de las localidades cercanas señalan que otro factor determinante fue la construcción de la carretera Morelia-Salamanca, que divide al lago e impide que el agua se disperse en todo el territorio como ocurría hace años.
La carretera federal núm. 43 y la autopista Morelia-Salamanca lo cruzan en su parte central, las cuales dividen el lago en dos vasos lacustres, oriente y poniente, con una parte central intermedia.
Don Alberto Bambo, oriundo de la comunidad de Jeruco, en entrevista dijo:
“Desde que construyeron la autopista Morelia-Salamanca en el año 2005, ya no agarra mucha agua y la poca agua que agarra no se va para todos lados, solo se queda en un lugar y lo demás se queda seco.
Y los meses el año que no llueve todo aquí se vuelve una polvareda que se vuela a los pueblos y les afecta mucho porque todo se pone negro y causa enfermedades de las vías respiratorias a los niños y a nosotros los viejos principalmente”.
Una polvareda se refiere a la suspensión de partículas de polvo y tierra en el aire debido a la falta de agua y a la acción del viento, y que muchas veces van acompañadas de residuos de metales pesados, bacterias y virus. Por ende, son uno de los problemas de salud pública que afecta a las poblaciones de las zonas áridas y desérticas.
“Las comunidades más afectadas que en tiempo de sequía son: Jeruco, Dr. Miguel Silva, Capacho, Huandacareo, Cuitzeo y a veces la nube de polvo llega hasta Moroleón; se seca la tierra y se sube el salitre y eso es lo que vuela y es lo que respiramos todos los que vivimos aquí cerquitas y eso causa muchas enfermedades; además daña todo tipo de maquinaria, las cerraduras, aparatos electrónicos, algún frutal que tenga aquí a la ribera le seca la flor y no hay fruto. Ya como quiera estoy viejo, pero están los niños que están chiquitos y que también les afecta el polvo”.
De acuerdo con la información de la Secretaría de Salud de Michoacán, en el 2022 estas tolvaneras ocasionaron enfermedades gastrointestinales, broncopulmonares, dermatológicas y oftalmológicas a más de 20 mil habitantes de Cuitzeo, debido a que las partículas de polvo dispersan las bacterias y virus.
“Yo quisiera que este problema llegara a las autoridades para que nos ayuden, que la presidenta Claudia Sheinbaum nos haga caso porque es muy pesado vivir con este lago de arena y polvo; que nos digan cómo ayudamos para que se haga menos la carga. A veces quisiéramos que nos trajeran agua para humedecer toda la tierra y dejar de comer y respirar polvo”.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario