Circula en la ciudad de Izúcar de Matamoros, Puebla, una nota periodística en forma de volante cuyo contenido intenta desprestigiar a los simpatizantes del Movimiento Antorchista y con ello a la protesta de los trabajadores de SOSAPAMIM. El hecho de que una nota se traduzca en volante no es casual, prueba que fue ideada para usarla como arma de desprestigio, es prueba también que los autores de la nota escribieron por consigna, que tienen vendida su pluma, su conciencia y, por tanto, no buscan informar, sino calumniar, renegando y traicionando el digno papel de periodistas, todo para obtener canonjías sin mucho esfuerzo. Estas razones descalifican su papel de periodistas y sus notas, y los colocan como mercaderes de la pluma, de los que escriben de a tanto la línea. Esto sería razón suficiente para ignorarlos. Pero, en virtud de que está en juego la honorabilidad de un movimiento justo, de sus líderes y de los simpatizantes del movimiento, comentaremos algunas de sus calumniosas afirmaciones:
Primera. Dándoselas de brujos o de adivinos afirman que acarrearemos gente de otros municipios para la marcha pacífica que realizarán los trabajadores y las organizaciones adherentes. ¿Cómo o por qué lo afirman? Porque se trata de calumniar y, si para hacerla creíble hay que usar la hechicería, adelante.
Segunda. Afirman que son 30 los trabajadores inconformes. Falso, son 61 tal y como se puede comprobar con la solicitud de destitución del director del sistema, entregada al Ayuntamiento. Este manejo falso de datos busca sustentar su calumnia y desprestigiar un movimiento absolutamente mayoritario de los trabajadores y, si para lograrlo hay que mentir cambiando los datos, no importa, todo lo justifica el hecho de que obtendrá más jugosos premios quien mejor calumnie.
Tercera. Descalifican, acusándolos de todo y endilgándoles todos los defectos habidos y por haber, a Ciro de Gante, a José Rincón Bravo, a Rosario González, a Martín Peña Vázquez y a Antorcha Campesina. ¿Por qué no se pronuncian sobre lo justo o injusto del movimiento? ¿Por qué no critican la política de oídos sordos del Ayuntamiento? ¿Por qué no explican la conducta madura, respetuosa y atenta de los trabajadores con la ciudadanía y con el ayuntamiento, al continuar proporcionando el servicio de agua potable, a pesar de estar en plantón? Por una simple y sencilla razón. Porque ellos sí están al servicio de oscuros intereses, porque escriben para calumniar no para informar verazmente al pueblo, porque han perdido la dignidad y el valor para ejercer, con independencia de criterio y libertad, su papel de periodistas. Obvian la esencia del problema, que es lo que está a discusión: los trabajadores tienen razón o no, los simpatizantes tienen derecho de apoyar sí o no. Nada de eso comentan.
Cuarta. ¿Dónde se ha aprovechado Antorcha de las necesidades de la gente? ¿A quién obligamos a participar en marchas y protestas? Exigimos una sola prueba, una prueba, no aseveraciones sin sustento. De no hacerlo quedará certificado de una vez y para siempre su papel indecoroso de calumniadores.
Quinta. El Movimiento Antorchista de Izúcar no intenta apropiarse de SOSAPAMIM, mucho menos imponer al nuevo director y menos clausurar válvulas. Ese rumor busca concitar el odio ciudadano contra el movimiento de los trabajadores y contra nuestra organización, por lo que los periodistas que afirman eso no solo son calumniadores sino criminales. Por eso, los responsabilizamos de cualquier ataque físico que pudiera sufrir cualquier trabajador o algún antorchista.
Sexta. No andamos de entrometidos ni nos hemos adueñado del movimiento. Quienes iniciaron el movimiento y lo dirigen son única y exclusivamente los trabajadores de SOSAPAMIM. Acudimos en apoyo a solicitud de trabajadores antorchistas y estamos ahí con consentimiento de los mismos y del resto de los trabajadores. Apoyamos al movimiento porque lo consideramos justo, legal, pacífico y de un comportamiento ejemplar; porque somos solidarios con la gente y sus problemas; que esto le cause escozor a los egoístas, abusivos, envidiosos y calumniadores, no es culpa de Antorcha. Resuelto el conflicto los únicos que dirigirán a su organización serán los propios trabajadores de SOSAPAMIM.
Aclarada nuestra posición y de las organizaciones adherentes, solicitamos el apoyo ciudadano, para los trabajadores que, en un acto de dignidad y de justicia, luchan por sus más elementales derechos, aún a costa de sufrir calumnias y ofensas de plumas que nunca han hecho nada, desde su trinchera, en favor de los desprotegidos.
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