A pesar de su reputación como uno de los estados más seguros de México en 2024, Yucatán enfrenta una preocupante realidad en el ámbito de la salud mental, particularmente en lo referente a la depresión y al suicidio. Esta problemática, que afecta especialmente a jóvenes de entre 11 y 27 años, se evidencia en los múltiples casos registrados en diversos municipios como Mérida, Homún, Izamal y Espita.
Los casos de depresión en Yucatán se incrementan, datos del Sistema Nacional de Vigilancia Epidemiológica con corte al 14 de julio que corresponden a la semana 27, indican que en la entidad se diagnosticaron un promedio de 13 casos al día, lo que significa por lo menos 92 a la semana.
Los suicidios en Yucatán van al alza. La psicóloga Janeth Villanueva Durán, especialista en salud mental para jóvenes y adolescentes, aseveró que Yucatán es un estado con muchas características no tan positivas que derivan en depresión, y el 70 por ciento de los afectados toman la decisión de “salir por la puerta falsa”. Explicó que el ritmo acelerado de la vida actual, la depresión, los problemas económicos y familiares, entre otros, son los principales detonantes para que las personas decidan terminar con su vida.
Pero si la depresión y el suicidio son un problema de salud pública, urge que se atiendan, ya que, en el caso del segundo, además de privarse de la vida un ser humano, el daño se extiende a familiares y amigos, por lo que las autoridades correspondientes están obligadas a atenderlos y dar una solución de raíz a este lastre que lacera a la sociedad en general.
De acuerdo con datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), la tasa de suicidios en México ascendió a 6.8 por cada 100 mil habitantes en 2023. Esta causa de muerte representa actualmente el 1.1 por ciento del total nacional, ubicándose como la decimonovena causa de mortalidad. La información oficial revela que el 81.1 por ciento de los casos corresponde a hombres, mientras que el 18.9 por ciento a mujeres.
El Inegi señala también que las entidades federativas con las tasas más altas de suicidio por cada 100 mil habitantes en 2023 fueron: Chihuahua, 15; Yucatán, 14.3; Campeche y Aguascalientes, 10.5. Por otro lado, Ciudad de México, 3.4 y Veracruz, 4.4 presentaron las tasas más bajas.
De acuerdo a especialistas, el problema del suicidio es multifactorial, inciden problemas económicos, sociales, sentimentales, aspectos del carácter de las personas, vicios como el alcoholismo y fármacos, así como aspectos de orden familiar como la violencia que se vive al interior de los hogares.
Llama la atención que este hecho se presenta más entre población joven, en un rango de edad que oscila entre los 18 y 35 años, y que responden en un buen porcentaje a problemas de índole económico. Y no es de sorprender, pues desde la pandemia de Covid-19, que duró casi tres años, la situación de las personas vino a menos, ya sea por la falta de empleo formal, bajos salarios o una inflación que no da tregua; no hay que olvidar que Mérida es una de las ciudades con los precios más altos de la canasta básica.
En Yucatán, las estadísticas de salud mental confirman una situación preocupante, altas tasas de depresión, ansiedad y suicidios, especialmente entre niños y adolescentes; el problema sigue creciendo y no se trata sólo de la entidad o el país, es un problema a nivel mundial. Nuestra entidad tiene una alta tasa de suicidios, que lo mantienen en el top ten de las entidades con más casos de muertes autoinflingidas.
En 2023, el Inegi registró que el suicidio fue la segunda causa de muerte en adolescentes de 15 a 19 años en México, y Yucatán figuró entre los cinco estados con mayor tasa por cada 100 mil habitantes, esto a pesar de que las autoridades estatales han decidido actuar desde los entornos escolares.
Sin embargo, lo que hace falta es que las autoridades estatales apliquen una política que combata de raíz las causas que originan todos los males sociales, entre ellos la depresión y el suicidio, es decir, combatir en serio la pobreza en la que viven 901 mil 864 yucatecos y que originan todos los males que padecemos.
Los yucatecos tenemos la obligación de hacerle frente al enemigo común, la pobreza. Para eso, a todos debe dolernos, no solamente la vida que vivimos, nuestras carencias, sino también las de nuestros iguales, padres, hermanos, hijos, amigos, vecinos, todos los pobres; porque las necesidades son las mismas y si esto es así, la solución es la misma: luchar con toda decisión y enjundia en contra de la pobreza, en contra de todos los males que lastiman la vida del hombre, en contra del sistema de cosas existente que provoca ese vacío en el individuo, aislamiento y soledad que los obliga a tomar decisiones equivocadas y atentar en contra de su vida.
Hoy sufrimos pobreza, porque nuestro país, a pesar de ser la treceava economía del mundo, en la que se producen enormes cantidades de riqueza que pudieran aliviar la vida de todos los mexicanos, esta se concentra en un reducido y acaudalado grupo, mientras millones de hombres y mujeres que trabajan todos los días, no tienen para comer, no tienen empleo o los salarios son mal pagados, carecen de vivienda, de servicios médicos, de educación, de actividades de esparcimiento como el deporte y la cultura; situaciones que resueltas, son capaces de crear condiciones humanas y alejadas de la idea de atentar contra la vida, hoy llena de carencias de toda índole, es decir, necesitamos una sociedad libre de depresión y suicidios, una sociedad compuesta por hombres y mujeres capaces de manifestar en todos y cada uno de los aspectos de la vida, su actividad creadora; de ahí la imperiosa necesidad de organizarnos, luchar y conquistar un mejor presente y futuro para todos, cambiando al modelo económico que nos oprime.
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