En los últimos ocho meses se han registrado 304 no localizados en la entidad, la mayoría niñas y adolescentes, según “Red Lupa”
Cancún. De acuerdo con cifras oficiales procesadas por “Red Lupa”, las desapariciones y no localización de personas menores de edad, en su mayoría niñas y adolescentes, van en aumento. La asociación señala que en los últimos ocho meses la cifra de personas menores de 18 años asciende a 304, de las cuales el 64 % (196) son niñas.
Asimismo, la plataforma digital para el seguimiento y vigilancia de la Ley General en Materia de Desaparición Forzada de Personas y Desaparición Cometida por Particulares explicó que el 43 % de los casos de personas desaparecidas y no localizadas están en el rango de edad entre 15 y 29 años.
En contraparte, Leydi Cadenas Sánchez, dirigente antorchista en Benito Juárez, sostuvo que el clima de violencia que se vive en Quintana Roo es crítico, pero al Gobierno no le interesa, pues muchos de esos menores desaparecidos fueron presa fácil del crimen organizado, los reclutan bajo engaños y luego simplemente desaparecen y se vuelven parte de la estadística.
“La falta de oportunidades, mejores condiciones educativas, programas efectivos de prevención y, desde luego, empleos con salarios justos para los jefes de familia, por mencionar algunos, propicia que niños y jóvenes de colonias vulnerables utilicen diversos mecanismos para generar ingresos a fin de contribuir al sustento familiar, haciéndolos presa fácil de la delincuencia”, agregó.
Estos criminales –dijo– aprovechan la oportunidad de captar a los jóvenes porque estos, al ser inimputables, carecen de criterio propio para distinguir el bien del mal. Las condiciones paupérrimas y la ignorancia los limitan para medir los alcances de las células criminales que buscan engrosar sus filas.
De acuerdo con los especialistas, el crimen organizado se aprovecha de la vulnerabilidad de la pobreza e incluso de la inimputabilidad por edad. “Esta situación es muy grave, porque en todo el territorio estatal hay miles de niños en condiciones vulnerables; entre estos también se encuentra la desintegración familiar, un mal del actual sistema injusto y rapaz”.
Cadenas Sánchez agregó que esta situación provoca que muchas colonias populares sean zonas de riesgo, es decir, se crea el terreno propicio para acceder con facilidad a la juventud, particularmente en Cancún, al norte de Quintana Roo, catalogada como una de las ciudades con altas cifras de niños desaparecidos y marginación social.
Por ello, “es necesario alejar a las juventudes de las drogadicciones y de las garras de la delincuencia organizada, puesto que, poco preparados, difícilmente podrán resolver los problemas serios de su entorno social o comunitario y el gobierno está obligado a intervenir para revertir esta lacra social”, concluyó la líder social.
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