En plena ola de calor, las familias deben destinar más de 350 pesos semanales para comprar agua de mala calidad a proveedores particulares
En plena ola de calor, cuando las temperaturas en Ciudad Juárez superan los 40 grados centígrados, más de cinco mil familias de la zona suroeste del municipio fronterizo enfrentan un doble castigo: la falta crónica de agua potable. Esta situación afecta a más de 20 mil personas que, para acceder al vital líquido, se ven obligadas a pagar pipas particulares con un costo que rebasa los 350 pesos por hogar cada semana, un gasto imposible de cubrir para muchas familias que viven al día.
Las colonias más afectadas son Gobernadores, Campesina, Plazuela de Acuña, Fraternidad Antorchista, Granjas del Desierto, Granjas Santa Elena y los kilómetros del 28 al 33, donde las viviendas, muchas construidas con materiales precarios, se convierten en verdaderos hornos bajo el sol.
La carencia de agua potable no sólo agrava el riesgo de deshidratación y golpes de calor, sino que también impide mantener la higiene básica para prevenir enfermedades.
El problema no es nuevo. Desde hace más de 20 años, los asentamientos en la periferia han solicitado mediante oficios a la Junta Municipal de Agua y Saneamiento (JMAS), la Junta Central de Agua y Saneamiento (JCAS), la presidencia municipal y el Gobierno del Estado una solución definitiva. Sin embargo, las respuestas han sido parciales y, para muchas familias, inexistentes.
Alejandro Saucedo, vecino del kilómetro 33, explicó que el agua enviada por la JMAS es insuficiente y, en muchos casos, imposible de recibir, pues las pipas oficiales llegan en horarios laborales, cuando la mayoría está fuera de casa.
La consecuencia es que las familias se ven forzadas a comprar agua de mala calidad a proveedores particulares, sin opción a rechazarla por la alta necesidad que impone el calor extremo.
El líder antorchista Marco Antonio Martínez Soto recordó que cuando se puso en marcha el proyecto Conejos-Médanos en 2007, no se previó el crecimiento acelerado de la ciudad. Hoy, no sólo las viviendas de la periferia sufren la escasez, sino también escuelas y centros de salud que dependen del suministro regular para su funcionamiento.
Martínez Soto hizo un llamado urgente a las autoridades municipales y estatales para que se implementen proyectos integrales que garanticen agua de calidad a todas las familias de la zona. “En este clima, el agua no es solo un servicio: es una necesidad vital para sobrevivir”, sentenció.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario