Antorchistas de cuatro estados de la República Mexicana nos reuniremos en Tijuana el próximo 20 de octubre a celebrar los 45 años de existencia de nuestra unión definitiva como la única organización popular que defiende a los más humildes y olvidados de nuestra patria: Baja California, Baja California Sur, Sinaloa y los sonorenses, todos aportaremos contingentes para celebrar la vigencia de nuestra agrupación, creada en 1974, en Tecomatlán, Puebla.
Allí refrendaremos lo que verdaderamente somos: una alternativa política seria, responsable, luchadora. Se nos ha querido dar por extintos, se creyó que ya no habría más Antorcha, pero hemos demostrado que fue mentira por una sencilla razón: nuestro Movimiento es el pueblo pobre mismo organizado: para que ya no haya Antorcha deberá no existir la pobreza. Se creyó la mentira de que esta organización vivía del erario público y que cortando y desapareciendo, como lo hizo el Gobierno Federal, los programas públicos, también desaparecería: fue otra falsedad. Y justo acabamos de reunirnos 100 mil en San Luis Potosí y nos reuniremos otros 25 mil en Tijuana con nuestros propios recursos. Con estos eventos, que tanto nos cuesta llevar a cabo, pero que son indispensables para reforzar nuestra unidad, estamos diciendo a todos no sólo que no hemos desaparecido, sino que estamos más vivos y actuantes que nunca, y que diariamente miles de mexicanos se integran a nuestras filas. Crecemos, en lugar de decaer, y con gusto dejaremos de existir cuando acabe la pobreza; mientras tanto, defenderemos nuestra existencia hasta morir.
Según las cifras maquilladas por el Coneval en su reciente informe, entre los cuatro estados del Noroeste de México tenemos más de 2.8 millones de pobres, repartidos así: Baja California 848 mil, Baja California Sur 151 mil, Sinaloa 946 mil y Sonora 863 mil. Francamente lo dudamos, pues hay serias denuncias de que los pobres somos más, como las del Dr. Julio Boltvinik, del Colegio de México (entrevista en AC Noticias, con la periodista Francis Martínez, del 6 de agosto de 2019). Y como los programas de Gobierno se basarán en estas estadísticas rasuradas, estamos ciertos que a muchos ni siquiera se les contemplará para lo poco que está haciendo el actual gobierno federal. Pero aunque fuera cierto lo que dice el Coneval, sería todavía mucha pobreza por combatir en nuestros cuatro estados. Ese informe justifica nuestra existencia, plenamente. En Tijuana, pues, nos reuniremos los olvidados, los que ni en las estadísticas de pobreza aparecemos.
Somos los que entienden que no se justifica que siendo esta tierra norteña gran productora de riqueza, tengamos tantos pobres. Todo mundo sabe que las compañías extranjeras han saqueado por más de un siglo legalmente nuestras minas y aun así tenemos miles que viven en extrema pobreza, 234 mil personas, según el consabido maquillaje; que nuestros campos son grandes productores de frutas y verduras y aun así en la tierra sonorense, por ejemplo, uno de cada cuatro no ganó lo suficiente para comer, también según el Coneval de hace dos años; todo mundo sabe que nuestro Mar de Cortés produce gran riqueza, pero la mayoría de los pescadores y trabajadores del mar naufraga entre las agresivas olas de la pobreza; cientos de miles que trabajamos en el Noroeste debemos tener dos empleos, completando hasta más de doce diarias para poder ganar lo suficiente, justo igual que hacer dos siglos en Inglaterra. Además, y por si fuera poco, todos los mencionados nos sentimos amenazados con tanto recorte que ha hecho el gobierno de López Obrador a los programas sociales que antes siquiera nos medio sacaban del apuro.
En Tijuana nos reuniremos miles de mexicanos que deseamos una patria más justa y que tenemos una propuesta política que hacer a todos los mexicanos para lograrlo; es algo relativamente fácil de comprender: proponemos que ahora gobiernen los pobres, que sea el pueblo pobre el que dirija los destinos de nuestra nación, ya no los mismos políticos y empresarios de siempre vestidos con camisetas intercambiadas: y no planteamos nada irracional, la Constitución Mexicana indica que la soberanía reside esencial y originariamente en el pueblo, pero hemos visto que no basta con votar, nunca ha bastado, los pobres tenemos décadas dando nuestro voto a unos o a otros, pero el número de pobres aumenta año con año, han sido gobiernos de ricos para ricos, que nos han dado programas sociales como limosnas sólo para que no estallemos. Proponemos, pues, que gobiernen los pobres, primero, poniéndonos de acuerdo todos los que generamos riqueza, ricos y pobres, para generar más riqueza, mucha, para que tengamos que repartir. Y esa es otra de nuestras propuestas: que haya una distribución más equitativa y justa de la riqueza que todos generamos, pues hoy sólo la concentran unos cuantos y todos los gobiernos que ha habido no han hecho nada al respecto, ni el actual. Proponemos que para que esa riqueza se distribuya con justicia, el Estado debe establecer una política de impuestos progresiva: que pague más quien gane más. Sin caer en agresiones a la iniciativa privada, pero sin dejar todo a las agresivas leyes del mercado capitalista, proponemos regular los ingresos de los más ricos de tal forma que sin perderlos los compartan y se destinen por el gobierno en gasto social, justo igual que lo hacen muchos países capitalistas avanzados del mundo. Y tampoco es una propuesta descabellada, ya ha sido planteada por los propios organismos internacionales dominados por los más ricos del mundo, sólo que nadie la ha recogido en México, todos se hacen los que la virgen les habla. Proponemos, pues, que la distribución sea a través de la elevación del gasto social, y también a través de la mejora salarial y de la creación de empleos, no de limosnas entregadas con tarjeta bancaria sin fondos. Esta es la propuesta antorchista que refrendaremos en Tijuana.
Pero si ninguno de los actuales partidos recoge y actúa conforme a este planteamiento de los pobres, si siguen conduciéndose con la deslealtad con que hasta ahora lo han hecho, prometiendo y no resolviendo, entonces tendremos que formar nuestro propio partido. Y para lograrlo convocaremos a todos los trabajadores, a los campesinos, a los pequeños y medianos empresarios nacionalistas, a los intelectuales y profesionistas honestos, y a todos los que hoy se sienten ahogados por este injusto modelo económico neoliberal, disfrazado hoy de "izquierda" por el gobierno morenista, a que trabajemos juntos por lograr el cambio que proponemos y que es el único que a ellos también puede resolverles sus problemas. Así pensamos y actuamos los que nos reuniremos en donde empieza el territorio que nos robaron. Somos los del Noroeste de México y queremos repetir a usted lo que dijo el patriota cubano José Martí: "Cultivo una rosa blanca / en junio como en enero / para el amigo sincero / que me da su mano franca". Aquí está la nuestra, esperándole en Tijuana.
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