Desde hace más de 46 años nuestra organización se ha dedicado a realizar un arduo trabajo en beneficio del pueblo humilde de México, ante la contingencia sanitaria derivado de la pandemia del coronavirus denominado SARS-CoV-2, la organización sin excepción se resolvió a perpetrarse más en la sociedad con el único fin de ayudar a los más vulnerables y afectados.
Por el origen de nuestro trabajo conocemos bien las condiciones en que viven las familias que habitan en los municipios con mayor índice de pobreza, pues nuestro trabajo se enfoca principalmente en las zonas más alejadas y olvidadas, comunidades donde hacen falta servicios tan básicos como la electricidad, drenaje, agua potable, caminos y carreteras, escuelas, hospitales etcétera, aquellos lugares más desolados donde la miseria acaba lentamente con sus habitantes.Pero no solamente en los lugares más apartados de los municipios marginados existe la miseria, pues por la misma situación de abandono de los lugares alejados, desplaza a familias enteras a las principales capitales, siempre con el sueño de mejorar sus condiciones de vida.
Al año miles de familias en situación de pobreza, se trasladan de sus lugares de origen a las capitales en busca de trabajo y mejores condiciones de vida para sus familias, nuestra organización se ha enfocado desde su nacimiento en asistir a los mas necesitados, hacerles ver su realidad, concientizándolos políticamente, enseñándoles a luchar, exigiendo sus derechos como ciudadanos, realizando gestiones ante los gobiernos estatal y municipal, por mejores condiciones de vida.
Una de las muchas áreas de trabajo del Movimiento Antorchista al servicio del pueblo humilde, es la que se enfoca en darle voz al pueblo sufriente; es decir, el poner a su servicio los medios de comunicación, a la prensa antorchista para maximizar la denuncia de las necesidades de los pobres de nuestro país, contraria a la prensa convencional, contradictoria y amarillista quienes no se atreven a dar a conocer las injusticias que sufren miles de familias, solo porque no es redituable.
Cuando hablo de medios de comunicación antorchista, me refiero a una labor solidaria el cual necesita de un gran compromiso con las clases más desprotegidas, pues éste es el verdadero camino que nos lleva a aquellos lugares en donde se respira pobreza y miseria, lugares en los que nadie quiere estar.Son millones ya, los que se encuentran en estas circunstancias, viven en extrema pobreza, familias que no saben que comerán el día de mañana, es ahí en donde nuestras plumas y lentes deben encontrar inspiración para reflejar las penurias del pueblo.
La labor principal de la prensa al servicio del pueblo es dar a conocer las injusticias, la indiferencia de las autoridades de cualquier nivel de gobierno, la desigualdad que existe entre los hombres; nuestros medios de comunicación al alcance, denuncian y seguirán denunciando las políticas erradas de nuestro Gobierno actual, así como el mal manejo de la pandemia, el cual ha provocado la perdida de miles de vidas, que además, millones de personas perdieran su empleo o se les pague un sueldo reducido hasta en un 70 por ciento, dejando desprotegidas a las familias mexicanas, al grado de la hambruna.
Los comunicadores organizados como nosotros, los que llevamos esta noble labor a la práctica no descansaremos, estaremos listos para acudir al llamado de la noticia, para denunciar las injusticias, carencias y necesidades del pueblo humilde y no habrá amenaza, censura o represión que detenga nuestro objetivo, defenderemos el derecho a la libre expresión, nos ampara el Artículo 19 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
La tarea fundamental de la prensa antorchista está hoy más fuerte que nunca para defendernos de las calumnias, para informar y denunciar con objetividad, verdad y justicia, y, sobre todo, para servirle al pueblo.
Desde aquí les hago el llamado a los comunicólogos, a los medios de comunicación, a que sean afines al sentir de miles de mexicanos que viven en la miseria, a que difundan las injusticias que se cometen en contra del pueblo, pero, sobre todo, démosle voz a los verdaderos desvalidos de este país.
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