Hace unos días, los vecinos de la colonia Balcones del Sur, uno de los principales bastiones antorchistas en la capital de Puebla, se reunieron para celebrar un logró muy importante para el pueblo pobre y organizado: inauguraron la Casa de la Cultura "Ing. Aquiles Córdova Morán", edificio que albergará a centenares de artistas para que puedan desarrollar sus actividades artísticas y culturales en condiciones idóneas, mismas que de no ser por la lucha incansable de los antorchistas no hubieran sido posibles. Este logro, por tanto, debe de reconocérsele a los hombres y mujeres buenos que lucharon para hacerlo realidad.
El complejo tiene salones de música, coro, danza clásica, baile folclórico, danza contemporánea, un gimnasio, pintura, sala audiovisual, salones de teatro y aulas para teoría, además de cafetería y algunas otras comodidades para los jóvenes artistas.
No menos importante es la contribución de los diputados federales antorchistas, quienes en la Cámara de Diputados tuvieron que hacer lo propio para que se pudiera destinar el recurso necesario y así materializar dicha obra. Es decir, el trabajo conjunto organizado entre los ciudadanos y las autoridades comprometidas con el pueblo da como fruto mejores condiciones de vida para la población, pero es menester que ambas partes estén conscientes de que deben ser parte activa en la solución de los problemas y que quienes son autoridades pongan sus conocimientos y capacidades al servicio del pueblo.
Es importante resaltar que esta obra no es producto de la casualidad. Han pasado ya 33 años desde que los vecinos de Balcones del Sur decidieron organizarse en las filas del antorchismo. Desde entonces, esta colonia, de ser un terreno devastado por la marginación y el olvido de las autoridades ha llegado a ser un importante núcleo poblacional en la zona sur de la capital poblana. En estos 33 años, Balcones del Sur se ha transformado radicalmente, pero no sólo en lo material, es decir, la clase trabajadora ha hecho lo propio por transformar su entorno y, una vez logrado, continúa luchando para elevar su espíritu y alimentarlo, convirtiéndose así en personas con una visión humana y fraterna.
Balcones del Sur cuenta con la cobertura total de los servicios básicos, un Centro de Salud que da servicio a alrededor de 10 mil personas, una envidiable unidad deportiva llamada "Lenin Campos Córdova", el auditorio "Humberto Vidal Mendoza", además de infraestructura educativa que va desde preescolar hasta el nivel superior, y ahora, la imponente casa de la cultura.
Esto, como dije, es fruto de la lucha tesonera que todos los días han dado las familias que decidieron, acertadamente, sumarse a las filas del Movimiento Antorchista Nacional. Este es el legado que ellos dejan a sus hijos y a quienes corresponde seguir manteniendo en alto la bandera de esta organización que demuestra con hechos tangibles que una vida mejor para la clase proletaria, de la que esta ávida, es posible.
Sabemos cómo lograr esa transformación que no se limita a los cambios materiales, sino que va más a allá, es decir, la trasformación también es de las personas, que dejen pensar únicamente en sí mismas y se preocupen también por sus hermanos de clase. Que sientan el dolor ajeno como propio y alcen la voz ante cualquier injusticia: sabemos cómo hacerlo y porque podemos lo hacemos. Resolver las carencias materiales es insuficiente, por eso nuestra organización también se ha ocupado por la sensibilización de la gente usando como armas la cultura, el deporte y el estudio. Campos en los que prácticamente no tiene competidor por la cantidad y calidad de los eventos que impulsa sin ningún tipo de financiamiento gubernamental. Esto ha permitido que haya cada vez más hombres cultos entre la clase proletaria de México, puesto que una persona educada que sabe disfrutar y apreciar de la recreación sana como la música, la danza, la poesía, la pintura y el teatro, entre otras, es incapaz de sustraerse de su realidad y, en consecuencia, participa activamente en la transformación de esa realidad para crear una más justa y equitativa, haciendo frente a manipuladores y charlatanes que buscan sólo el beneficio propio.
El maestro Aquiles Córdova ha manifestado que para nuestra organización el fomento del arte y la cultura es una poderosa arma transformadora del hombre, de su conciencia, de su sensibilidad y de su voluntad, haciéndolo un hombre mejor, con sentimientos y pensamientos más elevados; es decir, haciéndolo un hombre nuevo, más solidario, más tolerante, más inteligente y, por lo tanto, más capaz de convivir con sus semejantes y de ayudarlos a vivir una vida más plena; precisamente por eso no podemos prescindir del arte como herramienta de transformación.
Los antorchistas tenemos esta visión. Por eso, en forma de agradecimiento y como un homenaje, decidimos que esta casa de la cultura, que es la cristalización de 33 años de lucha diaria, lleve el nombre de nuestro dirigente. Es justo y correcto por todo lo que nuestro dirigente ha hecho por el pueblo pobre de México y, aun así, seguimos en deuda con él.
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