Como bien lo explica la escritora chilena Marta Harnecker en su libro ¿Qué es la sociedad?, las revoluciones sociales y los grandes cambios históricos los hacen las masas populares; un individuo, por muy inteligente y capaz que sea, no puede hacerlo solo. Por eso, una de las tareas fundamentales que se propuso el Movimiento Antorchista desde su nacimiento es organizar y educar al pueblo de México.
La organización popular es una fuerza legítima y necesaria para transformar las condiciones de vida del pueblo, amparada en los derechos que la Constitución garantiza a todos los mexicanos.
En nuestro país, el artículo 9º de la Constitución Política establece que no se puede coartar nuestro derecho a asociarnos o reunirnos pacíficamente con cualquier objeto lícito.
De igual manera, el artículo 8º garantiza nuestro derecho de petición ante las autoridades, siempre de manera respetuosa. Bajo este marco legal, a lo largo de cinco décadas hemos organizado, educado y encabezado la lucha de miles de familias mexicanas cuando ha sido necesario.
Gracias a este trabajo, hemos logrado transformar la calidad de vida en las comunidades organizadas. Incluso, nuestra lucha ha beneficiado a sectores que no pertenecen a la organización, pues las obras que gestionamos ante las dependencias de gobierno —cuya obligación es atender— sirven a todos por igual.
Pero nuestra labor va más allá de la exigencia pública; al interior de los grupos fomentamos actividades como faenas de limpieza y arreglo de caminos. Estas acciones hacen que las comunidades aprendan a convivir, a socializarse y a trabajar en colectivo, rompiendo con el individualismo que promueve el sistema capitalista actual.
El ser humano es social por naturaleza, y Antorcha busca que los pueblos se vuelvan a hermanar, entendiendo que solo su propia organización solucionará los problemas que nos aquejan.
Por todo lo anterior, compañeros antorchistas de Baja California, es necesario que nos organicemos en cada una de nuestras comunidades. Se acerca el momento de entregar el pliego de peticiones con las obras y acciones prioritarias para mejorar la infraestructura en las colonias y localidades marginadas de nuestros municipios.
Acudiremos ante la gobernadora del estado, Marina del Pilar Ávila Olmeda, con una representación del Comité Estatal. En este documento destacan demandas urgentes como pavimentación, redes de agua potable, drenaje y construcción de infraestructura educativa.
Al mismo tiempo, haremos hincapié ante las dependencias en uno de los ejes de nuestro movimiento: que se reoriente el gasto público y se apliquen más recursos a salud, vivienda y servicios, rubros que cambian directamente la vida de la gente.
Por ello, es de suma importancia que hagamos presencia en la entrega de los pliegos petitorios, para dar seguimiento puntual y lograr que sean atendidas las necesidades más sentidas del pueblo bajacaliforniano.
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