En 2018, Morena le vendió a la población la ilusión de un cambio, de una transformación que traería felicidad y abundancia hasta la puerta de su casa. Tres años después la ilusión se esfumó, el cambio llegó, pero para dar una puñalada a los bolsillos, a la educación y a la salud del pueblo trabajador. Sin el mayor recato, el partido en el poder ha ido exhibiendo su verdadera utilidad: ser un instrumento para lograr los objetivos de los que están deseosos de poder.
En un lapso de tres años hemos visto que al gobierno morenista no le interesa defender “primero a los pobres”, pues las políticas aplicadas en el sector económico y de salud lo reflejan: más de 200 mil muertes por covid-19 y más de 10 millones de mexicanos que se integran a las filas de la pobreza, que ya eran demasiado grandes. También ha dejado al descubierto que es un partido donde no hay unidad ideológica, donde lo más importante es ganar, ganar y ganar, para obtener más poder y defender los intereses de la clase en el poder.
Bastó con que iniciara el proceso electoral 2021 para que se tiñera de mejor manera lo que digo. Hablaremos del estado de Puebla, sólo como referencia, de lo que está pasado a nivel nacional. Iniciado el periodo, las pugnas internas, los jaloneos por las candidaturas, los dimes y diretes, acusaciones, candidatos chapulines, las amenazas de toma de instalaciones y las impugnaciones están a la orden del día en Morena. Apenas iniciado el mes de abril, el partido en el poder suma 54 procesos de impugnación ante Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), pues morenistas como Mario Bracamontes González, advirtieron que un 90 por ciento de sus candidatos son ex morenovallistas, ex priistas y ex panistas (Milenio del 1 de marzo); además, han acusado de falta de transparencia en la metodología de las encuestas para seleccionar a los candidatos y de aceptar la reelección de presidentes que no han dado buenos resultados. Acusan, también, a su dirigente nacional Mario Delgado, de entregar el poder del partido a Alejandro Armenta, y de beneficiar a candidatos que no coinciden con su base ideológica.
Esta situación se ve replicada en la Sierra Norte, en concreto, en el municipio de Zacatlán, donde el comité municipal de Morena se pronunció en contra de la candidatura de Jorge Raúl Hernández Quintero, el elegido a contender por la alcaldía del municipio serrano, situación a la que se sumó el proceso de impugnación del también aspirante morenista Yibran Farjat Mourad. Acusan a Jorge Raúl Hernández de “ser un personaje interesado, que contraviene a los estatutos del partido y del que se le ha negado todo tipo de apoyo políticos (sic)”, dice la nota del periódico regional La Noticia del Norte de Puebla, que además señala que Alberto Vázquez Reyes, presidente del comité local Morenista, acusó a Erick Cotoñeto de ser el principal impulsor de la aspiración de Hernández Quintero y de traición a su partido.
Las pugnas internas dentro del partido en el poder revelan lo que el Movimiento Antorchista dijo desde la elección de 2018: Morena no tiene rumbo fijo, no tiene un proyecto claro ni científico, no tiene una base ideológica que le permita unificar y caminar por rumbo seguro. Las peleas entre morenistas no muestra más que la urgencia de obtener poder, de mantenerse en la silla a costa de lo que sea, olvidando que es en estos momentos, cuando el pueblo necesita mayor atención por la terrible crisis económica y de salud por la que atraviesa. Morena está más preocupada por sus candidaturas, por mantenerse en el poder. Sin embargo, deberían darse cuenta que el pueblo se está hartando. Hace unos días, a través de un video ciudadano que subió la usuaria de Facebook Bárbara Rivera Bonilla, dijo: “Me gustaría que ya se termine el gobierno de Morena, porque nos ha traído, pues, más carencias y ya no se aguanta”; en otro video de la misma red social, Emilia Delia Hernández, del municipio de Ahuazotepec, expresó: “con este video me dirijo al gobierno de Morena: la verdad es que dijo que nos iba a apoyar y muchas cosas, así nos endulzó muy bien la oreja, como quien dice, y la verdad fueron puras mentiras; la verdad, estoy muy molesta porque Morena no sirve para nada. Pónganse a trabajar y dejen de estar nada más robando, porque es lo que hacen, robar”.
El pueblo es sabio y se da cuenta que ni Morena ni los gobiernos emanados de éste, están preocupados por él. Con los hechos ocurridos en estos tiempos, cobra vigencia lo mencionado por nuestro dirigente nacional, el maestro Aquiles Córdova Morán en un evento realizado el 17 de julio de 2018: “En política también hay que estudiar. Hay que ser científicos de la ciencia política. No se puede improvisar”. Y Morena siempre improvisando, y el pueblo, pagando las consecuencias. Por eso, necesitamos un verdadero proyecto que tenga rumbo, que tenga claro y con sustento científico lo que el país requiere para mejorar las condiciones materiales y espirituales de la población; ese proyecto, para que sea viable, sólo lo puede encabezar el pueblo trabajador y organizado, de la mano del Movimiento Antorchista Nacional.
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