A pesar de que el gobierno federal, estatal y muchos municipios aseguran que las cosas en materia de salud marchan bien y que existen programas que garantizan este servicio a todos los mexicanos, es evidente que las protestas persisten, por lo menos en Baja California, por parte de trabajadores de la salud que denuncian falta de pago, de medicamentos y de infraestructura. Esto deja en claro que “eso de que vamos bien” es solo puro rollo que nadie puede sostener.
Es inaceptable que hoy, cuando dicen que tenemos un sistema mejor que el de Dinamarca, haya personas que mueran en las puertas de un hospital por falta de atención médica.
Hemos visto casos agresivos a través de redes sociales: una persona en estado crítico a quien se le niega la atención por falta de insumos; otra que, al ir a aliviarse, termina dando a luz a las afueras de un hospital en Oaxaca. Y así pueden enumerarse cientos de casos en diferentes estados, donde muchas personas no tienen acceso a la salud, o si lo tienen, se les niega porque no hay medicamentos.
Otro dato relevante, dado a conocer hace apenas algunos días, es que existen 2 mil niños con cáncer que han muerto por falta de medicamentos, y cada día se suman catorce nuevos casos. Habrá que recordar las políticas de recorte a medicamentos y tratamientos aplicadas por Morena, que aseguró que no era necesario gastar, que lo importante era priorizar los programas dirigidos “a la gente”.
Una nota reciente, titulada Personas sin acceso a la salud en BC alcanzan máximo récord en 2025, presenta datos que deberían preocupar no sólo a los bajacalifornianos, sino a todos los mexicanos. Es un claro ejemplo de lo que está ocurriendo en muchos estados.
La nota dice a renglón seguido:
Los trabajadores sin acceso a las instituciones de salud en Baja California reportaron un aumento del 2.8 % a tasa anual en el primer trimestre del presente año en comparación con el mismo lapso de 2024, según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) realizada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
De tal manera, entre enero y marzo de 2024 se documentaron 324 mil 757 ocupados en el estado sin acceso a servicios de salud, y para el primer trimestre de 2025 la cifra subió a 333 mil 944.
En el análisis de las cifras de la ENOE para Baja California al 31 de marzo de 2025, los ocupados de la Población Económicamente Activa sin servicios de salud alcanzaron un máximo récord en once trimestres consecutivos.
En términos absolutos, en tres años y medio, los trabajadores en Baja California sin oportunidad de atenderse en las instituciones de salud aumentaron en 18 mil 493 personas, según cifras del Inegi.
Frente a este panorama, está claro que el gobierno en sus tres niveles no ha podido responder a las necesidades de salud del pueblo mexicano. El actual sistema económico ha incentivado que la salud se resuelva de forma comercial, que se compre, que el mexicano pague por medicamentos y por un sistema de salud que ya está pagando con sus impuestos.
Debe exigirse que los impuestos se devuelvan en salud, educación, vivienda y servicios; que no se usen solo para complacer caprichos, como un tren que no da resultados, solo por citar un ejemplo. Es momento de que la indignación del pueblo se levante, de que juntos exijamos que los servicios sean para todos los mexicanos. La salud es un derecho garantizado por nuestra Constitución, y es inaceptable que hoy, “cuando tenemos un sistema mejor que el de Dinamarca”, haya personas que mueran en las puertas de un hospital por falta de atención médica.
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