Como que algo ya no anda bien con los políticos, los jóvenes universitarios también votaron y merecen respeto. Las autoridades recién electas deberían demostrar un poco más seriedad en lo que ahora dicen, darse cuenta que la campaña electoral ya terminó y que ahora es tiempo, pero de decirnos con mucha responsabilidad cómo, cuándo y con qué piensan llevar a la realidad todo lo que dijeron como candidatos. De no hacerlo así, sólo dejarían ver que no son el cambio que prometieron y dicen representar.
Hace unos días leí una nota que me causó grima: "Abrirán universidad gratuita", así encabezó el periódico El Noticiero su primera plana como para asegurarse la primicia; se dijo ahí que esto lo reveló Indira Vizcaíno, diputada federal electa por el segundo distrito electoral. Más adelante se aclaró que ésta, -la universidad gratuita-, es parte de las 100 universidades que pretende crear en todo el país, el presidente electo López Obrador durante su mandato. El director del periódico dijo que, en visita de cortesía, la diputada informó que "la universidad gratuita", "sería una escuela autónoma y no tendría nada qué ver con la Universidad de Colima, con estructura y planes de estudio distintos, avalados por la SEP" ( El NOTICIERO, 21/08/2018); también dijo que las carreras que se ofertarán serán de las más demandadas y que no existan en las universidades actuales, para captar los sectores que se están quedando afuera, pero que cuando empiece, iniciará con una sola carrera. Los detalles, amigo lector, usted los podrá leer luego. Mi disgusto aparece aquí con estas preguntas: ¿A qué viene en estos momentos la declaración de la diputada, cuando los jóvenes rechazados por las universidades aún no logran dormir tranquilos por su situación?, ¿qué ganan con esta noticia los padres de familia, ahorita que no completan el pago de inscripción de sus hijos a la Universidad? Pero, ¿esto dijo en verdad la diputada electa? o el diario pone de su cosecha, porque, si la mentada "Universidad gratuita", será como la pinta la diputada, dado el monto de inversión que significaba y el famoso programa de austeridad pregonado por el nuevo gobierno federal, ¿no es esto una mera promesa hueca y sin sentido, ahora, para todos los jóvenes rechazados y sus padres de familia? Como dije líneas arriba, los jóvenes universitarios, sobre todo los rechazados y los que no tienen para pagar su cuota de inscripción, merecen que se les hable con seriedad.
Pero la simple noticia aparecida en EL NOTICIERO, no fue precisamente lo que detonó mi intranquilidad, sino dos razonamientos que me surgieron con la nota. Veamos.
Primero. A unos días de la elección, el ahora Presidente electo, afirmó que durante su gobierno otorgará becas a universitarios por 2 mil 400 pesos mensuales y a jóvenes que ni estudian, ni trabajan - o sea los ninis - por 3 mil 600 pesos cada mes. Sabemos por datos de la OCDE y el INEGI, que en México son 7 millones 500 mil "ninis", pero en el Proyecto Alternativo de Nación 2018-2024 de López Obrador, dice que sólo apoyará a 2 millones 300 mil "ninis". Dos preguntas: ¿qué pasará con los 5 millones 200 mil "ninis" que no alcancen beca? y ¿cuántos "ninis" colimenses sí alcanzarán una beca de esas? Pero además, la lógica de las matemáticas dice que, tan sólo para las becas de los "ninis" que sí alcanzarán a recibirlas, el nuevo gobierno necesitará algo así como 8 mil 280 millones de pesos cada mes; es decir, 99 mil 360 millones de pesos por año. Otras preguntas: ¿en verdad se sabe ya con exactitud de dónde va a salir todo ese dinero? o tal vez, ¿las becas de los que ni estudian, ni trabajan, o sea los "ninis", se pagarán con los impuestos generados por los que sí estudian y trabajan? Es por eso que, cuando leo ahora que además de la promesa de becas a los "ninis" y universitarios, se nos viene a decir que también habrá "universidades gratuitas" y que serán "autónomas" y "con estructura y planes de estudio distintos", me invade la incertidumbre y el disgusto. Pero no crea amigo lector, que por todo lo que he dicho sea mi deseo que no se cumplan las promesas de campaña, muy el contrario; sólo recuerdo aquí, lo que dijo el Maestro Aquiles Córdova Morán, líder Nacional de Antorcha: "Terminó el periodo de las promesas; llegó la hora de los hechos."
Segundo. Si la nota aparecida en el diario que menciono, busca atacar un verdadero problema de injusticia social contra los más pobres, he de decir que me parece que confunden aquí el fin con los medios. El problema es este: en la sociedad capitalista y neoliberal en la cual nos debatimos, tener una carrera universitaria es sólo un medio, para luego lograr tener un empleo remunerador, que es el fin, o cuando menos uno de los que se persiguen -cosa que no siempre sucede y que es otro problema-. Entonces, no se puede hablar de crear más universidades, aunque sean estas gratuitas, sin tener cuando menos en mente, cómo y con qué se va a resolver el problema de la falta de empleo de los egresados universitarios. Pudiera decirse que la solución a este problema, ya se tiene en los planes, pero si ya sabemos que el nuevo gobierno esta pensando destinar 99 mil 360 millones de pesos anuales a los que ni estudian, ni trabajan, pregunto: ¿estarán pensando en serio, ahora, en el empleo remunerador de los egresados de las universidades gratuitas? Esto resulta ahora de suma importancia por los datos que ya se conocen: según dice la STPS-INEGI, en la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo publicados en agosto de 2018, que de los 53 millones 785 mil 275 trabajadores mexicanos ocupados que son parte de la Población Económicamente Activa (PEA), sólo el 21 por ciento tiene carrera universitaria, estos son dos de cada 10 trabajadores ocupados. En Colima, a la misma fecha, los ocupados eran 375 mil 707 trabajadores, y de ellos, sólo el 24 por ciento tenían una carrera universitaria, lo que significa que 287 mil 121 colimenses ocupados, no tuvieron necesidad de ir a la universidad para ser empleados. ¿Cuántos egresados de las universidades hay en Colima que no tienen un empleo formal? Este debería ser el verdadero problema que hay que resolver ahora, antes de andar pensando en crear más universidades.
¿Y mientras? Mientras creo que todos los beneficiados con el voto popular, harían bien en sumarse a la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios Rafael Ramírez (FNERRR), que junto con las Casas del Estudiante "Graciano Sánchez AC", están gestionando y logrando con mucho éxito, becas de condonación de pago de inscripción y acomodo de jóvenes rechazados, en la Universidad de Colima; que todavía no es gratuita, pero que haría muy bien el nuevo gobierno, en hacer que sea, antes de ponerse a crear otras por ahí.
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