MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Los pobres sostienen a todo el país, no necesitan caridades

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Gran escándalo levantó Andrés Manuel López Obrador al comparar a los pobres con animalitos y a los programas sociales con "dar alimento a mascotas". Y sí lo hizo, después de exponer sus "razones" acerca de los programas públicos y defender su "gratuidad", en oposición a la idea de "los neoliberales", criticando el uso de la súper sobada parábola del pescador ("enséñalo a pescar, no le regales un pez"), contestando que "claro que hay que enseñar a pescar, pero también la justicia es atender a la gente humilde, es la función del Gobierno" y fue entonces cuando lanzó el vejatorio símil, "ni modo que se le diga a una mascota: ‘a ver, vete a buscar tu alimento’,...pues se les tiene que dar, ¿no?, su alimento".

Estas insólitas declaraciones permiten ver, creo yo, con mucha claridad la verdadera concepción filosófica y el tamaño del intelecto y humanismo de Obrador, a quien sus aduladores presentan como el "iluminado", el "Belisario resucitado" o hasta el nuevo niño dios que vino a este mundo a salvar a México y al mundo entero. Ciertamente, los lacayos lisonjeros siempre surgirán, se pegarán a los poderosos del momento para besarles los pies, compitiendo para ver quién dobla mejor y más bajo el espinazo, pero eso no exculpa al lisonjeado pues, para que existan los súbditos debe existir gente dispuesta a jugar el papel de soberano.

¿Es López Obrador el estadista que presume ser?, ¿es ejemplo imponderable de virtudes, destacadamente la honestidad y la bondad?, ¿es el nuevo humanista destinado a ser ejemplo y guía de los buenos hombres que desean una sociedad más justa y el líder que les llevará al éxito en esa empresa? Para intentar responder no podemos guiarnos por lo que dicen sus lambiscones ni por los votos del propio Obrador, por muy sinceros que parezcan o por muchos reflectores y amplificadores que logren. Tampoco nos guiaremos por sus detractores, muchos de ellos interesados conservadores que aprovechan sus no pocos yerros para desacreditar a todos los movimientos y todas las ideas de izquierda.

Sin duda, la mejor respuesta la encontraremos en sus acciones y el resultado de ellas, y de eso hay mucho que analizar. Pero en esta ocasión, me disculpo por esa omisión, que resarciremos después, pues quiero referirme aquí a lo que dije al principio. ¿Qué es lo que revelan las declaraciones del tabasqueño acerca de los pobres?, No se puede entender lo correcto (o no) de ellas sin ver, aunque sea brevemente, cómo razona en su lugar la ciencia, pues estos asuntos los han analizado profundamente las más geniales inteligencias del mundo desde hace tiempo.

La gratuidad de los programas sociales no existe. La gratuidad que se maneja en nuestras leyes se refiere a los "bienes o servicios" que "dispensa" el gobierno, los cuales son todos posibles gracias a los impuestos que recauda entre la población, y que luego, por mandato de esta, redistribuye entre esa misma población. Los bienes y servicios que "dispensa" el gobierno, por lo tanto, no son en ningún modo gratis o sin coste alguno o sin motivo ni causa, sino que son posibles con los recursos que fueron necesariamente producidos antes y entregados por adelantado al Gobierno por quienes habrán de recibirlos, quienes, por ello, no reciben nada gratis. El Gobierno no produce ningún bien y no puede "dar gratis" nada. Puede redistribuir lo que le entrega el pueblo de México.

DS

Pero, ¿quiénes son los que produjeron y le entregaron esa riqueza? "...La sustancia del valor es el trabajo socialmente necesario para producir cierta cantidad de una mercancía con las condiciones medias de trabajo", explicó Carlos Marx luego de años de estudios socieconómicos para formular esta tesis que sintetiza la gran verdad: la riqueza (que existe solamente bajo la forma de bienes y servicios) la crea el trabajo productivo, y es este trabajo el que crea toda la que se habrá de repartir entre toda la población. El sistema capitalista distribuye esta riqueza permitiendo al "empresario", quitar a los obreros la mayor parte de su trabajo por la vía de pagarles solamente el valor de su fuerza de trabajo (y a veces ni eso), mientras que se quedan con todo su trabajo que es siempre mayor y hoy en día groseramente mayor. El obrero produce TODA la riqueza, es el pescador y los productos de su trabajo son los peces y son muchos, pero se los roba el capitalista y todavía le engaña haciéndole creer que él lo mantiene dándole trabajo.

Son los pobres quienes sostienen a todo el país, son los trabajadores quienes mantienen a todos los que no trabajan, incluyendo a sus patrones, a los empresarios quienes nos quieren hacer creer que también "pagan impuestos" (y si los pagaran también los estarían "pagando" del trabajo de sus obreros, y no del suyo), son "la gente humilde", que Obrador compara con animalitos, quienes producen y ponen todo lo que se gasta el Gobierno, incluidos los salarios de todos los funcionarios, entre ellos el del mismísimo Presidente López Obrador.

¿Qué le da gratis pro Deo Obrador a "los humildes"?, nada absolutamente. Los pobres son pobres no porque no trabajen ni porque necesiten caridad. Son pobres porque el sistema capitalista de explotación (que incluye al neoliberalismo y su ancestro el liberalismo a secas) permite a los explotadores robarles su trabajo.

Ellos son el pescador, al que NO le van a enseñar a pescar. Mienten los conservadores con su parábola, pero también miente Obrador quien nos quiere hacer creer, como los conservadores, que en efecto le está regalando peces a los pobres, gratis y por el amor de dios; ¡el altísimo le reserve un lugar destacado en su gloria y cuide de todos los pecadores a tan noble y generoso mecenas!. Canallas.

Lo que deberían hacer (los conservadores y Obrador) es robarle un poco menos al pueblo trabajador. La justicia no consiste, pues en "atender a la gente humilde", ni en "darles su alimento a las mascotas", sino en cambiar el modelo económico para que sea menos injusta la distribución de la riqueza. Y lo que pudiera hacer ya el Gobierno Federal es reorientar el gasto social en favor de los pobres, pero no con "caridad" y programas compravotos (comprados, además con el dinero de ese mismo pueblo), sino realizando obras y servicios que incrementen su calidad de vida y le pongan, aunque sea poco a poco, en el camino del progreso social. Esto último es lo que propone Antorcha Campesina y sabe cómo hacerlo y lo hace en donde le es dable. Vea usted, amable lector, la enorme diferencia entre lo que dice, propone y hace Antorcha y lo que hace y dice el Presidente.

La torpeza de López Obrador pone en verdaderos aprietos a todo su aparato de propaganda que ha hecho enormes esfuerzos (y gastos que paga con los peces del pescador) para poner falsamente el prestigio del mandatario en la cima, pero con estos deslices se hace cada vez más difícil defenderlo...ingrata tarea que tienen sus publicistas mercenarios, aunque para ellos todo tiene precio y todo se puede arreglar. No siempre podrán.


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