El pasado lunes fue aprobada la "Ley Garrote" por el Congreso de Tabasco con la finalidad de prohibir cualquier protesta pública, exigir mejores condiciones de vida en aquel estado sureste del país en los diferentes niveles de gobierno, significa, 13 a 20 años de cárcel. Se trata de un atropello a un derecho constitucional consagrado en nuestra Carta Magna, pero al gobierno morenista poco le importa las garantías individuales o colectivas de los tabasqueños. Ningún ente político puede protestar por una vivienda digna, electrificación, agua potable, empedrados, drenajes, parques recreativos, hospitales, escuelas, comedores comunitarios entre otras cosas que les hace falta.
El gobierno de la 4T ignora al pueblo humilde que lo llevó al poder y con la ley promovida parece querer condenarlo a la miseria y a la ignorancia. Se le ha olvidado que su deber es gobernar para los más pobres de este país y se ha preocupado más por atacar a las organizaciones sociales que sí apoyan y defienden a los pobres de nuestra patria. Para muestra de un botón tenemos el ataque sistemático que realiza a la organización de Antorcha Campesina que desde hace 45 años se ha preocupado por defender los intereses de las capas más marginadas y es la única organización social que educa y organiza a los pobres de México.
Me pregunto, ¿por qué tanto odio a esta organización?, ¿le preocupa saber que la "Antorcha mundial", como él la llama despectivamente, se propone tomar el poder político del país?, ¿será que el Presidente de la República carece de conocimientos sobre Antorcha y sus líderes?
El Movimiento Antorchista sabe gobernar. Chimalhuacán es un claro ejemplo de ello, el antorchismo hizo un cambio impresionante desde el 2000 al 2019, de ser un basurero-dormitorio se ha convertido en un lugar digno para sus habitantes. Hoy el municipio de Chimalhuacán es uno de los mejor gobernados en el Estado de México, al igual que Ixtapaluca, en donde también Antorcha salvó a la gente de la ignorancia, de la insalubridad y de la miseria.
Al presidente López Obrador le incomoda que Antorcha crezca y tome más fuerza como lo ha hecho hasta hoy, es por eso que en sus conferencias mañaneras y en sus discursos públicos no se cansa de agredir al Movimiento Antorchista porque es la única organización que puede hacerle un contrapeso a las políticas erróneas del nuevo gobierno.
La represión y la censura son medidas antiquísimas de gobiernos autoritarios y fascistas, esta política no ha funcionado ni funcionará para frenar el descontento de las clases trabajadoras. AMLO y Morena quieren volver al pasado, pero los mexicanos de buen corazón no les queda más que organizarse y luchar hasta el final, porque el gobierno en turno comienza a tambalearse y todas las acciones emprendidas hasta hoy, parece ya la crónica de una muerte anunciada.
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