Diversos medios escritos y electrónicos, en sus ediciones del 22 y 23 de los corrientes, dan cuenta de la grave sequía que están padeciendo pequeños y medianos productores agropecuarios de la zona centro–sur del estado de Quintana Roo y de la zona norte del país vecino, Belice. Son miles de productores agrícolas principalmente de maíz, frijol, chile, etc., de temporal, así como productores de miel y ganaderos de alguna zonas del estado, quienes están padeciendo los estragos que está produciendo la prolongada sequía en el ciclo agrícola primavera–verano.
En el caso de Belice, también se reportan pérdidas millonarias; se menciona que en los distritos de Corozal y Orange Walk, la ausencia de precipitaciones hace que se califique como una "sequía mortal" en esa zona, que ya provocó pérdidas en los cultivo ahí existentes por más de un millón de dólares beliceños invertidos en este ciclo agrícola.
La sequía es tan intensa que su impacto en grandes reservas de agua superficiales y aguas subterráneas es evidente (en San Narciso Village, la laguna se ha secado, lo mismo que en el Honey Camp Lagoon, en Orange Walk. El meteorólogo Ronald Gordon reconoció que se han presentado lluvias por debajo de lo normal en esas áreas durante los últimos 6 meses, la califica como "una sequía de moderada a fuerte, que todavía no ha llegado a la condición de grave, porque no se ha traducido en la falta de agua en los hogares".
Por su parte, pequeños y medianos productores de los municipios de Othón P. Blanco, Bacalar, José María Morelos, Felipe Carrillo Puerto y Lázaro Cárdenas de Quintana Roo, principalmente, se manifiestan muy preocupados por la pérdida total de sus cultivos, siendo uno de los de mayor impacto económico, los que se dedican a la producción de caña de azúcar en las más de 16 localidades productoras de "la vara dulce", ubicados en la rivera del Río Hondo, en el municipio de Othón P. Blanco; así como los productores de cultivos básicos utilizados fundamentalmente para el autoconsumo. Problemática que se agrava debido al desabasto de maíz para consumo humano que se presenta en las tiendas de la paraestatal Diconsa.
Por todo lo anterior, los productores de caña de la rivera del Río Hondo y los productores de maíz, frijol, calabaza, chile, etc., de Bacalar y demás municipios afectados del sur y centro del estado, se están empezando a organizar, a hacer llamados por escrito y a través de los medios locales de información, para que las autoridades, en este caso la CONAGUA, SEGOB, emitan la correspondiente declaratoria de contingencia ambiental y se activen los programas gubernamentales para que se realicen las evaluaciones correspondientes y se pueda apoyar a los productores que han resultado afectados con este fenómeno natural, atribuido al "cambio climático".
Debido a los cambios climáticos a nivel mundial y regional, es necesario implementar una política de apoyo en obras de infraestructura como sistemas de riego y de producción integral para que la agricultura deje de ser de temporal, es decir, dependiente de las lluvias estacionales, sino de una agricultura y una ganadería cada vez más tecnificada (los grupos de los llamados "menonitas", son un ejemplo claro en estas regiones del país que han demostrado que con la introducción de nuevas tecnologías o paquetes tecnológicos, es posible obtener más altos rendimientos en los diferente cultivos). Para esto se requiere organizar de otra manera la producción agrícola y ganadera, inyectar considerables cantidades de capital para la construcción de grandes obras de infraestructura (pozos de agua, presas, sistemas de riego tecnificado, etc). Pero para lograrlo es necesario organizar de otra forma y para otros objetivos de corto y mediano plazo, a los productores.
A corto plazo, me parece, estimado lector, que se debiera organizar a los productores a nivel local, municipal y estatal, conformando un frente común, conjuntamente con el Movimiento Antorchista, para dar la lucha por lograr el pago del ya famoso "seguro agrícola catastrófico", que no es otra cosa que un seguro contra contingencias ambientales que ponen en riesgo parcial o total la cosecha de los cultivos asegurados, como el maíz para consumo humano.
En años anteriores el Movimiento Antorchista ha encabezado y realizado movilizaciones para hacer que las aseguradoras, a través del gobierno estatal, paguen este seguro a los productores afectados. Estas luchas les pemitieron a los productores comprar maíz de consumo y semilla para volver a sembrar y salir adelante de esta terrible situación. Obviamente esto no resuelve el problema de fondo, pero puede permitir el inicio de la asociación permanente de los productores que actualmente no cuentan con una estructura organizativa que les permita trabajar y luchar por alternativas de solución definitivas a los problemas que la realidad les está presentando, como son las sequías recurrentes.
A mediano plazo, formar y consolidar las estructuras organizativas de los productores que no solo contemplen la capacitación técnica necesaria para conocer nuevos paquetes tecnológico sino, y sobre todo, una educación y adquisición de conciencia de la situación económica y política del país y del mundo, que nos permita entender que la solución técnica y económica para la producción agropecuaria no se puede lograr de manera aislada, sino que tiene que ser resultado de una política económica integral a nivel nacional que permita modernizar la producción en las zonas donde aún se encuentra atrasada, como es el caso del sureste de nuestro país.
Otras medidas tendrían que contemplar una política fiscal progresiva, donde el pueblo trabajador pague menos impuestos y que los grandes empresarios paguen conforme a sus altas ganancias e ingresos; que estos impuestos se apliquen en mayor infraestructura productiva como grandes obras hidráulicas (presas, pozos de agua, sistemas de riego, electrificación del campo, etc); fortalecer el mercado interno de nuestro país, a través de una política salarial a favor de toda la clase trabajadora de la ciudad y del campo, para que pueda comprar una mayor cantidad de satisfactores y mejorar su calidad de vida, a la vez que se fortalece el ciclo económico de la producción industrial, agropecuaria y de servicios en general. Esto deribaría en una política diferente del comercio exterior, pues actualmente el 80 por ciento de la producción nacional se vende al vecino país del norte, haciéndonos totalmente dependientes de ese país y de su política.
Finalmente, los productores del campo, jornaleros, obreros de la ciudad y todo el pueblo de México deben unir esfuerzos y tomar conciencia de su papel fundamental en la vida económica y política de este país, como lo ha venido haciendo el Movimiento Antorchista Nacional a lo largo de 45 años. Hacerles entender que nuestra tarea histórica inmediata es formar un partido político nacional, auténtico, que represente, defienda, trabaje y luche por los intereses de la nación, pero, principalmente, por mejorar las condiciones generales de vida de todo el pueblo trabajador, que es el que más sufre y padece los resultado de las políticas neoliberales implementadas por los gobiernos priistas, panistas y actualmente, el gobierno morenista.
Formar el partido de los trabajadores de México que compita electoralmente por el poder político de este país, esa es nuestra tarea. El poder actualmente se utiliza sólo para favorecer a las clases privilegiadas de este país, así se ha venido haciendo en las últimas décadas. Pero lo que se necesita es una política económica que realice una distribución más justa y equitativa de la riqueza nacional, que es posible gracias a la inversión de capital productivo pero, principalmente, gracias al trabajo creador de nuevos valores, invertido en la formación de dicho capital productivo y en las nuevas mercancías que se elaboran. Luchar por un capitalismo menos rapaz, más humano, redistributivo de la riqueza nacional, generada por el trabajo humano, que permita una vida digna para todos. Eso nos toca a nosotros.
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