MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La lucha estudiantil por mejores condiciones de vida para los pobres de México

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El comercio internacional capitalista se rige por el mutuo intercambio de mercancías entre países. Así como entre las empresas, obtienen mejores ganancias en el intercambio los países que ofrecen mercancías en gran cantidad, de buena calidad y a menor precio. Los que no quieren ser excluidos del mercado internacional están obligados a elevar su capacidad productiva, igualarse a la competitividad que se ha universalizado, pues los precios de las mercancías se fijan por las condiciones de producción promedio de todos los participantes: países, industrias o productores. Por lo tanto, los países que alcanzan una mayor productividad respecto a sus competidores se sostienen en el mercado e incrementan gradualmente su renta nacional.

Elevar la capacidad productiva en la industria nacional para impulsar el crecimiento económico, debe ser una preocupación de toda política económica, ya que un buen crecimiento económico permite no sólo la expansión de la base productiva sino que también crea condiciones que mejoran el bienestar social. Un factor importante que influye de forma directa en el desarrollo de la productividad nacional es la educación, siempre y cuando ésta tenga la calidad para generar nuevos conocimientos científicos e innovación tecnológica.

Y es precisamente aquí donde empieza el problema: en México tenemos una mala educación y ésta no se explica por la falta de entusiasmo en los estudiantes ni de capacidad en los maestros, se debe sobre todo a un contexto socioeconómico muy desfavorable para las clases trabajadoras y a políticas de gobierno que han renunciado a implementar una educación que desarrolle integralmente las capacidades de los mexicanos al más alto nivel científico y humano.

Hay en México, por ejemplo, todavía niños que toman clases sentados en tabiques, escribiendo sus notas sobre las rodillas, con un sólo maestro que atiende varios grupos en un viejo pizarrón, bajo las inclemencias de la intemperie. Hay todavía escuelas sin aulas, sin energía eléctrica, sin agua potable, sin sanitarios, sin pintarrón, con techos que gotean, con ventanas sin vidrios, con muros de material reciclado; desarrollo de las clases sin material didáctico, bibliográfico, tecnológico, cultural o deportivo; laboratorios (cuando los hay) sin reactivos, utensilios o microscopios; centros de cómputo sin computadoras ni internet; escuelas con canchas y explanadas inundadas o llenas de lodo, sin cercado o bardas perimetrales; falta de maestros, personal administrativo, intendencia y vigilancia, etc., etc. Las escenas de la educación para las clases populares y trabajadoras en nuestro país son verdaderamente deplorables para aquellos que guardan el mínimo de sensibilidad humana y deprimente si esperamos que en estas condiciones se genere ciencia y tecnología que compita con la de primer mundo.

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La actitud de nuestros gobiernos, independientemente del partido de extracción o nivel, es unánime: no hay atención al rezago en la cobertura, la infraestructura y calidad en la educación pública. Por el contrario, se muestran premeditadamente opuestos a atender los problemas educativos, aflora su carácter más retrógrada cuando se trata de gastos e inversión para atender deficiencias educativas. Dos casos actuales: 1) el gobierno morenista, encabezado por López Obrador, nos presenta un sistema de becas (AMLO) como la gran panacea que dará solución a esta catástrofe que sufren los estudiantes, como las de nivel medio superior llamadas Benito Juárez (un apoyo mensual de $800 pesos), que sustituyen a los apoyos económicos que ya recibían las familias con el programa PROSPERA, cambiando sólo la mano de quien lo recibe pero sin los complementos en alimentos y salud, ni incremento de recursos en efectivo para las familias. Fuera de esto no hay presupuesto programado para atender las necesidades de obras y servicios para las escuelas; hay recortes a las instituciones que promueven la generación de ciencia y tecnología; el gobierno federal cree que con el dinero que da a los estudiantes se subsanan todos los demás problemas educativos. 2) el gobierno priista en el estado de Tlaxcala, encabezado por Marco Mena, hace oídos sordos y se muestra inmutable ante la solicitud de reconocer los estudios de 98 jóvenes y el pago de los maestros del CECYTE No. 22 de El Rosario, Tlaxco, situación que es, a todas luces, ilegal ante el cambio de sede de la institución al ICATLAX en la cabecera municipal. "No importa que pierdan el ciclo escolar los alumnos: son hijos de campesinos y obreros; no importa que no cobren los maestros: sus familias pueden seguir muriéndose de hambre, pobres y hambrientos ya hay miles; no importa que la comunidad no tenga escuela de nivel medio superior: al final sus hijos no dejaran de ser mano de obra barata", esto nos dice en los hechos el Dr. Manuel Camacho Higareda, Secretario de Educación en el Estado. De aulas, laboratorios, techados, canchas, equipamiento de la Casa del Estudiante, mejor ni hablamos, dado que no hay partidas presupuestales en el Estado y hacer un gasto en ello es ilegal, y el Secretario de Gobierno, José Aarón Pérez Carro, que es tan recto, tan legal, con esa trayectoria intachable del lado de la "ley", ¿cómo solicitarle su intervención para programar gasto que mejore la educación de los hijos del pueblo pobre? Sería una barbaridad, el no está para romper las leyes (las que imponen los poderosos no las que asisten a los desvalidos).

Estando así las cosas no es de sorprender la dependencia de nuestra producción nacional a las economías potencia dada nuestra poca capacidad productiva, ni tampoco que nuestra crecimiento económico sea tan reducido, e incluso, el hecho de que las condiciones de vida de la inmensa mayoría de los mexicanos no sólo no mejore sino que sean cada vez más precarias, alcanzando niveles de vida infrahumanos. Lo que sí puede sorprender es la actitud cerrada y represiva que adoptan nuestras autoridades respecto a los problemas que presenta la educación en México, afectando con ello la capacidad productiva nacional e inherentemente el bienestar social.

¿De dónde viene el encono de los gobiernos por la educación del pueblo? La respuesta es clara: los privilegios de una clase se sostienen por la ignorancia de la clase sometida, sobre todo cuando esta última es numéricamente superior que la primera. En esto debe reflexionar la masa empobrecida y trabajadora, y aquí estamos los antorchistas dispuestos a luchar, conscientes y organizados, para cambiar esta condición a la que nos han condenado.

Finalizó, en este contexto, con el reconocimiento a la incansable lucha de los estudiantes organizados en la vanguardia estudiantil nacional, conformada el 23 de mayo de 1999 en la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios "Rafael Ramírez" (FNERRR). Que en dos décadas se ha consolidado como una estructura estudiantil que lucha permanentemente contra el rezago en infraestructura y la mala calidad educativa. A nivel nacional están dando la lucha por que no sea un engaño la promesa de entregar becas a los estudiantes y por obras para sus escuelas; en los estados y municipios porque se resuelvan sus demandas más sentidas, no podían tener mejor conmemoración en su vigésimo aniversario. Los pobres de México debemos apoyar la lucha estudiantil ante las posiciones más retrógradas y represivas de los gobiernos en turno.

¡A luchar con la Vanguardia Estudiantil Nacional, por el cambio profundo que necesita México! ¡Que viva la FNERRR!

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