El primer año de gobierno del Ing. Cuitláhuac García está por terminar y uno de los mayores reclamos de los veracruzanos, además del incremento de la violencia, es la falta de obras públicas, servicios básicos y acciones que realmente combatan el rezago y marginación en la que viven la inmensa mayoría de los habitantes del estado. La falta de obras básicas en las colonias y pueblos campesinos golpea directamente a los más pobres y vuelve más aguda los tormentos de la pobreza. La falta de escuelas dignas y equipadas, clínicas y hospitales o simplemente espacios para recrearse como unidades culturales o centros culturales, hacen más difícil la vida de la gente, ya de por si dura por la falta de empleo y bajos salarios. Por lo que una manera sensata a disposición del gobierno para redistribuir la renta nacional y combatir la marginación, es redireccionando los recursos públicos al combate de todas estas carencias sociales.
A pesar de que Veracruz es la entidad en la que más creció la pobreza en los últimos 10 años según datos del CONEVAL, este año los recursos destinados a la creación de obra pública están subutilizados. Solamente en la Secretaría de Obras Públicas, encabezado por Elio Gutiérrez Hernández, únicamente se han utilizado 30% de los recursos destinados a la inversión pública, dinero que asciende a más de 2 mil millones de pesos y cuya mayor parte está sin usarse pero en la misma situación se encuentran muchas otras secretarías del gobierno veracruzano. Esto mientras amplios sectores de la población están exigiendo la aplicación de los recursos públicos en sus comunidades, como el caso de los integrantes del Movimiento Antorchista en Veracruz, mismos que a pesar de haberse movilizado en múltiples ocasiones, en el marco de la ley y de manera pacífica, siguen sin ser atendidos por el gobernador García Jiménez ni por alguno de los funcionarios del gabinete.
La falta de aplicación del dinero para obras, ocasionará que el gobierno veracruzano incurra en subejercicio fiscal al final del año, es decir, tendrá que regresar miles de millones de pesos a la tesorería del gobierno federal y por lo tanto recibirá menos dinero del presupuesto público el próximo año, como de hecho ya se vaticina. En una pasada colaboración referí que esta actitud podía deberse a la incompetencia generalizada en el Gobierno morenista de Veracruz, tolerada y compartida, tal vez, por la estulticia del gobernador, sin embargo, el subejercicio del gasto y la devolución de miles de millones de pesos al gobierno central, también de Morena, es una acción en la que han incurrido varios ayuntamientos morenistas en Veracruz o para la que se perfilan muchos otros, por ejemplo: Xalapa, Coatzacoalcos, Poza Rica, etc., por lo que hay quienes opinan que se trata más bien de una gran operación financiera para desviar recursos públicos a las campañas que se avecinan en 2021, y favorecer obviamente a los candidatos de Morena. Sería pues una gran operación de corrupción; sin dejar de ser escéptico, esta opinión me parece lógica.
Para colmo de males, el proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF 2020), recientemente enviado al Congreso de la Unión, contempla una reducción todavía mayor al dinero destinado a la construcción de obra pública en el país, sobre todo la que favorece a los sectores más pobres de México, se programarán únicamente 426 mil millones de pesos para este rubro, 8.1 % menos que el año pasado, además, de ese dinero más del 80% será para financiar grandes proyectos de infraestructura energética tanto de Pemex como de la CFE, por ejemplo, poco más de 64 mil millones de pesos se canalizarán a la construcción de la refinería de Dos Bocas en Tabasco, a pesar de que diversos especialistas la consideran inviable económicamente.
El año pasado se contrajo considerablemente el ramo 023 del PEF, en el cual se podían gestionar proyectos de infraestructura social , y este año el presupuesto para ello se reduce, lo que significa que tampoco habrá dinero suficiente para introducir agua potable, drenaje ni electricidad en millones de pueblos y colonias que lo necesitan, tampoco para equipar escuelas populares con las condiciones óptimas, ni para edificar clínicas u hospitales que salven la vida de la gente que hoy muere hasta por una gripa, ni para caminos rurales o accesos pavimentados dignos. Es claro que vamos de mal en peor.
Este oscuro panorama para las clases trabajadoras y empobrecidas de México, debe convencerlas profundamente de que la lucha por obras y servicios que han emprendido diversos sectores entre las que destaca, quizá por su número, el Movimiento Antorchista Nacional no es una necedad; debe convencerlas de que no habrá un cambio de actitud de quienes hoy se siente todopoderosos en el poder del país y de Veracruz, que la situación se pondrá peor; y, que es necesario formar entre todos un gran frente común que luche en contra de la injusticia social y la pobreza, tan grande y vigoroso, que llegado el momento quite del poder a estos malos gobiernos. Antorcha ya ha levantado la mano, es seguro que pronto el pueblo pobre ha de responder a este llamado.
Gobierno represor...
En pleno mes patrio el gobierno de Veracruz decidió intentar reprimir la pasada manifestación de los antorchistas veracruzanos, al grado de provocar al dirigente estatal de esta organización Ing. Samuel Aguirre Ochoa enviándole policías con armas de alto poder, para amedrentarlo tal vez.
Torpe acción. El Ing. Aguirre Ochoa lleva más de 40 años en la lucha social, conoce bien que así se comportan todos los gobiernos opresores que han existido en Veracruz y en el mundo, no es que se esté descubriendo el hilo negro, no dejará por ello, de encabezar la lucha legítima de un gran sector de pobres de la entidad.
Maestro Samuel Aguirre, los miles de antorchistas veracruzanos lo seguiremos como todos estos años, combativos y dispuesto a todo, seguros de que bajo su dirección triunfaremos. Así será.
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