MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

La Cuarta rechina y se traba. único cambio, reversa

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Tratando de entender el hilo conductor entre las tres primeras transformaciones socioeconómicas a que alude Andrés Manuel López Obrador (AMLO), el pensamiento y hechos de sus actores, algunos de los cuales dice admirar, con la "Cuarta Transformación" y los hechos de su actor principal y, sobre todo, el rumbo de ésta, esculqué en el baúl de mis recuerdos, tan nebulosos como la Cuarta, en mis libros de texto de Historia y Civismo, anticuados pero que llegaban a tiempo y, en internet, actualizado como las leyes contra la libertad y reeleccionistas. Comparto lo que encontré y algunas reflexiones.

1ra. - La Independencia, movimiento armado con influencia de la ilustración y las luchas liberales europeas, encabezado, principalmente, por criollos ilustrados. Inició en 1810 contra el dominio colonial español, dando lugar a una monarquía católica, con la firma de los Tratados de Córdova (Veracruz), entre Agustín de Iturbide y Juan O’Donojú, el 24 de agosto de 1821 y, a una República Federal, en 1823. Sus reivindicaciones evolucionan, de moderadas y monárquicas que proclaman la autonomía de la aristocracia criolla, la soberanía del emperador Fernando VII sobre España y sus colonias, a las radicales, como la abolición de la esclavitud (Constitución de 1824) y de las castas sociales, conforme se incorporan diversas capas sociales de las clases bajas que le dieron fuerza: criollos segregados del poder político y económico por los peninsulares; negros y mulatos del sur, esclavos y peones de las haciendas, construidas sobre la expoliación a las comunidades indígenas; campesinos, mineros, pueblos originarios. Tal radicalización se refleja en las consignas de los principales líderes insurgentes, a quienes AMLO dice admirar: Don Miguel Hidalgo y Costilla, iniciador de la insurrección, de "¡Viva América! ¡Viva Fernando XVII! ¡Viva la religión y mueran los gachupines!", a ¡Viva la independencia! ¡Viva la América! ¡Muera el mal gobierno!; y, el Generalísimo Don José María Morelos y Pavón, quien se autodenominó "siervo de la nación", en su documento Sentimientos de la Nación: "Soy siervo de la nación porque ésta asume la más grande, legítima e inviolable de las soberanías". Desde el punto de vista económico, se acelera el tránsito de una producción exclusivamente minera y agrícola, hacia una actividad comercial e industrial.

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2da.- La Reforma (1858-1861), guerra entre liberales, que propugnaban por la transformación social de reminiscencias colonial e imperial, hacia una estructura política moderna con un estado nacional constitucionalista y, económicamente, enfocado al mercado externo; y, los conservadores, defensores a ultranza del estado de cosas que favorecía sus privilegios y de una economía fortalecida al interior del país. La Ley Lerdo (1856) y la Constitución de 1857, de corte liberal, son el marco legal de la Reforma, entre cuyas leyes destacan las que garantizan la educación laica (sin intervención religiosa), la libertad de expresión, la división de poderes, la libertad de cultos y la desamortización de bienes de manos muertas, eclesiásticas, particulares y comunales ("corporaciones"). ésta última, con la finalidad de incorporar dichos bienes a la producción.
Destaca en éste período, Don Benito Juárez, el personaje supuestamente más admirado por López Obrador; resistió la invasión francesa, que pretendía instaurar una monarquía encabezada por Maximiliano de Habsburgo, a invitación de los conservadores de 1862 a 1867, en que, al restaurarse la República, lanzó su frase célebre "Entre los individuos, como entre las naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz".
3ra.- La Revolución, lucha armada democrático burguesa, de 1910 a 1917, encabezada por la burguesía emergente (industrial y comercial), contra la dictadura de Porfirio Díaz, bajo cuyo mandato se agudizaron la concentración de la tierra, vía colonización por extranjeros, despojo de tierras comunales por compañías deslindadoras y haciendas y, la sobreexplotación del trabajo semiesclavo (y esclavo: yaquis de Sonora) de los peones acasillados de las haciendas y los obreros de la industria textil y minera (Cananea y Río Blanco). El personaje de éste período, admirado por AMLO, es Francisco I Madero, que convocó a la revolución bajo el lema "Sufragio Efectivo, no Reelección". Se incorporan luego, los indiscutibles líderes populares, Francisco Villa, "la incultura es una de las desgracias más grandes de mi raza", y Emiliano Zapata, "quiero morir siendo esclavo de los principios, no de los hombres" y, "la tierra es de quien la trabaja", y, con ellos, el campesinado empobrecido, la peonada; participan también importantes grupos de obreros. Es pues, nuevamente el pueblo, el motor de la Revolución, por lo que sus reivindicaciones se incluyeron en la Constitución de 1917.
Del México de la etapa postrevolucionaria, AMLO afirma admirar al General Lázaro Cárdenas del Río. Una de sus frases, "El gobernante que pretende encauzar a su país hacia la democracia tiene que empezar por ser un verdadero demócrata, y demostrarlo tolerando la oposición, por más cruda que se ejerza en el mitin, en la prensa, en la diatriba personal".

Tres etapas de nuestra historia que impulsan el desarrollo de nuestro país, rompiendo estructuras económicas caducas sostenidas sobre la explotación, la opresión y la sumisión del pueblo, en favor de clases privilegiadas, realidad que tuvieron clara los líderes, así como la necesidad de un cambio y su rumbo; de la participación de los desposeídos; de rodearse de un equipo con ideas transformadoras. Sus frases, son centellas de luz de un pensamiento luminoso, claro y profundo; sus acciones, la consecuencia de sus ideas y no actos efectistas mareadoras de las masas. Pero no era su momento histórico. No llegaron al poder al triunfar sus revoluciones, sino las clases poderosas; las masas populares siguieron y siguen siendo oprimidas.
En la época actual, luego de la caída del "socialismo real", liderado por la URSS, el capitalismo mundial, ya sin competencia económica y social, encabezado por los EU (interventor siempre presente en nuestra vida nacional), se quitó la máscara de benefactor y se mostró tal cual es, evolucionando a su fase suprema, el neoliberalismo económico, que, en aras de la máxima ganancia, acentúa la explotación del trabajo y somete la soberanía de naciones reduciéndolas a receptáculos mercantiles de sus productos; crea ingente riqueza, que se concentra en pocas manos con una muy inequitativa distribución de la misma entre sus productores directos (el pueblo trabajador), generando una enorme y profunda miseria. Ese modo de producción rige hoy en nuestro país, catorceava economía a nivel mundial, pero con una lacerante pobreza, caldo de cultivo de una generalizada inconformidad de las clases media y baja, factor fundamental para el triunfo electoral de López Obrador y su creatura política, Morena, con su lema "primero los pobres" y la promesa de construcción de la "cuarta transformación", supuesto y superior sustituto económico-social del neoliberalismo.
Sólo que nadie, comenzando por su inventor, explica con claridad los objetivos y metas de la 4T. Sólo que está en marcha luego de acabar con el neoliberalismo, junto con su causa (según el concepto amlista), por decreto presidencial. Acabar con la explotación inherente a este modelo fue más fácil: AMLO simple y sencillamente la negó con el argumento de que "en México no aplica". Seguiremos peor de desorientados si seguimos las acciones del presidente más celebradas en redes: los cafés en Oxxo, garnachas en la fonda de Chonita, tacos en el puesto de don Cleofas, consultas con desplumadero de gallinas negras y chivos barbones, consultas a mano alzada, etc. Tratemos pues de escudriñar su pensamiento por sus frases y encontraremos una pequeña colección de pretendidas y repetitivas graciosuras, ironías o descalificaciones, por todos conocidas; aparentes ocurrencias sin brillo ni compromiso profundo con nada, sin conexión entre sí ni con la realidad, aptos para propaganda cibernética y consumo de amantes del talk show. Aunque tal vez sólo sean distractores, sombras y espuma, bolas de humo y screwballs.

Vayamos pues, a hechos duros, aunque menos publicitados y encontramos un partido (Morena) conformado en su mayoría por priistas de rancio abolengo, que con personeros de la "izquierda" y la ultraderecha yunquista, forman parte del Gabinete Presidencial; la ley Baja California, manotazo de AMLO y su amigo Bonilla a la Constitución, para prolongar el mandato del segundo de 2 a 5 años; la "ley garrote", en Tabasco, que criminaliza la manifestación pública; la Ley de Extinción de Dominio, que permite sin juicio de por medio y por denuncia anónima, apresar ciudadanos, incautar y rematar sus bienes; retención y subejercicio de $174,484 millones de pesos de gasto público, que se agrega a los recortes; ineficiente, sesgada y mentirosa aplicación de los programas sociales; descalificación de organizaciones e individuos que no aprueban acrítica y sumisamente hasta el más insignificante de los gestos presidenciales.

Basados en esto, respondamos con "honestidad valiente" ¿son estas las medidas, acciones y leyes, democráticas, progresistas, izquierdistas, para cambiar de modelo económico y construir un cambio a favor "primero de los pobres"? Para mí, la "cuarta" de este "elefante" rechina y se traba; en reversa, avanza con la doble tracción activada hacia la centralización del poder, la opresión y el autoritarismo, contra lo que lucharon sus personajes admirados.

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