El martes 24 de junio una comisión de colonos antorchistas de Xalapa, Córdoba y Veracruz realizó un acto de protesta frente a las instalaciones del Instituto de la Vivienda en Xalapa para exigir que se resuelvan diversos asuntos relacionados con la regularización de lotes para vivienda. Los inconformes, provenientes de más de 20 colonias, se entrevistaron con el Gerente General de estas oficinas gubernamentales, Lic. Hazael Flores, quien los atendió a regañadientes, pues es el tipo de funcionario público que considera un insulto a su "investidura" que el pueblo pobre, que paga su salario, proteste en su contra por no estar cumpliendo con el trabajo encomendado. Son muchos y variados los asuntos expuestos por los manifestantes, pero en la mayoría de los casos, sobre todo en los problemas más complejos, el Gerente General se negó a resolverlos.
En general, se trata de gente que adquirieron sus terrenos al gobierno del estado, que aunque han entregado la documentación requerida y pagado por ellos, los encargados de terminar el proceso de regularización no lo hacen, poniendo pretextos baladíes y empantanando el avance de los trámites. Esta dependencia se encuentra enferma de burocratización, es decir, de total insensibilidad e incompetencia para tratar a la población.
Por ejemplo, hace casi 10 años el gobierno del estado reubicó a familias de la comunidad de Barranca Grande, municipio de Ixhuacan de los Reyes, que para su desgracia habían perdido todo su patrimonio debido a un deslave que sepultó a toda la comunidad; los campesinos humildes que hoy viven en Barranca Nueva, llevan mucho tiempo dando vueltas para que les entreguen las escrituras que acreditan la propiedad de sus nuevos terrenos, haciendo comisiones a Xalapa, gastando dinero que no tienen; y ahora resulta que la dependencia realizó un censo en la comunidad, del que nunca les informaron a los campesinos, pero que sirve al Gerente para decir con toda comodidad que de 355 familias afectadas solo les resolverán a 133, pues es el número de personas que encontraron en sus casas el día del censo, ¿acaso los demás se encontraban trabajando?, ¿acaso tuvieron que salir a atender una emergencia?, pueden ser varias las causas, pero ahora se niegan a repetirlo, en un acto de completa insensibilidad humana y política.
Se encuentra el caso de la colonia Mandinga y Matosa en Alvarado, en el que 300 familias desde hace 13 años esperan sus escrituras, que ya pagaron, consiguieron que el Congreso del Estado publicara un decreto en su Gaceta Oficial, ordenando a INVIVIENDA concluir el proceso de escrituración, pero ahora los morenistas se niegan a entregarlas a 71 familias pendientes, el Gerente General argumenta que este asunto se encuentra fuera de su "agenda de trabajo", misma que según él, fue dictada por el propio gobernador del estado; de ser cierto, ello sería un desacato total a una recomendación del poder legislativo. Por otro lado, dice que en una visita realizada a la colonia, se encontraron con "diversas irregularidades", sin decir cuáles y de que naturaleza son, y que por ello tendrán que realizar "investigaciones" que demorarán el asunto unos "años más". En realidad la maniobra sirve para no atender la demanda.
Hay más ejemplos, a los colonos de la Unidad Antorchista en Matacocuite, Veracruz, no les quieren validar un plano que solicita el Registro Público de la Propiedad para consumar la inscripción de las escrituras, porque se encuentran enfrascados en un pleito innecesario con el Instituto Municipal de la Vivienda en Veracruz para que ellos lo validen, cuando INVIVIENDA puede hacer eso y remitirlo al RPP. La idea otra vez es retardar el trámite. El plano, por cierto, que costó más de 100 mil pesos corrió a cuenta de los colonos humildes que apenas tienen para comer y que deben quitarse el pan para sus familias para pagar eso y los gastos de la tramitología y las vueltas que los hacen dar.
Estas respuestas, obviamente indignaron a los colonos que se manifestaban y que amenazaron estar ahí hasta que les resolvieran, por ello el Gerente tuvo que inventar la existencia de una bomba en los baños de esta dependencia y llamar a Protección Civil y a la Fuerza Civil para montar bien el show, aunque al final los cuerpos de seguridad dieron fe de que todo era una falsa alarma. Tal vez en su desesperación, el Gerente creyó que si espantaba a la gente, esta saldría corriendo y dejaría de protestar; grave error, los antorchistas no huyeron, se indignaron más.
Es necesario destacar que Hazael Flores, durante la reunión que sostuvo con los dirigentes de los inconformes, les recordó hasta el hartazgo, que la nueva orden presidencial es la de no tratar con organizaciones y que los apoyos serán directos, "para evitar la corrupción de los líderes", estas falsas afirmaciones en el caso de Antorcha, de todos modos están descontextualizadas, pues cuando el presidente habla de que "no permitirá organizaciones intermediarias" (que solo existen en su imaginación), se refiere a la entrega de dinero a través de los programas sociales, pero no es dinero ni tarjetas lo que piden los colonos, ni siquiera obras, al contrario, la compra de sus lotes significa un ingreso a las arcas públicas. Por tanto estos "argumentos" mal intencionados, sirven para no resolver y para condenar a miles de familias humildes a la carencia de servicios básicos como agua, drenaje, luz y calles pavimentadas, pues los municipios no quieren introducirlos, pretextando la falta de regularización. Mas el derecho de todos los mexicanos a organizarse para fines lícitos se encuentra protegido por el artículo 9° constitucional.
Hazael Flores, no puede ser un ignorante de los problemas que se le plantearon. Por años fungió como líder del sindicato de trabajadores de INVIVIENDA, por tanto solo hay dos opciones: o es un funcionario incompetente que no sirve para el encargo que tiene o su dicho de que estos "problemas no están en su agenda de trabajo" es una afirmación tacita de que no les resolverá a los antorchistas por no encontrar en ellos una forma de beneficio personal.
El gobernador, Cuitláhuac García, debe realizar una evaluación minuciosa de cada uno de los nombramientos que entregó en las dependencias, pues no es el primer caso de funcionario prepotente e insensible que se presenta en su administración. De todos modos, los colonos se retiraron del mitin, molestos e indignados, asegurando que regresarán en comisiones más grandes, pero que sí aun así no encuentran solución, iniciarán una lucha decidida para remover de su cargo a Hazael Flores. Al fin de cuentas, el pueblo paga, el pueblo manda.
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